miércoles, 19 de diciembre de 2018

Simulaciones y ridiculeces… (La política y la ignorancia del desarrollo)







Anclado en la selva me tope frente a frente con las noticias del canal N (8) y luego de curioso el 10 de RPP (radio programas del Perú)…. Había decidido no volver a tomar en serio los simulacros de acciones políticas que no llevan a nada y el desperdicio de verborrea tecnocrática que nadie ejecuta y es capaz de llevar a su correcta aplicación. Más allá de un sentimiento anarquista o desobediencia escéptica que la mayoría de irresponsables cometen, el estado de ánimo del que partían mis consideraciones era vagamente emocional e insuficiente…. Se requería modelar esa actitud en ideas, diagnóstico y porque no en propuesta…… Esto último es más complicado y dejo el ejercicio para lo inicial. He de observar que el desprecio ante la política en el ciudadano común es un sentimiento razonable, pero a la vez conveniente para la privatización del poder. Y a la vez, en contraposición, la actitud de criticar la indiferencia de las personas ante el proceso de la cosa pública es también una premisa equivocada…. Pues la disposición afectiva hacia la política parte de que la vida en ella no sea un desperdicio de tiempo, y no conlleve al gran show en que se ha convertido…. Ambas actitudes son emociones larvarias y confusas a las que hay que darles una lectura racional del lugar en que se hallan, y cuales son las acciones pertinentes para liberar a la política y a su ingeniería institucional de teatros, viajecitos, y seminarios con cocteles, y parrilladas sensibilizadoras…. Hay que dejar de lado esa escena triste de que se le saca la mugre al capital o se decide el destino del mundo desde ágapes en hoteles cinco estrellas, o desde salas de reuniones con conversaciones al aire….

El arte de los peruanos ha sido la verborrea espectacular, inservible, crítica, moralista, pero a la vez complaciente e incapaz de llevar las fastuosas recetas que exhibe a la acción concreta y a su sostenibilidad social. El gran abismo entre la palabra y la acción técnica ha sido un arte que ha favorecido el florecimiento de poetas, literatos y dramaturgos, y por tanto de personas y generaciones de eruditos que sólo han comerciado con ficciones y mentiras. Los grandilocuentes castillos de ilusiones que han dominado nuestra imagen de nación milenaria han escondido la poca voluntad para concretarlos, o el poco esfuerzo para socializarlos. El sentido común a lo largo de la historia se ha construido en base a silencios y tergiversaciones, a ficciones y psicologizaciones que sólo han perseguido el disfrute y el jolgorio personal. Las ideas clericales y rebeldes de las que han bebido nuestros jóvenes han surgido de un estado de ánimo que sólo ha buscado la diversión y el dispendio a base de poco esfuerzo. Ha sido una empresa de seductores y de ociosos, que se han convertido perjudicialmente en ideas y programas que dominan nuestra realidad y de cómo actuar en ella. El Perú se ha construido desde una cantina, o desde un aquelarre de floripondios rodeados de libros y hologramas.

El daño que ha ocasionado olvidar este divorcio esencial ha conducido a lo ridiculez que escuchamos en radios y en programas considerados serios, donde me respondo que el origen de nuestra ocurrente ironía y sarcasmo popular parte del disparate y la incoherencia para enfrentar los problemas que nos rodean como país. Nos reímos de la estupidez que nos rodea. Doy ejemplos. En esos días que me hallaba encerrado en habitaciones cálidas hurgando en la TV de la selva para saber de pesca y de salud natural mientras me tope con el escandalo de Magaly Solier. Luego la vergüenza de los sistemas de bloqueos de señal de celulares en el penal de Trujillo. Y por último la consabida entrevista al Presidente Ollanta Humala Tasso, en varios canales de señal abierta. La TV se ha convertido en un espacio de simulacros y de performances que se presentan como serios y reales, donde la noticia es una forma de información que refuerza aquello que critica y vapulea. La desinformación no parte de que no se exprese lo que acontece, sino en la  forma como se interpreta, en la forma como se distorsiona una acertada lectura de las cosas y de como se frena toda acción ante ella. La noticia así como la farándula de Peluchin parten de que se banalice lo que pasa, y se vuelva un chisme que inhibe la decisión, y la acción juiciosa.

