jueves, 11 de marzo de 2021

Pandemia e individualismo

 

En plena pandemua hemos visto muestras de desprendimiento para con los más afectados con la crisis económica. Pero en más de las veces hemos sido testigos de las peores muestras de egoísmo e irresponsabilidad. El virus ha sacado lo peor del ser peruano y la solidaridad orgánica de su cultura popular. Frente a la crisis de oxígeno, de la demora de las vacunas , la falta de camas UCIS y la crisis económica no se ha detenido para nada la frivolidad y narcisismo del criollo peruano.

La libertad para transitar y trabajar ha sido el accionar de una persona para buscarse los recursos para sobrevivir. Pero en muchos casos esa libertad ha sido mal usada para cometer delitos como las fiestas COVID de los jóvenes, que sin mostrar responsabilidad y sentido humanitario se arriesgan a contraer la enfermedad solo por buscar unos momentos de esparcimiento y diversión. La juventud hace de su tiempo de práctica seguir divirtiéndose y no mostrar respeto por la autoridad y las medidas de biosegurudsd. Aún nuestros jóvenes viven en la cultura de la pobreza entre el ocio y la frivolidad. 

A su vez hemos visto, la actitud criminal de inflar el costo de los balones de oxígeno para los enfermos que los requieren, y amenazar a aquellos que los venden a precio justo o simplemente los dan gratis. Aquí hay que celebrar las muestras de solidaridad de muchos empresarios ante la emergencia sanitaria. El sector privado ha buscado ayudar al Estado frente a su ineficacia de gestión. Y lo ha hecho con la compra y donación de plantas de oxígeno para los hospitales y familias que lo requieren.  También es de destacar el esfuerzo de las ollas comunes o economías de la subsistencia para comer todos los días, frente a la pobreza.

En plena crisis sanitaria hemos visto acciones que lindan con la delincuencia. Los casos de robo a mano armada y crímenes en el ciberespacio con estafas, son producto del egoísmo y la maldad criolla de algunos frente a sus propios compatriotas.. El individualismo artero de muestra sociedad es un fundamento de la creación y libertad de empresa, pero también puede ser entendido como la libertad gangrenaria para transmitir la vileza y la mezquindad del ser humano. Las libertades civiles aseguran el trabajo y la calidad de vida a partir del esfuerzo diario, pero a su vez son usadas para las peores desviaciones sociales; donde el proceso de socualizacion perece ante el avance del egoísmo y el individuo narcisista. 

La publicidad y los medios de comunicación están llenos de imágenes que estimulan el goce individual. Para ello, hay que tener acceso a recursos monetarios. Esto empuja a las personas a trabajar y estudiar para mejorar se posición social y así disfrutar de una vida más placentera. El problema que se genera es cuando este individualismo metodológico se convierte en crimen y en un aprovechamiento del cargo para tener mejores oportunidades de goce desnudo o calidad de vida. El escándalo de las vacunas gate por el expresidente Vizcarra y altos funcionarios de la Cancelleria de la Universidad Cayetano Herejía y San Marcos es la muestra de una sociedad corrompida por el individualismo negativo y la corrupción pública. En pandemia la solidaridad queda a un lado, y lo que prevalece es la vileza y la crueldad para interferir el desarrollo social. El miedo a la muerte extrapola el sálvese quien pueda.

Toda acción social implica una relación social frente a un prójimo. Ya sea cual sea la motivación la acción es con significado cuando es dirigida frente a otro actor social. Cada acción implica un proyecto y un tiempo donde concurre la acción.  Toda vida esta llena de acciones sociales con proyectos de vida que implican satisfacción o movilidad social. El problema es cuando las personas actúan por impulso frente a su prójimo, cuando no tienen planes de vida que proyectar y pronto se entregan a la anomia y la desviación social. El crimen y la corrupción pública son demostraciones de acciones sociales que dañan el proceso de socializacion y pasan por encima las normas morales de convivencia social.  El progreso de un país está amenazado cuando los vínculos y roles sociales dan entrada a actos que destruyen la sociedad o la mantienen en descomposición perpetua. La corrupción y el crimen organizado infectan todos los resquicios de la sociedad haciendo del individuo una subjetividad sin planes de vida y sumida en la miseria cultural. 

