Ficciones 5. A mi bella genio.
Una mañana yo salía tarado de
trabajo a las 7 am del Hotel empresarial en Camino Real. Esa noche había sido
mozo, había limpiado baños y había de cazuela visto una escena de amor en unos
de los privados de negocios mientras ejercía mis labores. Besaba mal el viejo.
Pero que galante billetera debería haber tenido. Bueno el que puede puede y el
que no aplauda. Bueno dejo atrás eso. Me bañe bien, robe algo de jabón liquido
de lo baños turcos, me puse mi colonia también ahí goteada de algún gabinete de
finanzas y Salí raudo a la calle.
Me moría de hambre, pero me moría más de sueño.
No tenía más que para mi pasaje, y cobraba mi quincena. Pero era el cumple de
mi pata. Era espeso este huevas pero le quería pues ese rojo me lo decía con
cariño ese Chirinos. Me metí a una
tienda churra de licores y le compre un Bacardi con mi quincena… En vez de
desayunar mi pan con leche, y mi quesito, este buen San Marquino busco a su
pata en Derecho. Ahí estaba el huevetas como can esperando a su flaca. “Vamos
este cumple”… Puta mare te quiero rojo… El primero que se acuerda, ni mi Keka
se acuerda. Que tristes a veces somos los hombres. Buenos así es el amor. Salió su Keka… No le caía, pues yo hablaba
mucha política por eso rojo y matador. No fuimos al bosque cerca de Derecho
detrás de los bancos de Interbank creo.
Chupamos ese Bacardi era lo
mejorcito de aquellos tiempos, y luego de conversar como una hora y media me
agarro cariño la flaca. Cuando chupo y estoy picado me vuelvo medio poeta, me
humanizo más y se dio cuenta que lo quería a su flaco Chirinos. Ese huevetas me
había sacado de varias. Y duda cabe era tuco que el pelucón de Galilea me puso en el camino para que yo sepa que
todos podemos ser amigos. Y que las únicas diferencias son de corazón y de
ira….. Bueno le deje, y la flaca me sonrió con afecto, y se fueron a su real
tono. No era más que plebe, y como estaba picado debía seguir loreando….
Me fui a la facu. Camine un rato
y puta halle a una hembra, no una dama, no una Señora, No Una Genio. No sabía como
llamarla. Era mi Jefa de práctica. La mujer que caminaba más rápido de todo san
marcos y a quien yo siempre respete y admire. Me le acerque. Y como estaba
borracho le converse dos minutos sin razón alguna. Tres, diez, una hora, dos,
horas, hasta que éramos cuates y sabía mucha de ella, y ella de mi. Era una
flaca que era como mi chochera, y del miedo que me había con esgrima causado
unos días antes con su pregunta ¿Qué diferencia hay entre concepto y categoría?
Y trague saliva se desvaneció.
De ahí no se que fue. Pero como
yo era un vago que paraba en la Universidad en cada facultad conversando con literatos, físicos,
biólogos, químicos, etc., me le iba
encontrando varias veces. Y loreabamos mucho. Siempre con una sonrisa en la
boca, A mi ella me psicoanalizaba, pero me tenía afecto, pues este flaquito con
carita de ángel con 20 años era culto y leído. Y eso ella lo valoraba. No
hablábamos de política, ni de teoría, ni de nada sociológico, ella dirigía las
charlas, y yo como su quijote loco conversábamos de todo, y reíamos, siempre
reíamos. La jodía, la cargaba, y a veces me atrevía a enseñarle algo de boxeo,
no sabía pero ella lo sabía. Era muy lista, pero me gustaba arrancarle una
sonrisa. Como nuestra amistad se hizo muy de chochera y la facu en ese tiempo
así como era política era muy chismosa hablaba en inventaba. Yo quizás tenía la
culpa, pues empecé a interesarme en ella pero le respetaba pues no era una
mujer común, sino alguien que tenía un proyecto que no me confiaba, pero que de
cierto modo hallaba calidez en mi flamitas de niño genio. La empecé a
perseguir.
En plenas conversas del lonza
ella lanzaba una pregunta de esas criminales y yo la respondía con suma erudición
e ingenio. Como todos le temían pues era hembra de poner cabe y hacerte subir
la sangre a la cabeza de puro roche, yo era el único bandido que loreaba con
ella. Era un toma y daca, y no se como el lonza se apoderaba de un silencia
sepulcral. No me importaba tenía que sorprenderla, y ella eso lo sabía. Se
molestaba con el chamullologo, un gran amigo el puta, y ponía con los pelos de
punta a lo mudos que no sabía debatir…. Pero conmigo era dictatorial, pero yo
que era sumamente socialista le sonreía, y la jodía con la mirada puesta sobre
sus ojos huidizos y medio somnolientos…. Eso era un cortejo descarado y me
gustaba….. No se porque en mis resúmenes me ponía solo 12 p 14. No importaba al
acabar la clase ella se precipitaba hacia la salida de Venezuela, y yo detrás
de ella. Mi lonza era el más chismoso y convenido que hubiera manejado
semejante genio, pero en verdad quería atraparla con mis recursos literarios y
mis versos con sabor a paleta de botica.
