jueves, 29 de abril de 2021

Mis dos madres.

 



Yo nací casi por casualidad. Mi viejo iba ser médico en Arequipa y luego decidió viajar a Lima en búsqueda de un futuro. Y la que es mi madre deseaba ser monja o viajar a los Estados Unidos. 

Mi madre es una señora muy bella chapada a la antigua y tremendamente obsesiva con el orden y la limpieza. Ella nació en Caja marca pero se crío en Lima en los Barrios Altos, hasta se juventud y parte de su vida adulta. Ella es muy cariñosa y no deja que la ayuden en los quehaceres de la casa. Como dice ella " esta es mi casa, nadie mete las manos en ella". Apesar que termina muerta por el trajín que hace todo el día, ella es coronel en su propia casa.

Ella me transmitió valores como la solidaridad, la honestidad, la disciplina y que sea responsable con mis tareas. Mi madre siempre se ha rajado por nosotros. De ser una vendedora de calzado en las tiendas Diamante del centro, paso al hogar a ayudar a mi tía Cuca, mi segunda madre. Siempre todas las navidades me traían mis regalos y juguetes, y me armaban con pirotécnicos de lujo que los hacía estallar en Navidad y año nuevo.

Gracias a mi madre Esther yo me introduje en la lectura desde muy niño. Ella con mi padre me regalaron enciclopedias y cuentos que yo devoraba rápidamente. Es así que me las pasaba los días leyendo las mil y una noches y las tradiciones peruana. Tenía también libros de la segunda guerra mundial y el diccionario de Espasa Calpe. Ella siempre lava mi ropa y me consiente con sus platillos caseros. Y en cierta medida es la responsable de que este subido de peso.

Mi madre Esther siempre quiso estudiar enfermería en la universidad o irse a los Estados Unidos a trabajar. Ya de muy niña cuidaba a sus hermanos y sus primeros sueldos en la zapateria de chinos los destinaba a comprarle ropa a sus hermanos y electrodomésticos para mi abuela Maria.

Antes, cuando era un adolescente la sorprendía con un poema en su casa o una composición florida que le recitaba. Recuerdo cuando enfermaba de mis amígdalas me llevaba al Doctor Suarez, y siempre me cuidaba. Teníamos gatos y ella no les gustaba. Me recuerdo que cada vez que barría el gato se trepaba a sus piernas y jugaba con mi madre. En las fiestas de fin de año mi madre me sacaba a bailar salsa. Y ella fue la responsable que tuviéramos mi hermano Fernando y yo una educación de calidad en el Colegio Lasalle. 

Mi madre Esther no ríe así no más. Es maniática de la limpieza. Y hoy en día por el miedo al virus lo es más que nunca. La quiero demasiado porque siempre en mis momentos complicados estuvo ahí conmigo aconsejandome y levantándome el ánimo. Ella es la responsable que ingresara a San Marcos. Pues siempre quiso que yo fuera alguien importante. Algo que hasta ahora no cumplo, pero lo haré. 

Mi otra madre partió hace ya casi quince años. Ella Eliana o la cuca como le decíamos mi hermano y yo era muy renegona pero nos quería como a sus propios hijos. Ella vino a vivir con nuestra familia desde que yo era un bebé. Y cuando mi madre Esther tenía que trabajar cuidaba de nosotros y de la casa. Siempre que eran las seis o las siete nos gritaba a mi hermano Fernsndo y a mi, que nos metieramos a la casa pues el lonche nos esperaba y ya era muy tarde. Le gustaba hacer el mercado y tejer en sus ratos libres. Recuerdo cuando venia mi tío Victor chico a la casa le decía Minora y ambos veían comedias y telenovelas.

Mi tía Eliana amaba los gatos. No era solo por los ratones que los teníamos, sino porque a mi tía le gustaba criar gatos mimosos. Me recuerdo que el último gato que tuvimos aquí ya en Surco, que era un gato que se mechaba con los perros, un día desapareció para no volver jamás. A mi madre cita Cuca rompió en llanto. Y de ahí no tuvimos más mascotas en la casa. Ella era una gran cocinera y nos chupabamos los dedos con su comida.

