viernes, 21 de diciembre de 2018

Huellas de un narrador.





Recuerdo a algunos de los profes de mi primer colegio haya en los Barros Altos como El padre X… que era muy buena gente y nos enseñaba religión, y que siempre que llegaba decía de pie, de un modo tan sugestivo y curioso que el gordo Vielsis, todo un artista en la comicidad, segundos antes de entrar, decía de pie,pieeeepieee, susurrando con mucho sorna y algarabía, que todo el mundo se mataba de risa. Atrás Valbuena vociferaba Aleluya, la tuya, la  tuya. Me acuerdo también de un profesor mariconcito, muy decente y buena gente, bueno eran otros tiempos, nos enseñaba ingles, e intentaba domar a  la fieras del salón haciéndonos cantar Please Don gol, pero Reyes sacaba su doman carcocha y ponía Un Verano de Nueva York del Gran Combo. A este profesor Vielsis y Valbuena lo enamoraba y le pedían teléfono. Recuerdo que había ya un amigo de Nosotros cuyo nombre no deseo mencionar, que Vielsis le decía que se amarraba la trola con cinta adhesiva hacia el ano para sentirla. Era malvado con sus bromas, pero en si era un modo de meterle risa al lonza. Recuerdo al Profesor Silva, el subdirector, un chato bien verde, que trataba de poner orden al salón, y era puro chicotazo con Costa, reyes y Vielsis. Sino era el era el hijo de la Directora,  o la mosca, un supervisor que estando en pleno invierno andaba con lentes oscuros, para que no se sepa como se ganaba con el derrier de Carol o de Odar.

Cuando se jugaba la Copa América 91, y el único jugador de peso que teníamos era el Chemo, nos metían a un salón en el primer piso, y proyectaban en un Ecram las imágenes del Perú Chile, ese día perdimos  4 a 2, con un gol de Maestri, y tres de Zamorano para Chile. Me acuerdo que cada vez que ponchaban de cuerpo entero  a las piernas del Chemo, la charapa del grupo lo silbaba y decía que buenas piernas, y en los comerciales salía la cara del hombre haba, Raúl Romero y todos le gritaban que se parecía a Costa. El gritaba Maldita Boa a Vivi la charapa, y se ponía a bailar el shipibo pa joderla.

A tras en el fondo del salón Rojas estaba que enamoraba en son de ofensa porque se lo merecía al profesor gay de Educación familiar, pues varias veces le había tocado la pierna, incluso yo que ni paraba bola para esaos cosas también había sido visto como pollo a la brasa. Costa en son de broma decía que a el le decía pollo a la brasa. Porque?....”Porque sale calato dando vuelta”. Todo el mundo se reía. Ya no me acuerdo de los profes de ese cole, pues valgan las verdades lo divertido difería de la baja calidad de la enseñanza, pero me lleve una buena impresión de esos dos años en secundaria, sobre todo porque en los recreos jugábamos torneo con las otras secciones superiores y o era el messi de la cancha, me los llevaba a todos. Tenía una pierna derecha con la que ponía la pelota donde deseara.

Me acuerdo que ya en eso años Rafael un chato medio rubio se agachaba hasta abajo para verle la trusa interior a Carol o a Vivi y  nos contaba que la trusa de Vivi estaba orinada. Como era Chibolo aun Carol lo tenia de a hijo. En verdad el objetivo de esas dos hasta de Suazo era Capuñay, el más inteligente del salón, al que perseguían hasta por fuera de las horas del cole, porque tenía su billete y era como se dice un tipo listo. También recuerdo con mucho cariño a Gabriel que en el recreo contaba sus ya tempranas andanzas con las chicas y sus paninos con las drogas y el alcohol, el era metalero, y siempre que lo veía en la calle, andaba con las dos manos metidas en los huevos. Me acuerdo con mucho cariño también del negro Panta, que era pura risa, y le decían que cada vez que se rascaba le salía un bibidi de la piel. El era salsero, y fue quien mucho cariño me regalo el concierto de Héctor Lavoe de la Feria del Hogar del año 86. Ahí empezó mi cariño por la salsa del Genio de Ponce, y mis escapes a las fiestas de la Novel para aprender a bailar la música de esos soneros, y tomarme unas aguas con Muñoz y Reyes.

A lo lejos creo que una vez fuimos de excursión a un club de Ñaña, y entre los supervisores se hallaba el profesor Juan, un joven de unos 25 años, que con el tiempo arraso con profesoras y alumnas. Y nadie se quejo de el, pues las trato con elegancia. No es machismo u otras épocas. A veces el arte solo requiere de un momento de delirio para imprimirse en la piel. Mientras yo me bañaba en la piscina o le hacia huachita a Costa, EL Profe Juan estaba echado en el pasto con carol agarrándole la pierna, y ella acariciándole la cara.

Vielsis era a veces tan gracioso que se escapaba del cole y se iba a jugar pimbol. En esos tiempos Streth Figther se jugaba en unas maquinotas en Santo Cristo, y se regresaba con Valbuena todo satisfecho, ya vine profe. Lo castigaban y competían en rojos con Costa y Juanito. Ese Juanito un mulato enamorador y zalamero. Era novio de Sarita y a el le decía Sarito. Una chica trigueña de bonitos ojos de secciones superiores a la que incluso Julio ese rufián con el que jugaba a pelota en Huamalies también la enamoraba, mucho antes de estar con esa morena tan bella que me entrego sus favores cuando yo tenia 12 años.

Había más personajes de quienes hacer anécdotas pero la memoria me juega sucio. Solo puedo decir a modo de composición que ese cole privado, pero como estatal me enseño que en los barrios populares  de antaño el lumpen era igualitarista conservando la diferencia en el garbo y el salero. Muchos de nuestros amigos como Sánchez se volvieron ladrones de bandas, y a otros quizás los atrapo la droga como Gabriel, pero eran buenos chicos. Ahora dos de ellos tienen sus orquestas de cumbia y Dios los hace prosperar. Ya Costa dueño de una de esas orquestas hacia sus pininos en el canto, cuando entonaba el bolero de Luis Miguel  “ La barca”, y las chicas en son de joda gritaban como si fuera un concierto.

Yo me retire a Lasalle en tercero de secundaria y se por historias que se volvieron mas ocurrentes y engalanadores. Los volví a ver en una cevicheria hace años, y me trajeron a la memoria mis broncas y andanzas. Me gusto volverlos a ver. Pero aunque están vivos con la suerte del creador, ya representan el pasado, filones de personajes, que en esta noche uso para componer una crónica y describir como eran los colegios a principio de los 90s, época de la salsa, y tempos en que se bailaba lambada y el baile del mono de Wilfrido Vargas.


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