Al principio me agarraba de
cargador de todos los trabajos me daba un beso, y se escabullía entre el puesto
de higaditos y de caldo de gallina. Pero poco a poco mis arremetidas de galán
de ventana, la fueron interesando en mí. Todos salíamos a las 10 pm, pero yo
con ella me quedaba loreando hasta las 12pm. Hacía frio y yo la abrazaba solo
para que mi grasita de cerdito feliz. No había nada de teoría ni de filosofe
ría barata. Hablábamos de música, de teatro, y de su hermana. Aunque ella decía
que nunca se lavaba el pelo, yo de cerquita podía saborear hasta la neurona más
perfumada, y de vez en cuando me hacía el que roncaba, y ella reía como una
reina del país de las maravillas, con ganas de cortarme la cabeza. Esa
Sherezada de la sociología se acoplaba a mi persona, y me contaba cada cicatriz
que de nena se había hecho de lo traviesa. Yo le decía que tenia saliva de can
y que mis besos desaparecían cicatrices como la Concha Nácar. Se sonrojaba y si
podía me tiraba un puñete, pero yo le respetaba sólo la jodía. Se convirtió en
mi amiga, pero no se porque nos hallábamos, y su risa era lo mas bello que hallaba
al entrar a esa biblioteca donde lo más saltante eran dos bibliotecarias llenas
de estrellitas y escarapelas en toda la cara. Plop!
Se que era un quedado. Va tenía
solo 19 años y estaba loco de varias cosas. Sólo recuerdo que me decían “Buena chancho esta la Sherezada que te
defiende en todas las clases de los guevaristas”- eso es amor cumpa….. Yo sólo
me sonreía. Pero una noche en que se
rompieron la cedulas de sufragio y yo estaba más caliente que picaron con dos
patas, ella me saco de la trifulca y me llevo para tranquilizarme cerca del
comedor desolado. Sólo recuerdo que entre ideologizaciones y corazones nos abrazamos
y en un momento lleno de pisquitos con su
pasita de yapa, nos besamos, y sólo la noche con una luna gigantesca
sabe lo que siguió. La falte el respeto con la piel, pero mis acometidas eran
como si cuidara una noble rosa a punto de quebrarse. Nunca pude sentir en otra
mujer , ese calor con melodías a locura y
a parnasos…… Fue la rosa, la espada y miles bibliotecas de caricias. En
ese momento como en otros ya sin que nos importara, nos fuimos despojando de
nuestros rangos y estatus y se que me empezó querer. Yo era un don nadie lleno
de versos y eso bastaba.
Pero así como la política da
romances, también los arrebata. Sentí algo raro y lo comprendí, Intereses y
juegos de niños, y lo entendí. Pero al principio me dolió, y la deje ir….. La
política y las traiciones de varios amigos me golpearon la mente. En ese lapso
apareció otro ángel, ( es otra historia), pero nos fuimos distanciando sin
decir yo nada. Así son los caballeros….. Sólo recuerdo que al año siguiente me
atajo en el tercer piso y me daba la noticia de una chamba, me abrazó con las
ganas de retomar algo del pasado. Me dio los datos, el lugar pero yo no
escuchaba. Le mire a los ojos, y quise besarla. Ella pidió un permiso para ir a
los servicios higiénicos, y yo no se porque fuerza me fui de allí…… Tiempo después
supe que es una terapeuta reconocida, y me alegro por ella. Mi metalera de los
libros escribió en varios lugares una biblioteca abierta de nuestra amistad. Se
que la quise, me temple de ella, pero mi orgullo pudo más…. Ese coraje de
idealista que ama hasta los huesos, y que no perdona dos cosas, la mentira y la
traición….. Barrios Altos me enseño esos lemas, y los tengo hasta ahora bien
presentes. Ella nunca hizo algo malo contra mí. No podía comprometerla en lo
que soy……..Sólo se que ella me defendió, y eso vale. Solo se que en mis versos
leyó mucha libertad, y eso es lo que no ser un esclavo…. Gracias Mi Sherezada,
tus mil locuras me sigue dando fuerzas…….Cada loco con su tema…
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