Sin libertades individuales es imposible la creación y el bienestar de una población. Pero cuando estas libertades están invadidas por la lógica del lucro y la vileza desmesurada pronto lo que se ocasiona es una parálisis de los procesos de socializacion y cunde la desmoralización y el despropósito. El individuo actúa en contra de la sociedad a riesgo de perder su libertad. Cuando no hay normas sociales que orienten el desarrollo del individuo lo que se espera es violencia y un carácter impulsivo. Si no hay roles u obligaciones  el individuo no respeta el derecho ajeno e instrumenraliza a las personas. La violencia contra la mujer es la ausencia de un otro al que considerar. No se le da el lado del sujeto distinto sino que se la considera un objeto a disposición del hombre. El rol del hombre pierde potencia cuando cosifica a las personas y no las admite como sujetos con derechos. En el caso de la mujer no hay más que subordinación y poco respeto por la cultura que maneja. 

La internalizacion de las normas sociales es un proceso de formación de la persona que no se detiene. Se espera que los roles que asume el individuo lo destaquen y pueda ser admitido en mejores responsabilidades y así conseguir el desarrollo humano. La calidad de vida depende de que tanto el individuo crea conocimiento para la sociedad y como lo reproduce entre sus iguales. Por lo pronto este proceso de desarrollo solo se mantiene en el mundo del trabajo y se viene debilitando en la familia, escuela y el rol de parejas.  En estos ámbitos de socializacion el individuo asimila una vida anegada por la miseria de afecto y emociones y si mucha violencia e indiferencia frente a su interior. En estos momentos de pandemia el virus ha roto con los vínculos afectivos y los roles sociales denigrando la vida del individuo a la espera de la insignificancia del sujeto y la violencia estructural. La enfermedad disminuye la importancia de la persona a ser solo un cuerpo frágil con una mente que guerrea contra sí misma. 

Cuando una sociedad es anomica como la peruana accidentes como el virus desnudan los sedimentos inestables de nuestra conciencia colectiva. El mal criollo consiste en aprovecharse con gusto del otro aún a expensas que tal despropósito lo arrincona hacia la desaprobación social. Ser péndejo puede ser una ruta fácil para movilizarse en la sociedad pero siempre es un camino que termina mal, pues su socializacion lo va dejando solo y desventurado. El mal criollo es nuestra expresión anomica de la guerra contra todos y todas. Hay expresiones de solidaridad y caridad pero lo que prima es el arribismoy el disfuerzo para mejorar y escalar posiciones en la sociedad. Por ahora nuestra naturaleza es dejar de lado el bienestar del otro y solo pensar en uno mismo. Nuestro trabajo es no ser virtuoso con nadie, y parecer formal y sociable con el resto. Nuestro sarcasmo refuerza posiciones de estatus y de clase. Aún los peruanos no hemos aprendido a convivir entre nosotros y no poseemos un proyecto de nación. Prima en su lugar una diversidad cultural desconectada de su labor con el sistema productivo. 

Para superar este individualismo negativo hay que reestructurar las culturas populares y las juntas vecinales para que los niños y adolescentes puedan jugar y desarrollarse al amparo no solo de la familia, sino sobre todo de una cultura del vecindario que vele por la integridad de su vecino y de sus congéneres. Si se logrará reconstruir el sentido de comunidad de las juntas vecinales se protegería al adolescente de lacras como la delincuencia común y la drogadiccion Y se entegaria al sistema educativo un niño/a más predispuesto a crear y aprender conocimientos que empoderen sus capacidades y respeten la vida social. Aun esto es un proyecto pues la cultura de masas ha minado el voluntarismo colectivo, pero se puede aún rescatar esta idea de comunidad para mejorar los procesos de socializacion y hacer crecer a los sujetos. 

Por lo pronto, el individualismo como método de desarrollo de la conciencia es la premisa que permite la libertad y la creación. No hay que restringir al individuo o hacer que pierda libertades democráticas. Lo que hay que hacer es reforzar las tradiciones comunitarias y rehacer la conciencia colectiva de pais, para que el éxito individual también sea en favor de la sociedad que respalda la innovación. Todo proceso de socializacion busca una sociedad de individuos donde su desarrollo sea a la vez es desarrollo de la sociedad. Hoy está premisa esta en cuestión pues la anomia deteriora la sociedad y la desmantels en grupos de interesados. La fragmentacion de la sociedad debido a la pandemia se ha reforzado y esto debe ser detenido y recuperarse la sociabilidad del Estado como del cuerpo social. 




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