En el monte universal
Síntesis del ayer, del hoy, del futuro
Después de la batalla final
Un alma en pena deambulaba
Y preguntando ¿qué es lo que más amas?
Un soldado que lloraba piedras:
Amo lo que tú no amas.
Un rebelde sin seguidores:
Amo los diluvios del ocaso.
Un bebe desnudo moribundo:
El beso bautista de mi madre.
Un mendigo de migajas:
Una moneda que se reproduzca.
Una prostituta sin amor:
El coito del Dios perdido.
Un pensador que no habla:
El latrocinio de los demagogos.
Un orate que nadie quiere:
La razón amiga del suicidio.
Un artista sin deleite:
El placer del lienzo eterno.
Un poeta ausente de la vida:
Un mundo hecho mierda.
Un alma en la avenida:
El rencor a la soledad.
Un sacerdote canibalesco:
El nihilismo del pensamiento.
Un cantante que duerme:
Resucitar en el barrunto.
Un político romántico:
El engendro de la democracia.
Un homicida que se hunde:
Un puñal que cobre vida.
Un enamorado quijotesco:
La vuelta de la antípoda perdida.
Un oprimido por la daga del dolor:
Una mirada de la libertad.
Un ladrón que merodea:
El nacer de los bolsillos sempiternos.
Un avaro que abraza su baúl:
La muerte de los pobres.
Un miserable de los callejones:
El socialismo de las ratas.
Un ebrio que se masturba:
La revolución de los bohemios.
Un ateo que se enrieda:
La imagen de la religión.
Un hombre con los brazos cruzados:
El motín del imperio humillado.
Un mártir que dio su vida:
El camino al corazón humano.
Una virgen que llora a su hijo:
La estupidez de la fecundación.
Un superhombre egocéntrico:
El retorno del homo sapiens.
Un humano que es humano:
El amor entre los hombres.
Un pueblo deshumanizado:
El ablandamiento de los sabios…
Y así en el monte etéreo
Viendo al principio y al fin
La vida vuelve a empezar.
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