miércoles, 1 de agosto de 2018

Una historia en Piñonate. Ficciones. 1992




Una vez nos toco jugar en el pacifico barrio de Piñonate en Domingo. Nos habíamos escapado de nuestras familias y camino a un descampado donde estaba una cancha de tierra una ñorsa que barría en su puerta. "Que hacen mis niños de ahí no se sale vivo". Nos dio miedito pero nos gustaba jugar además esta vez eran 500 lucas. Al llegar una manchaza de tranquilitos y traviesos faites rodeaba la cancha tomando y fumando sus tronchitos. Los negros contra los que jugábamos eran como de veinte años y todos eran de la segunda de Lima con cortes y tatuajes como si fueran del Callao. El negro Cristián me dijo al oído "esta vez si perdimos y ahora para salir de ahí?" Un jefe que parecía buena gente nos dijo: "es el equipo del duro del barrio, dejense ganar". Fer miro hacia en centro de la multitud y en verdad había un faite sentado con un cohete en la mano y con dos chiquillas abrazándole. Esto era grave pero ni modo la fiesta continua.

Empezó el juego y cuando hilvanábamos una jugada Fer recibió un codazo. "¡Mierda no reacciones sigue jugando lo pare en seco1". Cortamos las arremetidas de los zambos y yo o Carlos con pases largos buscábamos a Cristián para aguantar a estas focas cochinas. En una de esas le hice un sombrerito a uno de estos rufianes por la banda y me dio un empujón tal que caí a los pies del narco. Se río en mi cara y yo sin medirme le cerré un ojo a una de sus mujeres. El duro grito "con todo o me los como vivos". En una de esas Carlos la perdió en salida y el delantero de estas mierdas le agujero el arco a Kenyi. 1 a 0. Fer y libio me miraron "a burlarnos". 


Sacamos Cristián corrió como una zaeta le hice un relojito a uno la perdí, me patearon y Libio que también la conocía le metió un uñazo al portero que en el rebote Cristián la mando a guardar. 1 a 1. "Anulen al 8 y al foda no son nada" grito uno de los faites. Le aguantamos tres arremetidas más y Carlos y Calavera se batían en el fondo. Me puse de segunda punta para aguantar a estos negros. Recibí de espaldas hice la finta que iba amagar me lo baile al defensa y la coloque con rabia. 2 a 1. El defensa se levanto y me dio un cabezazo. El arbitro no existía. Me las aguante. Término el primer tiempo de 20 minutos y no había como salir para tomar agua el tío buena gente nos alcanzo una manguera y a pagar la sed. "No ganen chibolos o no la cuentan". Nos reímos todos en su cara.

Empezó el segundo tiempo y los negros se sacaron el polo, todos con cortes y tatuajes como si fueran los maras. Se la quitamos en salida Fer destruyo la jugada me la cedió, finji que iba a chotear y le di un centrito suavecito a Cristián quien la metió de cabeza. 3 a 1. Los vecinos delincuentes enmudecieron. Unos abuelos nos aplaudían. El duro soltó un balazo al aire "ganen o mueran". Empecé a silbar para provocar "La calle es una selva de cemento". Y atrás Libio se saco el polo. El cuatro a uno fue de pared. Fer se metió entre dos rivales con codazos y todo hizo pared conmigo lo deje solito y la cruzo al palo contrario, golazo. Mas. balazos. Ya los negros no sabían que hacer. 

El cinco a uno fue de córner. Hice la del cuchillo buscando a Cristián, lo patearon pero Libio imponiendo presencia se metió al arco con todo y pelota. Termino el juego. Nos acercamos al capitán para que nos pagara, saco su verdugillo. Libio lo desarmo y le luxo el brazo. Todo se quedó en silencio. Era para resistir,. Los tíos y una abuela sacaron cara por nosotros. El duro nos apuntaba dispuesto a todo. Pudo mandar pegarnos o algo peor. Nos dio diez segundos para desaparecer. Cristián le mando un beso volado. Se abrió un espacio entre aquella multitud y salimos magullados pero con una sonrisa cachoza de oreja a oreja. Nos mentaban la madre y lisuras irreproducibles. Los búhos estuvieron aquí.

Cuando estábamos corriendo grite "narco cachudo". Corrimos hasta la avenida y como sea los seis nos subimos a un transporte de gaseosas. Una manchaza con cuchillo casi nos dio el alcance. Empezamos a cagarnos de risa y Libio enseñaba el botín de guerra. Una esclava de oro, que fácil era robada. El tenia su arte. Esa noche mi tía cuca nos sobaba los golpes. Nunca mas volvimos ahí. Una buena anécdota. Yo perdí esa magia para el fútbol pues nuestros padres queríA que estudiáramos. Cuando hice fierros por mono perdí todos mis secretos. es toda una cosmovisión..

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