miércoles, 24 de febrero de 2021

Lo que provocan los selfies



Hace años cuando Roque frisaba en los 24 años conoció por amistades de prácticas pre-profesionales a Coco en un centro comunitario muy cerca de la Universidad Católica donde ellos estudiaban economía en diferentes niveles. Roque había dejado la carrera temporalmente en el último año de la especialidad por una fuerte depresión que lo tuvo hospitalizado muchos meses. Dejo en el aire solo el curso de prácticas pre profesionales, que retomo para culminar la carrera en el año 2006. En  esos barrios cercanos al campus universitario ellos trabaron una amistad muy bella y aventurero. Mientras ejercían una labor social con pandilleros y vecinos afectados  por la pobreza y la inseguridad social. 

Con el tiempo esos proyectos de gestión comunitaria terminaron y se acercó un congreso de economía en Huancayo. Roque no conocía esa ciudad, pero se vio tentado a ir con Coco pues tenía recuerdos de los desmanes sexuales que José su amigo player había ocasionado entre las féminas embriagadas de nuestra promoción. Intrigado por explorar esos climas serranos y saber el futuro de la economía Roque se animó a viajar con Coco al congreso y escuchar las conferencias y meses redondas sobre el estado de la disciplina y los alcances de la situación económica del Perú.

Al llegar luego de un viaje agotador de 9 horas, atravesando el frio insoportable del Ticlio aun lleno de hielo, llegaron a un hostal de mala muerte cerca del centro, y durmieron en camas separadas hasta buscar un mejor lugar también cerca de la ciudad, y del centro de convenciones de la ciudad donde se celebraba parte del evento. A la mañana siguiente desayunaron unos surtidos de frutas y pan con camote y queso en el mercado de la zona, y buscaron un hotel más chévere y por casualidad llegaron a un hotel como una pensión muy acogedor donde un grupo de economistas chicas de la base de Coco se hospedaron en dos habitaciones grandes para ahorrar gastos. Ellas eran 13 chicas, tres en una habitación más cómoda, y las otras diez en una habitación más espaciosa donde habían tenido que solicitar una cama y juntarlas todas para dormir con cierta comodidad. 

Cuando llegaron Coco que las conocía abrazo a Yuly, una amiga de su base que luego le conto que lo había perseguido hasta Huancayo para estar con él. Y ella los condujo a la habitación donde todas reunidas estaban con pijamas ligeras y jugando entre sí con las almohadas y leyendo novelas eróticas que se pudieron ganar. En cuanto los vieron llegar como si fueran unas princesas se cubrieron hasta el alma y los interpelaron  acerca del evento y a qué hora comenzaban las conferencias. Claro ellas venían a hacer turismo y a  discotequear pero gentilmente Roque que iba a dar una ponencia les conté algo sobre la Universidad del Centro y la situación de la disciplina. Mala idea, a los cinco minutas bostezaban o se cuchicheaban entre ellas lo bien que era tener amigos hombres para ir  a las discotecas. 

Los botaron de las habitaciones y en el pasillo Roque se topé con Alexandra una colega de bases inferiores a la que perseguía con la mirada en la facultad pero que realmente no le daba sajiro. La saludó y le hizo una reverenda cobra de menosprecio con su cabello azabache perfumando el ambiente. Estaba con una chica delgada que poseía unos impactantes ojos grandes y azules que lo dejaron por unos segundos con malas ideas. Coco que ya las conocía un poco apresuro nuestra salida y nos fuimos a los eventos, claro diciéndole a Roque que por la noche las sacarían a las discotecas,  de repente entre tragos y juegos de chapadas sale algo, le decía.

Me sentía intimidado, pero entre tantas caras de féminas un tanto reservadas,  Roque no veía el modo de sacar provecho  de esta situación tan inusual. Aunque Coco al regresar para almorzar le había contado que introducirían trago de seguro, o se habían hecho a hacer turismo por la ciudad él no se sentía cómodo en esa circunstancia. Aprovecharon ese día tomar unos surtidos en el mercado y luego de escuchar algunas conferencias aburridas sobre el futuro de la economía salieron entre una muchedumbre de gente a visitar la Universidad del Centro. 