En primer lugar manifiesto mis respetos por la consecuente Magaly Solier. Lo que se le sucedió en el servicio del Metropolitano de Lima con ese fracaso de hombre, pervertido, es un ejemplo de lo separado que se hallan los sexos, y de como la mujer en este país es aún un enigma incomprensible para nuestra sociedad y para el machismo.  Indignada por la frustrante escena que tuvo que experimentar, cuando un imbécil que no sabe respetar ni considerar a una mujer se masturbaba detrás suyo, denunció ante cámaras en RPP (Radio Programas del Perú) que el acoso contra la mujer es insoportable, destructivo y que debe acabar, que alguien debe hacer algo. Su polémico testimonio y la actitud desde la que su irritación se publicitaba es una prueba de la situación desfavorable en que se halla la mujer en el Perú, a pesar de lo que han ganado y de su ascenso social educativo y organizado en las últimas décadas. No se ha comprendido que el empoderamiento del sexo femenino no es sólo laboral o político sino que es sobre todo un proyecto  cultural que persigue equidad de condiciones en la sociedad patriarcal, así como un viraje moral en cuanto a la idea de la mujer y la expresión de su cuerpo y sexualidad. Hasta ahora ese ascenso ha sido leído por los hombres, en una buena proporción, y por lo sectores conservadores, y retrógrados del país como un desafío ante la naturaleza de las cosas, como un reto que vulnera la seguridad de los hombres y de su inherente hombría.

El ascenso del feminismo, y la incomprensión de los hombres, no ha erosionado esa idea autoritaria de que el cuerpo de una mujer es un objeto que tiene un precio, y que debe ser tomado y vilipendiado cuando el machismo lo requiera. Se le ha enseñado con más cinismo que antes que comprender y estimar a una mujer es un acto de afeminados, y de cursis, y que el único camino para conseguir placer y la fidelidad de una mujer se basa en el poder económico, en la coacción, en la demostración política,  en la suplantación o en el espionaje. No comprender, ni considerar los sueños y el mundo de las mujeres, conduce a no saber enamorarlas, a no saber llamar su atención ni a quererlas. El deseo sobre el cuerpo de las mujeres, su exagerada cosificación, crece con cada incomprensión de lo que piensan y sienten, de lo que logran y conquistan en la realidad. Ahí donde no hay esfuerzo ni poder para impresionar se accede al acoso, a la violación y a la pornografía viviente, y por tanto a la desviación de lo que es hombre, sin que se crea en el amor, porque se odia a las mujeres, a las que se desea. Sentencia: Todo hombre que piense a ciegas que conseguir la sonrisa de una mujer, o su alma con el carrito que le pones delante de su casa, de los galones que se ha conseguido, con el dinero, o la amenaza en el negocito que le pones, no es hombre, da risa y pena…. Hombre es algo que no se aprende en ninguna universidad, o con el status que se nace,  no requiere del dinero, sólo es ser león y niño a la vez, alguien que tiene fuerza y romanticismo. (Esto es otro tema).

Esto es quizás un tema aleatorio y que se da de fondo. Pero el tema más mas indignante y a la vez vergonzoso sucedió luego en otra escena de RPP, cuando ya se trato específicamente de la denuncia. Ante el agobio y frustración de Magaly Solier, y el encaramiento de la periodista de RPP, al Gerente de PRONTRANSPORTE del Metropolitano de Lima Ítalo Fernández, que sólo se justificaba con el seguimiento del caso y la exposición de un protocolo de denuncia que es un saludo a la bandera, ella sólo atino a testimoniar: “Que denuncien las mujeres si están pasando por esto y yo voy a llegar hasta el último con este hombre", afirmó. "Y si ustedes no hacen justicia, yo voy a hacer justicia. Este tipo de hombres hay que castrarlos, cortarles desde abajo, eso es lo que voy a hacer" (Fuente de RPP.  http://peru21.pe/espectaculos/magaly-solier-denuncia-acoso-sexual-bus-metropolitano-2185572). La ley no sirve, pues una perorata de intenciones, diseños y propuestas que nadie tiene la voluntad de aplicar, y que en realidad no es efectiva.

