Una mañana del primero de Enero cuando frisaba los 12 anos salí con mi hermano menor a jugar con nuestros enormes skates. Yo tenia uno negro con azul y en la barriga una figura rasta de un zoombie. mi hermano y yo salimos al mar rojo y toda la calle estaba repleta de cohetes usados, botellas y muñecos y muebles rostizados. En las calles los vecinos seguían chupando y uno que otro borrachín dormía placidamente cerca a los desagües, cantando, "cantinero, cantinero, dos mas por favor". Me monte en mi skate y cuando agarraba impulso un perrazo como un lobo negro salio de la nada y me clavo sus colmillos en la pierna derecha.
Su dueño un vecino algo mano larga le grito y paro su ataque. Su esposa y el mismo al saber que su perro encerrado podría tener rabia me hicieron ingresar a su sala, y la jefa desapareció hacia la sala y con un mechón del pelaje del perro, su saliva, los quemo con un cerillo, y una solución como un aceite me las puso en los dos huecazos que su perro me había causado. Mientras reposaba en sofA que cantaba mas feo que Jhonny Orozco, el tío me felicitaba por los skates, en que trabaja mi padre y si los dejan solos. Mosca deduje que este era de los choros, y ya cuando se presento mi tia cuca me fui a mi casa a descansar agradeciendo a todos. Me recupere en tres días y una noche mientras buscaba una Guatz en la refrigeradora sentí que alguien quería abrir la puerta de madera que da a el techo.Lo que se llama por acanga Altillo. ´
Avise a mis viejos y con un palazo golpié la puerta y alguien se escurrió, dejando un gran sonido en el techo de quincha y madera. Abrí el altillo y pude ver a lo lejos dos hombres calatos escapando por los pliegues de los edificios, sin que los perros ladraran. Una de ellos era el vecino que me había sanado. Aunque no lo denunciamos, pues en mi barrio hay códigos, le conté esto a mi tio, que a parte de ser relojero era ducho en las apuestas, y medio perochena. Me pregunto quién era? y donde paraba. Pasaron dos días, y el bravo perro amaneció quemado en medio de la pista. Unos cumpas con ropa de militares se cagaban de la risa,. "ya nos están copiando estos lumpen". Ningún faite roba en el barrio todo es hacia a fuera. Cuando llegaron los centros de rehabilitación para drogos, todo cambio. Se limpiaban de la buena, pero en polladas seguían jalando..Mientras algún ansioso loquito escapa de su control y lo perseguian.. Bueno de eso vivían....Don Joaquin secandose en su silla..decia ¿ que diria de toda esto el guapito?
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