Varias mañanas los sábados dejaba a mi hermano en Lasalle y mochila en mano me caminaba toda la Av. Brasil para ganarme con las chiquillas que lateaban en esos años por Pueblo Libre, y Magdalena.... llegaba a la Playa de Magdalena, cerca al Puericulturio Pérez Aranibar y me echaba en la playa para ver si algo extraordinario sucedía... varias mañanas seguía esa rutina, y no pasaba nada... Solo le hacia ojitos a varias doncellas y solo una risa cachacienta recibía de esas adolescentes.
Cuando empezo el colegio, mucho antes que mi hermano se le rompieran los meñiscos, caminaba desde Lasalle hasta Brasil con Bolognesi, y en el camino me chocaba con los pesados colorados de Salesiano. Tomaba la 91, como dos horas de camino. Pero lo hacía adrede pues cerca de San Felpe se subían unos ángeles de Santa María, a las que en mi timidez solo mirba desde lejos... Una que otra vez volteaban y me apuñalaban con sus ojos azules, y meneaban esas melenas rubias y castañas radiantes solo para dejarme con la boca abierta, y tensarme el payaso...
Con el tiempo unos tucos del Salesiano, colegio de donde me habían desafectaado por ser un posible lumpen, subían al mismo micro y le entraban a las comadres que risa y risa, les daban sajiro... me cuerdo que una de ellas volteaba, y me hacia señas con la mano, "que ya fuiste", y los tucos se burlaban de mi de modo sigiloso.... Yo me hacia el loco, pues hsta ese punto en varias chances no pasaban de calenturas y juegos sanos...
Un día subieron estos tranquilitos con dos porritos de marihuana., la primera vez que sentía ese olor, y les invitaron a fumar a las mandadas ladys... Pitearon un poco, y como los otros dos ya estaban avanzados quiesieron sobrepasarse, metiendo le las manos en sus faldas... Gritaron, y como ese micro siempre andaba vació, el cobrador se hacia el loco. No me gusto lo que presencie y me les fui encima, golpeándole sus dos cabezas echas acuario de fantasías, y como estaban marrulengos por la droga los bote del micro a la primera parada que se presento.
Ahí conocí a Alexandra y Camila, chicas del Santa Maria, que vivían en Miraflores. Me dieron las gracias y como estaban medias sazonadas las dos al unisono me dieron un besote en las mejillas. Me hicieron sonrojar y todo tímido me iba a regresar a mi asiento trasero, cuando me jalaron de la chompa azulada de mi cole, y terminamos en la playa de Magdalena hablando de sus vidas de lujos, sus viajes, y lo aburrida que era sus familias y sus amigos.... yo por eso años algunas jergas de mi barrio se me acordaban, y sin notarlo soltaba la jergironza, lo que causaba la risotada de estas dos futuras modelos. Me pellizcaban los cachetes, y me jalaban las orejas de dumbo, y yo una que otra vez me desmayaba en sus faldas, y ellas me tiraban arena, todo como si fuéramos hermanitos
No se como esa tarde sacaron un trago de algarrobina y me hicieron apurar un trago, de tal modo que ya los tres estábamos picados... Confesé que era de un barrio, y que me gustaba la salsa, que odiaba mi colegio,, y que me fascinaban las muñecas de Zona de Impacto. Un programa que por esos años batía el récord de los mañosos. Me hicieron bailar, sin pantalones, y algo picado ellas también sin blusa, me enseñaron algo de tecno, pegaditos y siempre jalan dome las orejas y burlándose de mi bigote medio a lo Cantinflas que me habia salido....
Me retaron a perseguirlas al mar, una de ellas en trusa chapoetaba en la orillas con las olas acariciando su dulce figura de sirena, y la otra Alexandra, la mas bonita y traviesa se resbalo junto conmigo... Estábamos tan borrachos que nuestros cuerpos se hallaron, y un beso como explosión de hurgamientos indebidos aconteció en aquella soledad de brisas y colores de ensueño...Sentí su alma a través de su piel como la seda, y su anatomía que irradiaba un perfume deiicado pero succionante.... Camila, húmeda por el chapuzon nos tiraba arena, y nos rociaba con otro trago de ron que habia sacado de su mochila.
Nos besamos, y esa fue la primera vez que su belleza enigmática y sincera, extrajo de mis labios los primeros versos a lo sagrado. Fue la primera vez que empece a escribir un libro viviente en esa piel blanca y tierna...-No sabia que los rateros besaran tan dulce, debes ser un Virgo.... Cuando las cosas se calentaban y jale a Alexandra para desatarme el manicomio en esa lejanía de brisas aromáticas, y hedores corporales de princesas, unos recicladores de esa zona nos botaron del momento mágico y cada uno lo mejor que pude, salimos a la Av Ejercito, y las embarque en un taxi, y las perdí... Subí a mi micro, con la ropa desaliñada, y con su lápiz carmín en el cuello y los labios, soñé con Alexandra toda esa semana....Lo curioso fue nunca mas las volví a ver... Solo recuerdo que volvería a ver a Alexandra, al terminar la secundaria en la discoteca Waykiki, echa una radiante modelo de pasarela, entre espumas y pretendientes a todo lujo....Pero esto es otra historia...
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