En la actitud de Ítalo Fernández de sólo mencionar los mecanismos que se iban a utilizar para resolver este escandaloso hecho de vergüenza pública se dejo sentir la misma indiferencia y desafección por los ciudadanos que constató Magaly Solier cuando pidió ayuda en el bus del metropolitano para detener a esa basura de hombre, que no debe respirar. ¡Debieron ver la cara de la periodista y de Magaly Solier al escuchar los pretextos del gerente! No sabía si avergonzarme o ponerme a reír. En su sólo cumplir con escuchar se dejó sentir la simulación de institucionalidad y de resolución de problemas en que reincide El Estado y sus autoridades. Estaba fastidiado y con aires de soberbia, pues no pedía perdón, y la verdad no va hacer nada, pues es un huevón que esta en un cargo que no entiende…. El abismo entre la letra y la acción, es una realidad de ausencia de voluntad, pero  a la vez de un profundo desconocimiento institucional y organizado de los problemas que les suceden a las mujeres. La mayoría de leyes y disposiciones son sólo represivas y letra muerta, consultorías, recomendaciones y acuerdos protocolares que piensan que desde el Estado, y desde la ilustración pública se puede hacer algo. La verdad es que el cinismo y la hipocresía de esta época nos hacen creer esa barbaridad de la preocupación de nuestras autoridades, cuando es un tema eminentemente cultural y de cambio psicológico. Un poco de sinceridad no le vendría mal a nadie, pues solo la sociedad puede alterar esta situación de violencia en contra de las mujeres, cuando cambien sus valoraciones en relación a la mujer y sus cuerpos.

Un segundo tema que llamo mi atención fue la vergüenza que ha pasado el gobierno al apurar la instalación de Un sistema de bloqueo de celulares en el penal “El Milagro” en Trujillo y en Chiclayo. Siendo un problema para el combate al crimen que las órdenes centrales del crimen organizado se dictan desde los capos de las cárceles, se ha forzado la aplicación de un sistema de bloqueo electromagnético de la señal de los equipos móviles desde los penales de máxima seguridad. El congresista José León de Perú Posible,  comprobó su operatividad el lunes 26 de Mayo pasado, desde un lugar preciso del penal, y su llamada pudo salir hacia afuera del penal. Aunque se especuló que hubiera cierto sabotaje o hackeo del sistema que el gobierno piensa emplear, señalado por el Director del INPE (Instituto Nacional Penitenciario) José Luis Pérez Guadalupe, lo cierto es que se mantiene en un período de prueba por 30 días, luego de lo cual se sabrá su adecuada utilidad. Hay de modo formal una apuesta por desactivar las comunicaciones del crimen organizado, y de potenciales rivales políticos presos, pero lo real es que se ha pagado mucho dinero a una empresa privada, sólo para dar la idea a la sociedad de que hay un combate vertical hacia los tentáculos de la delincuencia, cuando su gestión tendrá un manejo claramente político, que no interferirá con el desarrollo del crimen.

Se propaga una solución ceremonial para contentar a la opinión pública alarmada por la inseguridad ciudadana, cuando se sabe que el delito ya ha corroído las esferas medulares del poder público y sólo es un obsequio tecnológico, que no oculta la escasa organización y los pocos recursos de la institución policial para hacer frente al delito que ya es un tejido social acendrado en la sociedad. Las planillas doradas de la oficialidad burocratizada, los sueldos de miseria, y los escasos efectivos policiales, así como la corrupción en varios sectores de la policía permiten pensar que el problema es de capacidades y de preparación y no de los juguetes que se adquieran. El avance del delito no es sólo producto de la descomposición cultural que ha potenciado la desordenada modernización del Perú, sino una premisa necesaria de erosión de los valores morales de las culturas, ahí donde es necesaria la adicción y la degradación para el consumo y la ignorancia.