Es una verdadera tragedia que desarrollará dos tumores en el cerebro. Recuerdo que por esos días yo entrenaba en el gimnasio y de lo triste y con bronca que estaba por la salud de mi tía, le busque pelea a dos agarrados como yo. A los dos les saque el ancho. No por ellos sino por la rabia que sentía de no poder hacer algo por mi tía. Un día la internaron en el Hospital 2 de Mayo e ingreso para nunca más volver a su hogar. Resistió una primera operación al cerebro, pero tenía que ser estabilizada para intervenir por el segundo tumor. Mientras en la madrugada dormía le dio un paro cardo respiratorio, y a pesar que mi tía Betty cuido de ella mi tía murió, y me dejó un sabor amargo en el corazón.

La noche que mi tío Tato y mi tía Betty vinieron a avisarnos que mi tía madrecira bella había muerto a las doce de la noche, mi madre y mis hermanos rompimos en llanto. Aún cuando la vi echada en su sofá comiendo su helado, me dijo que yo estudiaría mi maestría. Que ella no importaba. Pero si importaba pues toda mi niñez y adolescencia me las pasé con ella y sus cuidados y postres. Ella era de un amor incondicional, la que entregaba todo por sus sobrinos. Le gustaba el cafecito con su queso caliente. Y siempre veía novelas en la TV. Desde las novelas venezolanas hasta las brasileras. 

La extraño mucho a mi tía. Siempre con su sabiduría basada en el amor me enseñó sobre la solidaridad y la entrega a mis sueños. Ahora que no esta ha dejado un gran vacío en mi corazón. Ambas mi madre Esther y mi Cuca han sido lo más bello que me pasó en mi formación. Sin ellas hubiera sido un maleante o nunca me hubieran gustado los estudios. Siempre le oro a mi tía para que desde el cielo donde esta sea intercedor con el jefazo por mi. Ahora que han pasado quince años de su muerte la recuerdo en Barriod Altos con su sonrisa de niña y el pan francés calentito. Tus adoradas tus palabras han quedado en mi mente. 

sábado, 10 de abril de 2021

No predicar con el ejemplo




Una vez Rolando salía de su hogar en los Barrios Altos rumbo a su universidad donde estudiaba Derecho. Se hallaba en su primer año de estudios y las buenas notas no lo acompañaban . Lo curioso era que el era empeñoso y pronto detecto las utilidades de ser abogado. Se dio cuenta que hablaba muy bien y que podía ser un líder que podría representar a sus amigos lúmenes de su barrio. El mismo había participado en unos asaltos a mano armada pero ahora quería dejar esa vida y aprovechar los estudios para ser un gran profesional.


Un buen día iba en microbus a la universidad y se sentó junto a él un padrecito mucho mayor que el. Veia que leía con insistencia un libro estampado de reojo y que cada vez que leía algo interesante se tocaba la cabeza y asentía de una forma por demás ridícula. Rolando curioso se presentó y le preguntó que era aquel libro. .

-- Muchacho debes saber que es el mismísimo Lenin que me habla y que la lucha de clases es el motor de la historia y que nosotros somos el proletariado que esta dispuesto a luchar por la revolución mundial. ..
-- Y ¿ donde quedan mis amigos rateros y la gente de donde vengo?
-- ellos son el lumoenproletriado gente que pertenece al ejército de reserva industrial. Gente que no sirve y que no entiende de conciencia de clase.

Rolando escuchaba atentamente lo que decía aquel señor, aunque por dentro quería darle un puñetazo. Se daba cuenta por sus gesticulaciónes que era alguien perturbado y fanático. Así que decidió respetarlo y esperar a ver que sacaba para sus amigos lúmenes. El señor lo invito a una de sus reuniones políticas en el centro y luego, porque tenía prisa de bajar se despidió de Rolando.  El joven pensó que podría sacar de alguien que a leguas se ve que es un adoctrinados. No lo pensó más y llegó a la unuversudad donde lo esperaba el conocimiento y sus amigos.