Era un campus casi en los suburbios de la ciudad, muy bien rodeado de unos árboles de eucaliptos gigantescos, y facultades más o menos desiertas, donde en los muros se podía divisar pintas alusivas a la actividad política estudiantil  de izquierda, y sus reclamos y visiones del mundo entre la solidaridad y la violencia. Ingresaron al comedor, para hacer hora, pues la ponencia de Roque aún no se daría hasta luego de dos horas, y luego de ir a recoger la ración del día, muy parecida a la sanmarquina, escucharon entrar a una estudiante de la universidad levantando la voz a cerca de los justos reclamos de catedra libre, y no intervención a los centros de estudiantes. Ya por eso años Roque escuchaba con cierta tensión esos discursos a cerca de la justicia y la revuelta como si fuera bulla que atronaba sus sentidos, y trataba de degustar sin ánimo de impacientarse su quinua con pollo frito, y su yogurt artesanal muy bueno. Luego que se fueron Coco le planteaba sus pareceres y como era dos o tres años más joven que Roque se sentía entusiasmado porque la conciencia crítica estuviera diseminada por todo el Perú. Roque con un gesto de desagrado solo atinaba a sonreír y hablar de modo simplificado y como sabía que estaba entre jóvenes disidentes, solo le decía a Coco: “Tanto estudiar para mostrar los puños”. Bueno Coco le profirió con risas incluidas,  “mucho manual será, pues o mucho dar por el Popper”… Como nadie entendía la indirecta intelectual ambos solo se carcajearon y sintieron esa ojeriza distraída pero a la vez  muy enzimante que cae  a veces sobre los forasteros.

Salieron empachados al campus y mientras veían pequeñas marchitas de jóvenes arremolinados en los exteriores de las facultades llamando a la reflexión. Roque advirtió a algunos activistas de Lima reunidos más allá en las cercanías de la entrada, bien enchompados y con ganas de meter harta letra. Se cruzaron y entre ellos estaba una joven de antropología con la cual Roque discutía en las tomas de San Marcos, por su apego a ciertos izquierdistas que usan al pueblo, beben y bailan con ellos, pero luego negociaban en Berlín con chelas la representación con mercenarios del Estado de aquellas épocas. 

---Hola Roque, has venido de espía.

---Turismo recreativo, y algo más

--- Bueno, acá pues uniendo las luchas universitarias, y haciendo puente por la causa.

--- Con esos ojos de anime japonés, la causa será una proclama de yaviries Melgarianos..

--- Tu siempre jodiendo de forma culta. Te odio, pero a la vez te respeto porque si deseas nos puedes destruir.

--- No tengo esa actitud, estoy retirado hacia las letras, y echando a la garganta cerveza para formar nuevos espíritus…

--- Solo eres un  borracho que desperdicia su talento, pues no eres de izquierda,

--- Es una larga historia de la que incluso tu eres con respeto solo un alfil más.

---  Nunca cuentas lo que has visto, pero sé que estoy con los transformadores, y hacemos algo, en cambio tu eres un solitario anarquista que mete el golpe, y luego no participa con ningún colectivo.

--- Bueno no me gusta andar en grupos, solo hago cosas por ahí.

Se miraron un momento. Los enormes ojos café de Roque se clavaron sobre los Ojos de Madelein, y de un silencio de desacuerdos desoídos, ella solo sonrió y haciendo una enfadada mueca de reclamo se alejó con su sequito dispuesta a echar más leña al fuego en aquella manifestación que se agrandaba al pasar de los minutos.

--- Roque vamos ya es hora de que des una catedra a estos jóvenes desinformados.

---- Ya pues, vamos a nadar contrala corriente.