 Como sostuve en otros escritos, los diseños y las propagandas en relación a la resolución de una crisis institucional esconden que la aplicación de formas técnicas impropias para ciertas condiciones culturales no examinadas, no consiguen modelar las respuestas organizadas que se prometen, sino que el objetivo es empeorar la vida anómica que se piensa combatir…. Una solución técnica frente a una cultura trasgresora se enfrenta pensando que la fuerza de las medidas, el sobrepujamiento de los pesos y contrapesos normativos, así como la adquisición de ornamentos tecnológicos de vigilancia es suficiente para construir una cultura organizativa eficiente. Un pathos enfermo en el Estado, o en cualquier historia organizada sólo cambia en base a un compromiso con un nuevo poder, con una nueva fe cívica, y eso debe sedimentarse en modificaciones normativas, reglamentarias y diseños técnicos originales ambientados a la cultura de los gobernados. Es un impase no focal o funcional sino sistémico y espiritual.

En una cultura tan compleja e indescifrable como la peruana, tan poco consciente de sí misma, la integración tecnocrática es un acto de reunificación anímica que atraviesa el cuerpo social, de construcción de un pueblo sintiente. Y eso es algo que sólo puede generarse desde renacimientos culturales que conecten a la gente en relación a una nueva creencia cívica, un secreto único que los peruanos y su inteligencia han extraviado en los estertores de la historia. No hay que redefinir lo que se ve sino como se siente originalmente lo que nos rodea. Sientan lo que habitamos, eso es el principio de una renovación popular. La toma del Estado no es la salida, no se puede cambiar nada desde él, eso de que si es un cuentazo, pues no es un organismo soberano de múltiples formas. Quienes patrocinan esta idea lucran con ella, o plantean el cambio social de modo equivocado para aniquilar el nacimiento de nuevos sueños y expectativas, que sólo refuerzan el poder. (Esto es otra historia)

Como tercer  ejemplo de este abismo se menciona la curiosa entrevista que periodistas políticos Augusto Álvarez Rodrich (canal 9), y Roxana Cueva (canal 5) le hicieran al presidente constitucional del Perú Ollanta Humala Tasso, el domingo 1 de Junio del 2014.  Se puede comentar largamente a cerca de los pormenores de la entrevista, el énfasis puesto en justificarse ante la deslegitimación de su gobierno y de su persona, y los comentarios ácidos de sus rivales políticos en sesiones aburridos de politología y de proselitismo inservible atizado de emplazamiento moral, pero no lo voy a hacer. Creo con firmeza que criticarlo por el lado del estado de la política, o de la erosión del régimen de gobierno es un supuesto vulgarmente maniqueo. El es sólo un político tan igual y semejante como el resto. Responden a un sistema y a un estilo de razón de Estado que hace de la cosa pública una aldea o una chacra de grupos privados de poder que sirven o hacen ridiculeces para el poder económico o los poderes paralelos. Su negocio y su hábito como el resto es fingir que conduce, sabe y toma decisiones, cuando sus dos actitudes razonables entre ese mundillo de sirvientes encorbatados son, en primera instancia, saquear y corromper las culturas locales, y luego permitir la penetración exacerbada de los intereses económicos. Su gobierno consiste en romper las sociedades locales, sin que importe que sus profesionales, y aliados laborales de desarrollo enarbolen la preocupación de saber lo que pasa con el Perú.