Cierto día que también se dirigía a la unuversudad se sentó junto a él otro sujeto más emperifollado y con unos aires de rey que resaltaban su mirada algo estirada y con poses de señor mandon. También leía un libro con bastante asuisidad y pronto Rolandi se presentó e intrigado le preguntó de qué trataba el libro.

-- es ^ el llamado de la tribu" de Vargas Llosa, un libro que habla sobre el mercado y los liberales.
Rolando que ya había escuchado sobre los liberales totalmente entusiasmado empezó a escuchar la perorata de aquel caballero.

-- muchacho debes saber que en América Latina debe haber un área de libre mercado sin aranceles y tontas restricciones. Que el que quiera ser libre debe trabajar y ofrecer sus servicios en la leyes del mercado de la oferta y la demanda. Y que aquel que es pobre es por su culpa, por no querer esforzarse. 
-- y que opina de los lúmenes.
-- ellos son una amenaza a la propiedad privada y según mi opinión no debe haber ninguna política pública para ellos, son sólo desechos.
-- pero son seres humanos.
-- si pero son un gasto fiscal innecesario. El mercado debe eliminarlos. No hay como regenerar a los ladrones.

Cuando Rolando escucho, aquellas palabras contra sus amigos quizá vociferar un insulto pero se aguanto por ser un señor mayor. Este caballero bien planchadito le invito a una de sus reuniones políticas y se bajo, pues debía trabajar en su empresa. Rolando siguió su camino hacia la universidad e iba pensando las comparaciones entre ambos tipejos y pudo darse cuenta que ambos desprecian  a los pobres. No tenía necesidad de asistir a ningún lado,  no iba sacar nada para sus hermanos de barrio.

Un buen día esperaba a su enamorada en un restaurante y se iba demorando. Mientras pensaba en ella, vio entrar por la puerta a aquellos maestros del microbus.  Resultaba que eran amigos y estaban algo picaditos,  y lo estaban tanto que no lograron reconocerlo cuando pasaron por su lado. Se sentaron ambos camaradas y pudieron un buen desayuno sin escatimar en el precio de la merienda. Quizás se dijo, escucharé una confrontación de mentes.

Llego su enamorada y pidió unos jugos con sanguches. Tenían planeado ir a la costa verde. Pidió silencio a su chica pues quería escuchar la charla de aquellos caballeros.

-- vamos cumpa a las Cucardas, hay unos lomazos- decía el comunista.
-- esperare comemos algo y funcionamos más que un chiquillo-- mascullaba el liberal

Y mientras se reían de sus lujuriosos palabras y de todos los potos que habían visto en la oficina, la enamorada de Rolsndo decía sigilosamente que asco, viejos de mierda.les gustan las prostituta.

Pronto los viejos mareados salieron del restaurante e iban cantando una melodía de Silvio Rodriguez.  "Días y flores" Rolando y su enamorada salieron bien comiditos y se fueron a la costa verde a caminar. Estaba desierta la playa en aquel abril del 99, y entonces aprovecharon para flirtear. Rolando dijo como un toro" matemos al capitalismo"  y se entregaron ambos muchachos a la pasión.

Pronto Rolabdo se dio cuenta que el farfulleo de aquellos señores solo era puro blufeo adoctrinado,  que en realidad eran amigos e iguales. Solo se entristeció un poco, pues no sacaba nada para sus lúmenes de los ;Barrios Altos.

viernes, 9 de abril de 2021

En el manicomio. Ficciones




Andres tenía un comportamiento huraño e inaccesible. Toda su adolescencia se las pasó jugando pistazos en el Agustino y estudiando en un colegio particular. No era de tener muchos amigos pero era muy estudioso. En todas las materias sacaba buen puntaje a pesar que nunca alcanzó los primeros lugares. Me recordaba que fue premiado en un concurso de cuento que lanzó su colegio y le regalaron un libro de Vargas Llosa ^ conversación en la catedral " y un fino lapicero bañado en oro.


