viernes, 19 de febrero de 2021

Economia y salud

 



A pesar de nuestra economía disfuncional Pero pujante crecíamos con todos sus problemas entre 4% a 5% del producto bruto interno. Los brazos de esta economía era el empleo formal que generaban los sectores de la minería, la agroexportacion, la pesca, el turismo y la construcción. En un segundo plano se desplegaban un sinnúmero de empresas y microempresarios que son importantes para los consumidores.


El sector salud tal como está afrontando la pandemia está precarizado Abandonado por décadas nuestro sistema sanitario no logra tener una cobertura universal de la gran demanda que pesa sobre el. Un comentario a parte concita los servicios privados de salud que llenan el espacio del sector público, pero que son para privilegiados. La informalidad de la economía es la traba estructural que no deja que los aportes del sector formal de los empleos logren cobertura. Se estima que sólo 7 millones de peruanos aportan a la ONP ( Oficina de normalización provisional). Y que no se hable de LAS AFPs ( Administración de Fondo de pensiones). Mencionó esto porque un sector enorme del empleo es informal y no tienen acceso a algún servicio de Salud de calidad.

Hoy con la pandemia el sector salud público y privado ha colapsado y el Estado está dejando que miles de contagiados mueran en los hospitales y en sus hogares ante la crisis del oxígeno que se ve todos los dias en TV de señal abierta. No se ha prevenido con una medida que los hospitales cuenten con sus propias plantas de oxígeno medicinal. Por está crisis sanitaria se ha paralizado la economía ante los confinamientos  que el Estado ha ordenado para parar la curva de contagios.

A pesar que la sociedad está en riesgo de una atrofia económica el sector privado y el Estado no se ponen de acuerdo para salvar la situación como líderes que son. La protección que tienen los privados según la Constitución de la República no deja que las clínicas sean intervenidas y se mejore la lucha contra el virus. El mercado regula la muerte de los pobres y desposeídos. Pues en este pais sino tienes dinero te mueres.

Debido a la crisis sanitaria el Perú llegó en el año 2020 a menos 40% del PBI. Y aunque se venía recuperando la segunda ola ha sido un batacazo para los comercios y restaurantes y para la producción en general. La salud es primero. Pero las medidas estrictas de confinamiento y toque de queda han sido irresponsablemente pasadas por alto por un grueso sector de la población que no tiene recursos para sobrevivir. Ha fracasado el ex presidente Vizcarra  como viene fracasando el presidente Sagasti.

Antes de la pandemia el Estado tenía un presupuesto asignado que no sabía gastar en infraestructura a lo largo y ancho del país. Falta un shock de inversiones desde el Estado como del sector privado. Nuestra élite económica no es capitalista, no arriesga ni confía en sus subordinados para dar un salto cualitativo. Los monopolios y oligopolios que se han dado en varios sectores de la economía nos hablan de una competencia desleal que no deja que la economía se diversifique o se industrialize

Es el sector de los empresarios pequeños y los microempresarios los que sostenían el grueso del empleo del país. La minería ha generado circuitos económicos donde el comercio ambulatorios y otros negocios florece. El turismo da trabajo a la comida peruana apreciada en el mundo. Hay varias razones para creer que el sector popular de la economía ayudará a resistir la crisis sanitaria y de vuelta la economía de subsistencia o de las ollas comunes. El consumo que no se ha alterado mantiene las ganancias de la gran empresa y de los pequeños empresarios.  Y está característica del consumo la que recuperará al país.

Pero se requiere salud universal y preparada con buenos profesionales. Y una economía donde el sector público y privado de un shock de inversiones que tener cadenas productivas y circuitos económicos y así formalizar más el empleo y dar bonanza al pueblo. El rol dirigencial de la empresa privada es crucial; deben encontrar nuevas rutas financieras y diversificar la economía y no sólo vivir de la renta de sus monopolios.

La fuerza de la mano de obra seguirá la capitalización del país. No hay que mercantilizar la vida humana sino como Estado y privados unirse para sacar a la población del pantano de miseria y enfermedad en que se ha hundido. Hay que mejorar la organización y gestión pública. Así como la logística y la distribución dejar de ser un problema. Hoy que el país se desgarra de sufrimiento ante la crisis sanitaria es menester cuidar la salud del pueblo para que vacunados todos se pueda reactivar la economía y generar un Shock de inversiones. Modernizar el sector salud. Modernizar el Estado y hacer que las personas consuman productos de buena calidad que favorezcan a los empresarios. 

Por último la polarización que hemos visto entre la economía y la salud de los peruanos no debe repetirse. Es menester fortalecer los fundamentos de nuestra economía y no sólo confiar en los comoditis mineros para que las personas tengan un seguro universal de salud y así afrontar otras calamidades que vengan en el futuro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La desunion de una familia

  Hace unos meses conversaba con una vecina que es adulto mayor. Le decía que a pesar de tener 75 años se le veía muy conservada y fortaleci...