Había que ver a Humala carente de información sobre su cargo, sin conocimientos técnicos, sin rendición de cuentas, sin saber al detalle como va un programa o el desarrollo de una medida. Sus ejemplos de colegial y su actitud bastante rústica, además que sólo mencionaba los listados de medidas y de leyes, como si con promulgarlas ya se hubiesen ejecutado, es una expresión en miniatura del gran abismo que existe en el Perú entre lo que la academia, los saberes de universidad, las ideologías políticas,  las ideas fuerza erradas que nos han educado, y la realidad espiritual ignorada de los peruanos manifiesta. La vida misteriosa del Perú, ignorada por los propios peruanos bajo su consentimiento o sin él es el fundamento de una forma de gobernarnos que nos empeora y nos corrompe.

Y esa es la marca de Humala y de otros políticos tanto de derechas como de izquierdas: presumen por verborrea que saben, pero en verdad no saben, no poseen ninguna habilidad para planificar la sociedad, ni se sienten responsable de sus tareas. Lo perfecto en ellos es ser sectas de maestros del engaño, personajes que han hecho su poder en base al alarde y la falsificación, a la espectacularidad y el montaje, y no gente que se haya hecho producto del trabajo duro y el aprendizaje constante del servicio público. Son por lo general gente sin preparación y estúpida. Por eso no conocen del Perú más lo que recogen de sus consultores o del internet. Desde sus escritorios su maña de operadores políticos es obstruir toda propuesta o idea buena que pueda amenazar los intereses de sus mafias y su truhanería ejecutiva, inhibiendo los desarrollos profesionales y atiborrando los almacenes de supuestos y estrategias cada vez más lejanas de lo que sucede en el Perú. Un saber estatal involucionado y desconectado del movimiento del país, sólo puede conducir a que nos gobiernen los peores elementos de la sociedad, y a que la acumulación de saberes técnicos adaptados a nuestro territorio, expresados en una estructura profesionalizada híbrida, sea solo un sueño extraviado en la locura de que la foto, llevar papeles, organizar eventos, traicionar, o acostarse con un político de turno es el camino a una buena carrera.

Y a las pruebas risibles me remito. “Mas que ver un hombre que ha perdido sus sueños”. Idea bien cojuda que sigue haciéndonos creer que lo malo no fueron sus ideas sino el hombre real que dio una patada en el culo a sus banderas ideológicas originales. La verdad es que el hombre es una hechura de político que se ha dado cuenta que la mentira es la forma de alcanzar el cielo, y que no hay preocuparse por prepararse y tecnificarse, sino que hay que depositar la fuerza de un político en la demagogia, y en la retórica moralista, para luego flojear y no hacer nada. Todo hablador que no cambia lo que dice, y que sólo alza la voz, es por lo general un golfo.  Si el poder es la envestidura de una ley, o el apoyo de los poderes fácticos entonces la gestión pública del oficialismo de cualquier tienda es sólo simular preocupación o diligencia televisiva para vampirizar las arcas públicas a favor del libre comercio o entregarse a la locura de cambiar la sociedad, cuando ambas actitudes robustecen la corrupción de las clientelas estatales.

 Por ello las cualidades de un político se han hecho chatas y viles; pues el hábito de sólo simular a través del tiempo los ha hecho carentes de liderazgo, faltos de carácter, con tendencia a la arrogancia, a equivocarse con desfachatez y sostener la mentira a pesar que nos cause risa.   Por eso en los últimos tiempos han sido penetrados por una visión cercana a la farándula, pues sólo ver la TV seria llena de líos, de comisiones de investigación, de show mediáticos, de escándalos, y de psicosociales con portátiles infantiles a cualquiera le despierta una considerable vergüenza o  comparar este espectáculo con el especial del humor, o los cómicos ambulantes…. La devaluación de la política es un resultado de que la sociedad peruana este al revés, pues el talento está desperdiciado porque se ha socializado que ser mediocre y simular extraordinaria probidad es la fórmula para alcanzar el éxito.