Siempre me contaba que cuando salió del colegio lateaba más de lo necesario absorto en pensamientos extraños e indescifrables. Era tan pensativo que muchas veces pudo morir atropellado pues estaba muy dentro de sí mismo. No tenía hermanos, era hijo único de una familia que lo sobreprotegia como si fuera una joya delicada. Lo matricularon a unas clases de piano, pero nunca asistía se las pasaba jugando Nintendo en Wilson o jugando ajedrez en la plaza Francia. Le costaba comunicar sus emociones y sentimientos más profundos, cosa que lo hacía extraño ante sus amigos por sus largos silencios y su timidez para hablar.

Cuando culminó el colegio no quiso asistir a la fiesta de graduación a pesar que era uno de los consagrados. Se limito a despedirse de sus amigos más queridos y retorno a su casa a jugar fulbito y a enviciarse con los juegos de video. Pronto se volvió un zángano, que no quería mover un dedo en casa. Solo se dedicaba leer novelas y cuentos y a darle duro y parejo al Nintendo. Ya eran épocas de tener noviazgos pero el era muy tímido y prefería estar solo en su cuarto pensando en las musarañas. Muchos amigos lo conminavan a asistir a fiestas,  pero el no iba. Tenía mucha vergüenza de ser flaco, así que para motivarse entrenaba en un gimnasio de su barrio, y pronto su rostro y cuerpo ganaron peso y ya era un joven apuesto con músculos. A pesar de eso, no se resolvía a buscarse una chica entre sus amigos o en el gimnasio. Así que empezó a reprimirse mucho y a ser más inaccesible ante sus propios padres que no llegaban a comprenderlo. 

Ingreso a una universidad del Estado luego de un examen de admisión que lo resolvió papayita.  Cuando conoció a sus nuevos amigos empezó a tomar y  a involucrarse más en los grupos de izquierda. A cada reunión o marcha el iba parejito y pronto empezó a hablar en público y a hundirse en convicciones intelectuales que defendió con vigor ante sus compañeros y adversarios. Era un declarado comunista que se lleno de odio y justificaciones absurdas.  Su carácter empezó a hacerse emocional y violento, y pronto hablaba solo al aire para ensayar sus elucubraciones y abstracciones estúpidas.

Un día se enamoro de alguien. Ella era una compañera alegre y bella de su salón. Pronto impacto en ella su verbo florido y sus declaraciones de líder social. Se veían a escondidas y como legítimos enamorados ante los demás  un poco después. El se sentía feliz y emocionado,  pero pronto sus empalagosos prejuicios y moralismo recalcitrante hicieron que ella se alejara de él o lo viera como un inmaduro. Antes de que terminaran ella le sacó la vuelta, y el reventó de cólera y  lleno de lágrimas.

Llego a sí casa hecho un mar de llanto. Y pronto su actitud silente y sobria se desencajo y la violencia más hiriente salían de su boca contra todos.  Cuando se calmaba volvía a llorar y nadie entendía que es lo que le pasaba. Trataban de hablarle y escudriñar sus motivos pero el carecía de las palabras para comunicarse sin insultar o herir. Se encerró en su cuarto y no volvió más a la unuversudad. Por muchos días no salía, ni comía ni se aseaba.

Un buen día un doctor amigo de la familia aconsejo que lo viera un psiquiatra, pues veía actitudes extrañas en su comportamiento y porque no tenía control de sus gestos. Sus padres lo llevaron al Largo Herrera, y pronto el diagnóstico arrojo que tenía un trastorno de personalidad.  Aconsejaron internarlo, pero sus padres prefirieron atenderlo en su casa. Pronto lo vieron peor,  gritando en su cuarto y poniendo una música tan estridente que pronto fastidio a los vecinos. El colmo vino cuando en una cena de las muchas silenciosas que llevaban, empezó a insultar a su padre y se le fue encima. El reconoció su falta y accedió a que lo internaron.

