Me dicen que no puedo
Desbaratar a los teoremas,
La adicción de los poetas
Es narcotizar a los axiomas.
Me dicen que no puedo
Encarnar los ideales,
Mi osamenta huele el viento
Cuando golpeo a los murales.
Me dicen que no puedo
Demoler a los museos,
Los incendios van hacia adelante
Cuando los pergaminos se rebelan.
Me dicen que no puedo
Reír en las iglesias,
La ambición de los profetas
Es arrastrar a los conventos.
Me dicen que no puedo
Naufragar con los salvajes,
El arte de los locos
Es obsesionar a la razón.
Me dicen que no puedo
Arrojarme nuevamente en la llanura,
Se escribe con pólvora la vida
Cuando los sabios se quedan mudos
Me dicen que no puedo
Dinamitar a la tristeza,
Los pordioseros van cantando
El carnaval de la alegría.
Me dicen que no puedo
Sentir una nueva dimensión,
A los ciegos les propongo
Crear una nueva geometría.
Me dicen que no puedo
Distraer a los relojes,
A los juguetes les exijo
A la nada emborracharla.
Me dicen que no puedo
Procrear en las bienales,
Un bastidor en movimiento
Es la furia del pincel.
Me dicen que no puedo
Satirizar al camaleón,
A los sacerdotes del misterio
Los desnudo al mediodía.
Me dicen que no puedo
Violentar a las teorías,
La vida es más fuerte
Que cien millones de promesas.
Me dicen que no puedo
Ser uno con las plantas,
En los montes descansan los lisiados
Percibimos los gritos de la tierra.
Me dicen que no puedo
Abrazarme con todos los abuelos,
Desearía ser inmortal
Para vivir en las miradas.
Me dicen que no puedo
Rebuznar con el poder,
La enfermedad de mi esternón
Es alimentar mal al corazón.
Me dicen que no puedo
Amar en todas las regiones.
¡Vástago! Sal de las sombras
El petizo espera de tus manos…
Un beso es un pincel más
Un oriundo desafío
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