Llegaron  a la facultad de economía, y buscaron el salón donde se impartiría la ponencia. Sabia Roque que tendría solo quince minutos para dar un mensaje claro y a la vez influyente.  Estuvo esperando su turno escuchando dos ponencias de colegas de Chiclayo, y Puno,  a cerca de la realidad regional de esos lares. Y Vio con cierto desconsuelo el pobre nivel analítico y muy cargado de prenociones ideológicas de aquellos jóvenes ya entrado en años, y la carencia de deliberación en relación a las interrogantes que se les planteaban.  Solo supo por una compañera de otras disciplinas que vino a Huancayo que las ponencias sobre economía eran de lejos mejores en los estudiantes de Católica y San Marcos. Y pudo suponer que era así. Cuando le toco su turno, hablo acerca de aplicación de los enfoques de la dependencia al  carácter actual de la formación peruana y como estos se habían quedado desfasados y con ellos el marxismo había perdido peso explicativo en la región

Termino su disertación y como era tan sólida las preguntas que llovieron del público joven, eran de celebración, pero a la vez de una crítica desafortunada, porque la ortodoxia y sobre-ideologización de los jóvenes activistas era tanta que siempre a toda nueva expresión de reflexión le insultaban con la etiqueta de revisionismo o desperdicio de la inteligencia. Roque debatió con tal ánimo que  cada pregunta o denuncia, apelaba a su saber filosófico para desbaratar posiciones tan primarias que no tenían contacto empírico con la realidad del Perú actual.

Salió del salón un tanto apesadumbrado por el fiasco de no ser comprendido, aunque no siempre se tiene la razón en todo, pero seguro de que el futuro le daría la razón. Regresaron al hotel y ya era viernes en la noche… En la recepción Alexandra superbella, con esa ojona preciosa y Yuly en un jean supercohete, se iban a la discoteca a darle alegría al cuerpo. Coco se apuntó con ellas, y me jalo con el grupo. Caminamos hacia la discoteca cuatro cuadras lejos del centro. Y en esos años Huancayo era tranquilo y las calles eran muy desiertas y frías. Llegaron a la discoteca donde estaban todas las delegaciones de economía del Perú, y habían dos salones donde en una se tocaba música contemporánea, y en otro música folclórica de la más buena. Coco atraído por los huaynos y sayas se separó del grupo de las tres chicas, y nos confundimos con unos gringos que zapateaban y en grupo como yunzas alocadas liquidaban la garganta y eran tan alegrones que los aromas típicos de la marihuana y el hachis inundaban el ambiente, en medio de mirones que se ganaban con las rubias francesas e italianas.  Roque trataba de seguir el paso, pues no sabía bailar huayno, ni saya…. Y veía como Coco más   rufián y alegre se resbalaba entre osamentas brillantes y extasiadas por la música y el efecto de los alucinógenos… Roque tomaba con una italiana, y a veces se piteaba algo de marihuana y conversaba en lo que podía con esa italiana tan bella que el efecto de la cerveza y los tronchos lo animaban a estamparle un besote a esa gringa tan bella. No sé cómo de la nada apareció un borrachin del tumulto de bailantes que intento sacar a la mala a la italiana, y Roque que era medio agresivo, lo empujo con tal fuerza que el borrachin perdió el equilibrio y cayó al suelo con su chela en la mano.  Sus amigos se acercaron para pararle el macho a Roque, quien inmutable no cedía centímetro, y sus gestos eran secos y desafiantes…. Iba a arder Troya cuando Yuly y Coco se lo jalaron hacia la otra estancia donde estaban todas las chicas, incluida Alexandra que bailaba reggaetón con un turista de lo más embelesada… 

