lunes, 23 de julio de 2018

No es nada personal solo son ideas....Años atrás




Conocí un pata en segundo año de carrera, por una publicación que hicimos con unos patas de historia. Recuerdo que escribí algo sobre Hamelin y Blondel y las energías. El era muy chabacano y amiguero y le gustaba estar de chapa en chapa como todos los de historia. Como dije antes yo era sociólogo y un poeta en ciernes, pero me gustaba conversar con todo tipo de especialidades. A el llegue por intermedio de un flaquito que lo jodían porque se parecía a Maruategui, y era muy gracioso. Cuando lo conocí hablaba de Shopenhauer y la filosofía vitalista. Por esas épocas me había fascinado Parerga y Paralipomena, y libros acerca de el como la voluntad de vivir, y los años salvajes de filosofía. Converse un gran rato con el.

 Y luego empecé a chupar los famosos Fujimori, y un club selecto de bolches que solo tomaban ron. Me acuerdo que antes de la universidad ya era cabeza de pollo, pero esa noche en el parque cerca a la puerta 3 nos dimos una jarana que empecé a conversar y procesar de todo. Me agrado estos puntas pues eran leídos, sencillos, con harta calle y con aspiraciones de cambio. Yo venia de una veta vitalista, y ellos eran bolches y socialistas. Yo sentía el cambio como una transmutación vitalista y no como algo pensado de antemano. Shopenhauer era un pensamiento que entendía el mundo como una carga, donde la vida hace el intento trágico de incrementarse y abrirse paso ante el desconsuelo de la muerte. La felicidad era un estoicismo radical y huir del mundo. Este mundo no pudo ser creado sino por el diablo. En esa noche cubrí mi corazón con una generación de jóvenes que querían algo y buscaban mas que la democracia o la caída de la dictadura. 

Me euforice tanto que termine ebrio de muerte y creó que el flaquito me subió a una combi, donde devolví a la altura de la Cato, por la ventana. Luego creí que desperté por Canevaro, y medio ebrio subí a una combi rumbo a Surco. El cobrador me saco pues otra vez requería soltar el estómago, y luego de amanecida recuerdo que desperté tirado en un jardín atrás del IPCNA de Miraflores. Esos Fujimoris si que son revolucionarios pensé mientras ya repuesto viaje hacia mi casa. Ese día estuve por la tarde y la mayoría de historia se mataba de risa en mi cara. Yo solo atinaba a reír y a seguirles la corriente. Nuestros lazos se estrecharon y mi amigo MX metalero me llevaba a los conciertos de rock metalero en el centro de Luma, en lugares públicos como si fuera una contracultural. Yo no tengo rostro de metalero ni me vestia como ellos pero me curioseaba sentir su música y conocer más gente divertida e ilustrada. 

Una noche antes de ir a un concierto de metal preparamos la barriga para los fujimoris comiendo en un descampado de la avenida Venezuela los famosos higaditos. Un platillo de guerra de higadito asado, yuca sancochada, y salsa de huacatay y rocoto molido con venas. Comimos buenazo y en combi caímos cerca de Washintong, y nos precipitamos hacia la mancha de rockeros apostados en plena pista, deleitándose con una música que erizaba a mis propios gatos merengueros. Yo sentía el rock metalero como una estridencia de rebeldía que intenta desde siempre subvertir los valores de la burguesia, destruir los corsets formales que no permitían a la juventud vivir su vida como pensamiento y un nuevo sistema alternativo. Me adentre con MX y otro amigo a una patota donde en pleno suelo estaban dos guardaespaldas mas fieles que cualquier canchero de Barrio jugando ocho locos. Jugué con ellos un ratazo y para que además de ser muy informados eran eruditos del rock,. La música era buena, pero para esos oídos metaleros no era suficientes, hasta que toco un grupo, de nombre que no recuerdo y lo que era un centro peleándose pogeando , se expandió como una ola de empujones y algunos golpes. Las cartas se extraviaron y una risotada general se apodero de nosotros.