Estos son ejemplos que no sólo abundan en la TV, donde la exageración de nuestros defectos se hace entretenimiento y los refuerza, sino que los confirmamos a todo nivel de la sociedad organizada.  De manera general – pues esta indagación seria materia de un estudio más ampliado de los silencios y de las impropiedades de haber nombrado mal al país- sólo diré que el desinterés por no comprometerse con esta tierra, y no desarrollar una identidad articulada y plural en base al trabajo y al amor a nuestra cultura es el producto negativo de haber olvidado lo que somos, de tener vergüenza de nuestros orígenes. Hemos empotrado compulsivamente un sistema de ideas, de usos y costumbres, y una cultura material de organizaciones y de técnicas completamente ajena al movimiento vital de nuestra naturaleza, que nos ha desarraigado y que ha constituido una mentalidad atizada por el resentimiento y la frivolidad. Querer escapar de la incomprensión de no entender esta tierra, pues los barbones nos metieron el miedo y diluyeron nuestra sagrada antigüedad mítica en la soledad de los andes y los desiertos, nos ha arrojado a querer buscar la felicidad y la libertad en aquello que mas nos destruye y divide. El egoísmo y la indiferencia que nos caracteriza habitualmente es una propiedad que evidencia que lo que somos se haya encerrado en nuestras singularidades, que la forma en que vivimos desconectados, siendo nuestros compatriotas sólo medios de uso, cosas deseables, nos aleja de realizarnos como personas y como pueblo orgánico.

Hoy la economía moral  que nos ha hecho grandes y geniales supervivientes a través del tiempo se ha vuelto empresa y posibilidad de desarrollo cualitativo. La emergencia de los sectores de exportación y la acumulación que le imprimen al país el capital minero han generado en desorden un circuito de redes económicas y de recursos de trabajo, que lentamente hallan en el trabajo intensivo y en la comercialización a todo nivel un fundamento para una diversificación y planificación productiva de mayor calado. Es necesario canalizar ese dinero que ha entrado a la economía, y la ingente demanda de mayor calidad de vida, para integrar al país de modo territorial, comunicacional, económico y político. No hay que desaprovechar este momento de largo crecimiento y volverlo sostenible con reformas estructurales. Pero la verdad es que esta recomendación  que ya he merecido varios libros y debates, sólo  es un slogan que nadie  ejecuta, por tres razones esenciales, que son las más importantes, pues hay más.

 Una es la falta de voluntad para echar a adelante esta maquinaria de medidas, de parte de los grupos de poder que gobiernan este país. No conviene dejar sin efecto el negociazo que es mantener el libre comercio, y la mercantilización de nuestra cultura, pues comprometer a la sociedad sería dejar atrás las enormes fracturas sociales que son el origen de la fuerza de nuestra oligarquía, y es mejor vivir en el rentismo que dejar que el trabajo duro haga una economía más compleja.

Una segunda, es que a pesar que la TV hable de una mejor preparación de nuestros profesionales, y de un mayor conocimiento de la cosa pública  la verdad es que no se cuenta con las experiencias ni las habilidades a gran escala para reestructurar socialmente nuestro territorio. La falta de sapiencia se expresa en que se requiere una forma de desarrollo y de acoplamiento sistémico que recoja los saberes organizativos y productivos de nuestras culturas, es decir mueva la materia gris, y eche a andar a nuestro recurso humano en modo de legitimación como mano de obra es constante especialización.

 Pero la tercera idea que nadie ve, y que es un misterio para nuestra inteligencia es que hacer este enorme movimiento de voluntades y de recursos sólo se puede hacer si es que la construcción de una cultura material, técnica y científica, - ¡si es que estas serían las palabras!- sólo puede ser el resultado de liberar los sueños encerrados de nuestras culturas y de nuestros cuerpos de modo que se busque la articulación de un pueblo reconciliado con la tierra, y este mito liberado edifique por fin un tipo sui generis de organización social.  No desaprovechar esta bonanza y creatividad pasa por volvernos una nación, de modo espiritual y material, Pues el desconocimiento de nosotros mismos es la prueba de que hay un secreto en estos parajes salvajes que espera ser escuchado y potenciado, que el poder más oscuros no quiere que despierte. Sientan a la tierra y se vera el modo de cómo pensarla, y de cómo levantar una nación unida y plural en ella.  Lo demás es otra historia.



  



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