Ahí más controlado Roque se deshizo de los mareos y como tocaban de todo, empezó a sacar a las chicas a bailar salsa, merengue y música negra, que a veces ponían. Como en el lugar sobraban chicas Coco y Roque bailaban con las 12 chicas en grupo, con bajaditas y salero incluido, alborotando el cuerpo y tomando ya ron, y pisco acholado. Incluso las chicas se acercaban más y más con el reggaetón y el trans a los dos despabilados amigos que entre si alternaban miradas con traviesas intenciones. La madrugada era tan cálida en ese lugar abarrotado de bailadores, que Roque infestado de instintos delictivos se le acerco aisladamente a una de las chicas a la que había conocido de refilón en sus habitaciones. Ella bailaba tan sensual y con tal vigor, que perdidos en el tumulto de esa oscuridad iluminada psicodélicademente se le acerco picado de tal modo, que sus bocas de acercaron, el cuerpo de ella se detuvo de pronto, temblando y ruborizada, se dieron un besito tan dulce y suave que nadie advirtió que Roque la tenía de la cintura y ya le recitaba versos y reliquias de incitación para escaparse en la noche fría. Ella se desengancho de Roque y se refugió entre sus amigas y sin decir nada apuro un trago de ron para olvidar el fuego que la recorría de súbito. 

Roque la miraba de lejos y ya enlazado con los ingenios más arrebatados bailaba con tal sensualidad la salsa con las chicas, que la mirada de esa inocente caderona se convertía en una invitación al atropello más furtivo…No sé cómo desaparecieron del lugar casi todas las chicas, cansadas de seguro, y Roque con Coco se quedaron con Yuly y Susana, a seguirla…. Aunque Susana era tímida y reservada, no pudo contener la curiosidad de conocer en lenguajes melódicos  a Roque y toda esa noche ambas parejitas bailaban con chapes e incitaciones al deseo…

Salieron ya muy ebrios y caminando hacia el hotel, Roque más despierto se fue distanciando de Coco y Yuly, agarraditos de la mano con Susana que toda embobada lo tenía abrazado de la cintura tratando que el viento frio de la noche no la derrumbara en el acto.  Roque la aparto en una esquina y Coco entro en el hotel con Yuly, con sus propias odiseas internas.  Roque exaltado por los tragos y la fuerza de olor de hembra tímida que lo movía, la cogió de la cintura, y apretujándola contra su cuerpo le iba a dar un beso tan eterno, que Susana llena de pudor le hizo la cobra, y con su mano delicada le desvió el rostro que como cuchillo, la buscaba para estallar juntos…

--- Me gustas, pero ¿qué quieres de mí?

-----No lo sé, siento una gran fuerza que me atrae de ti.

--- Yo no soy una fácil. Si quieres algo conmigo me tienes que conocer--- Tratando de desenlazarse de Roque que les respiraba literalmente en el cuello.

--- No prometo nada, pero ya nuestro beso no ha sido un accidente, nos hemos encontrado esta noche y hay algo que debe terminar sino luego nos sentiremos incompletos…

--- Palabras tu solo quieres jugar conmigo…

--- Mírame a los ojos--- La acerco a su rostro, y ella apuro la respiración de tal modo, que sus ojos huían de la mirada seductora de Roque, y su cuerpo volvió a temblar.

--- NO no, no puedo, no es correcto…

--- No hay moral para estos instantes de junglas de amor---- Al decir esta palabra, Susana que ya huía de ese beso inevitable, volvió en sí, lo miró toda atenazada por su ser salvaje, y ella misma se zambullo en los labios enrojecidos de Roque que sorprendido por tal furor, respondió con su palabra que no es palabra.. El beso fue tan preciso de emociones, tan romántico y vital que Roque se sintió arrastrado por el intento demencial que el la amara, en ese beso donde ella dejaba el alma. No había mordiscos ni vulgaridades, sino una exploración inocente de un alma que comunica todo su romance a través del ingreso a las demás descargas inusitadas de placer… Cuando culmino el beso, un descollar de sonrisas y movimientos de algarabía se apodero de Susana. Se alejaron hacia el hotel, y ella lo cogio de la mano con la ilusión maquillada en su rostro de inocencia extraviada. Cuando iban a entrar a su habitación compartida con Coco, el y Yuly estaban hurgándose violentamente en la cama, provocando la sorpresa de Susana que la cogió del brazo y salieron raudas hacia sus cuartos.