 Eran todos rockeros, pelucones y con lompas pitillo. Chicas con tatuajes y piercing por todo el rostro, bellas pero con colores rebeldes en el cabello y con una mirada expuesta y silente. Me acuerdo que de la nada llegaron una gente con trago y cerveza, nos hicimos una ronda y la conversa se fijo en la política y en la represión al movimiento estudiantil. Las chicas eran blanquiñosas y muy bellas, y los chicos también medio finos, pero todos vestidos muy informalmente y con una labia que convencía al mismo diablo. Escuchaba sus alegatos a la dictadura, y MX intervenía con autoridad hablando del sentido de la historia, mientras que esta mancha la mayoría antropólogos y sociólogos de años avanzados consentían pero tenían una mirada mas heterodoxa de la liberación política, eran a su modo unos socialistas demócratas. Curioso seguí a uno de ellos con otro para y recogí una mirada muy erudita y poética de la existencia que me agrado tanto que me quede con ellos casi toda la noche. Se iban a seguir perdiendo en la casa de este líder de izquierda que ponia la chelas y el ron, y ya no la seguí pues era.cabeza de pollo y no quería hacer otro espectáculo. Solo recuerdo la miradita aguzada de una chiquita algo bella pero con una expresión de hembra que se quería comer el mundo.

 Llegue entusiasmado al otro dia, y me halle con MX y otros amigos de historia y la seguimos ese día en el parque fulminando los famosos fujimoris. Yo siempre andaba con cuatro soles, pasaje, separatas y un sol para el trago. Eran conversas interminables sobre la izquierda, los liberales, el sentido de la historia, literatura, filosofía y prenociones sobre las clases que no compartía pues yo había estado en la mugre y en la oligarquía. Ellos tenían un sentido de la historia como una sujeto que se desarrolla y cambia por etapas de revolución inevitables, donde la semilla de lo nuevo esta germinada en la etapa anterior. Era un progreso en la medida asignado a Hegel y Marx. Yo solo escuchaba y discutía algunos pormenores pues yo era poeta hasta lo huesos y entendía la vida como un incremento musical desde la desesperación hasta el éxtasis y la alegría. 

Seguí sus marchas por sentir la calidez y rebeldía de lo que era ser un joven político en ese tiempo de agitación y represión. Sentí una unidad y una esperanza por cambiar el mundo, que denotaba compromiso y solidaridad. Lo que no me gustaba era su visión de los ladrones, los locos y los sectores populares, a los que ellos llamaban lumpenes. Yo me había criado entre ellos, y ahí la solidaridad nacía en la amistad y no al revés. Sentí solo propuestas y no planes pensados con gran raciocinio. Casi todos pensaban una sola consigna pero no algo adaptado al país. Hablaban de Mariategui y el socialismo indoamericano y me gustaba eso, pero su idea de lucha de clases y la vida pensada como un sistema dialéctica era algo forzado que no percibía yo en mis paseos por todo Lima, donde el caos y la trasgresión eran el pan del día. MX y otra gente también se daban cuenta, pero ellos inspirados por un profesor leyenda en historia hablaban que faltaba radicalismo a esas propuesta y que no pasaban de ser declaraciones. Igual pensaba pero yo por ser sociólogo y a la vez un filósofo poeta me internaba en conocimientos mas ligados a la búsqueda del orden y el equilibrio orgánico. En mi cabeza ya estaba Novalis y Shiller, así como Fichte y Holdderlin. Yo buscaba antes que violencia la agitación poética. 

Unos meses antes de las famosas marchas del 98 y del 99, percibía ademanes parecidos a mis estimados amiguitos de Lasalle, ladrar pero no morder cuando a palazos nos reprimían en las calles. En cambio MX y su gente si le iban a la agresión y a mi también eso me gustaba la camorra. Al ver esas marchas enormes y emocionales que huían por las calles en medio de comerciantes y coloridas banderolas nosotros pensábamos en algo más contundente. Yo era como un anarca, dedicado a la poesía social y sagrada y por tanto alejados de las masas y los genios. Para crear y escribir hay que salirse del mundo y hacerlo con todo el cuerpo. Por eso es un riesgo y a la vez una delicia crear. Una noche mientras tomábamos ese cañazo con kola real de piña. Un grupo medio borracho que le decían el gremio ronero se acerco a ver si había trago para seguir comer zancudos. Entre ellos había un pintor desgarbado y con lentes empañados. 

No se porque hablando de anécdotas con chicas yo hablaba de las achoradas y el todo borracho se rio de mi diciéndome que era un chibolo que no sabia nada. Furioso le iba dar como campesino pero Paul y Luis me contuvieron. Ya la conversa era medio tensa, pues se sentía esa desprecio y arribismo que ya les había sentido a pesar de llamarse radicales. Y Paul medio borracho si lo iba sonar y el grupo se alejo de nosotros temerosos de los guardaespaldas. A uno de ellos le dio ganas de devolver y nos sacaron las patrullas del parque. 

Una noche mientras enamoraba a mi huaracina de la escarcha y era beso y beso con ella en el parque cívico donde hasta calatos se concibieron, regrese a la facultad y me halle con MX y me contaba de la toma de la Villarreal y en su mente retórica y de estratega Voteireano se dibujo una idea. Había. que pasar a la acción. Lo escuche un momento y se fue a cranear. El me llamo luego, cuando vio las traiciones y los intereses. Gracias a el y otros seres que deambulaban por ahí supe las miserias de la política socialista y del movimiento estudiantil. Yo solo influenciaba y me puse a dar testimonio de aquella época, de lo que se vio y de lo que no se vio. Escribí un ensayo hace como 8 años contando el proceso político de nuestra alternativa, pero no contare sino muy adelante de lo que estaba en juego en aquella época. Se confundió un proceso de recambio generacional y de paradigma político como un recambio de poder, y gran parte de esos libertarios simplemente se vendieron o se acomodaron en la falsa democracia que nos tejió el poder internacional. Yo deje la poesía para pensar la realidad que hoy dejado en ensayos durante casi 20años. Hoy solo soy un cuenta cuentos en delirio por la vida. Yo si viví toda la filosofía y lo que creaba, pocos genios de mi generación no lo hicieron siguen creyendo en lo que ven. La teoría es la enfermedad de los hombres deshonestos. El espíritu del Perú esta renaciendo y la intelectualidad sigue en Europa.

Y para muestra un boton una noche con la gente brava llegue a una depa muy bien armadito en Breña con mis chelas en mano y luego de hablar sobre Evangelión y los emos, nunca entendí eso... Empezamos a decantar en la teoría del lenguaje... Por aquello años yo estaba profundamente releyendo a los postmodernos y a los maestros del lenguaje y sostenía que la verdad no existe, que solo existen acercamientos o interpretaciones. Que todo es un acercamiento que se basa en el uso de lo que hacemos y acordamos, y que nuestras creencias crean la objetividad. Algo que los enfermos de cancer que se salvan logran probar,. Para que dije eso ellos creen como todo ser librezco que existe una verdad inobjetable y que solo es cuestión de descubrirla y con ella como ley se debe transformar la realidad y llegar a una sociedad comunista....Claro no todos eran tan categóricos al respecto, pero los cliches de burla llegaron de MX que medio trukeado me recordo que yo no había participado en los preparativos de la toma y que insinuba era un cobarde... No le dije nada por ahora, pues entre los dos hicimos mas cosas que la historia no ha de saber, pues nos dimos cuenta que usaban a la juventud, y porque aun me dolia  haberme tirado a su ex novia en el gym de la UNMSM porque el me quizo atrasar con mi zurdita de los ojos de anime. 

La gota que rebalso el vaso fue cuando en silencio me tildo de pos-moderno, y que ellos son medio medio...^Ptmare me levante lo peche y sino fuera por los amigos a los que estimo con mucho cariño casi me lo sueno en su propia casa... Ahí salí rojo de cólera y  recordé con lamento haber chalequeado a ese viejito erudito que hablaba del Duro como si fuera un Dios mientras el Virrey, el motociclista  y mis respetos Degregori que nunca trató mal a los estudiantes y toda la gente ligth lo petardeaban....Yo siempre pense distinto, los segui porque detesto la palabra brava que no demuestra en la cancha el atrevimiento de su idea....Pero esa noche me di cuenta lo que el resentimiento puede hacer con un amigo... La verdad es como el gato aunque lo tires de cualquier sitio siempre caerá de pie... Ahi me propuse demoler al marxismo pero no lo hare, aunque es facccccillittooooo!

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