Coco y Roque se miraron posesionados por la energía de estallar aquella noche, que sin pensarlo se precipitaron hacia los aposentos de 11 regiones inexploradas, y sin ninguna vergüenza animaron a seguirla con una botella de ron en las manos.   No estaban dormidas, pero asustadas y a la vez curiosas por el momento, los dejaron entrar, pues ambos fingieron que se caían de ebrios. Las risas generalizadas se apoderaron del ambiente, y Coco más osado empezó a pedir música trans para bailar. Las luces se encendieron y Coco todo endiablado se sacó el polo, y entre las camas revoloteadas se percibió un sonoro y embarazoso Urra, si, si¡. Roque que no sé  cómo estaba ya acostado en una de las camas se sintió atraído hacia las más avergonzadas.  También le pidieron que se saque el polo, y Roque sin roche lo hizo, soltándose un!Aug, Aug¡ más infestado de invitación al atentado pues Roque hacia fierros. 

Entonces los selfies perennizados empezaron a volverse escenas más descargadas de vestuarios. Coco en bóxer, y Roque rodeado de Susana y tres chicas se ponchaban unas fotos de almanaque veraniego, que la imaginación alborotada de Roque hacia que esas fotos terminaran en besos impredecibles a esas piernas descubiertas, a esos cuellos parlantes, y esos cabellos confundidos en un  viento de aromas carnales, que pronto las luces desaparecieron y Coco y Roque eran invadidos por una selva de formas y sabores. Donde las risas espasmódicas y las caricias más mortales rompían todas las posibilidades de que alguna ecuación anticuada pudiera sentir ese entrechocar de osamentas y esa conspiración de lenguajes inusitados que solo Coco y Roque eran dos armas que hacían posible esa liberación de energías secretas. El alcohol y las frutas que aparecieron, en esos cuerpos enseriados por el flujo animal, eran golosinas que estimulaban el encuentro de órganos sexuales, y con ellos de universos de sensaciones y resonancias jadeantes que derretían el lugar con insultos y demostraciones de caos que de pronto no había más vestuarios y civilizaciones hipócritas, solo cuerpos que se hallaban y hurgaban y el lenguaje cobraba una fuerza de solo juego telúrico,  donde eran solo naturaleza y amor licuado de expresiones ahogadas de goce desmesurado. 

Coco y Roque que eran dos jóvenes vigorosos  se fueron acomodando sobre Yuly y Susana, sintiéndolas mas porque habían compartido una noche de más religiosidad romántica con ellas, mientras los demás cuerpos desnudos y enviciados contemplaban la escena irradiando unos silencios que el lenguaje no era capaz de comunicar. Cuando ya las represas se sobrevenían las once chicas se enjugaron con esas savias quemantes y gestos incomprensibles de delirio se estamparon en el ambiente medianamente oscurecido. Los guardianes que hacen posibles esos jardines colmados de sensaciones infinitas quedaron trenzados entre ese interminable paisaje de osamentas saciadas. El sueño y la armonía que no tiene historia, se arroparon con las sabanas y colchas. 

Al amanecer ambos varones salieron de sus habitaciones y como ya el congreso de economía había concluido un día antes fugaron hacia el terminal de buses rumbo a Lima. Cuando quisieron ver los registros de esa orgia natural, ellas habían borrado todo el recuerdo fotográfico. La inteligencia era femenina sin lugar a dudas, es una pena que el miedo y el juego de la cautela no derramen sobre la realidad esa energía descomunal que se  sigue acumulando y no escapa sublimada hacia nuevos mundos. El sexo es la energía más poderosa del universo. Pero sin ser venerada en el amor como ley universal es solo violencia que hoy se niega a la entrega. El descaro sigue siendo la contradicción más doliente y grotesca de esta nueva época desvalida de creación y  romance.   


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