Llego una noche de Agosto. Era lluviosa y fría. Lo recibió un psiquiatra de turno. Se fue para adentro, se desvistió y se puso la ropa de enfermo con sus babuchas. Le dieron algo para tomar para que se quedara dormido. En la mañana lo instalaron en una de las habitaciones del manicomio del seguro social.  Era caer muy bajo para un joven que recién empezaba a vivir la vida. Lo acompañaba en su cuarto un viejo loco de remate que tendía a desvestirse porque hacía mucho calor.

Cusndo tenían que comer Andres devoraba con avidez los alimentos y luego le enyucaban un cóctel de drogas para tenerlo sedado y tranquilo. Mientras comía un compañero de al lado le decia: " mañana invadimos Chile, mañana invadimos Chile" luego otra loca "quiere que le venda mi ropa esta a precio redondo venga conmigo yo le enseño".

Termino la comida Andres dentro de un mar de dudas y pensamientos absurdos. Y extrañaba a su casa y a sus padres. Solo intentaba estar en su cuarto dormido y sin tener que escuchar el montón de gritos y locuras que se sentían en el ambiente. Un loquito mientras dormía le robo sus jabones y sus dulces que le habían traído los médicos. El veía pero no atinaba a reaccionar. Solo salió al pasillo y veía a un loco que se creía una estatua, pues no se movía y otro serpiente pues se deslizaba por el suelo, y una perturbada joven que se sacaba la ropa ante los hombres, gritando que ella era una prostituta.  La vendedora de la parada ofreciendo su mercadería imaginaria y un loquito como de unos treinta años que trabo conversación con el:

- ¿ que hace aquí jovencuto? ¿ a tan poca edad y atribulado por la locura?
-- yo no soy loco. Me metieron acá porque requiero alejarme de lo que me hace daño.
-- ¿ una mujer?  Seguro que fue una mujer la que lo puso así.
- más o menos.  Y usted ¿ que hace aquí en este antro de olvidados?
-- estrés laboral.  Tuve muchos compromisos y se me torcieron los cables. Mire hasta se me cayo todo el pelo.-  Y era verdad era un hombre delgado  sin cabello, y con unos lentes empañados. Y así conversaron de todo mientras a lo lejos los locos de remate golpeaban las puertas y se escuchaban gritos estremecedores. Las enfermeras iban de un lado a otro con esa frialdad técnica que Andres siempre odio de los médicos.

A veces Andres para no estar aburrido, jugaba ajedrez con varios locos y a todos les ganaba. Una chiquilla se molesto por haber perdido que le escupió en la cara. De inmediato unas enfermeras la llevaron a su cuarto. Durante la cena un negro loco le hacía señas con la lengua asquerosa. Andres le dio un puñetazo. Y se fueron a los golpes ante " vamos, vamos,  yo le apuesto a este". El hombre serpiente le mordió la pierna al negro loco.  "No te metas con mi cena chimpancé de mierda" pronto las enfermeras los separaron. Un técnico antes de dormir le rasuraba la cara al pobre Andres que perdió el juicio.  Ahí sedado pensaba en sus padres y en sus ideas de destruir los Estados Unidos, el capitalismo, y tanta tontería junta.

Un sábado luego de estar cinco días encerrado sus tíos y padres lo visitaron . El llorando pedían que lo sacaran de este antro de locos.  Muentras la vendedora ofrecía sus prendas imaginarias y el negro loco y otros más bailaban salsa, sin que hubiera música. Sus padres le dijeron que hablarían con su médico. Pasaron otro cinco días encerrado y conversaba por las tardes cuando la somnolencia no lo invadía con Carlos aquel loquito, que dentro de todos no lo era.  Era extraño, pues cada vez que charlaba con Carlos, una enfermera los miraba con extrañeza, como si algo grave pasara. Las charlas eran interminables y pronto Andres encontró una mente criteriosa  y culta que lo escuchaba y aconsejará.

Llegaron los médicos con su madre y tíos y le hablaron al medico que a Andres lo podían cuidar en su casa, y que seguiría el tratamiento al pie de la letra. El psiquiatra examino a Andres, le hizo unas preguntas y pronto ya estaba a fuera con sus familiares. Habian sido diez días de riesgos y conversaciones extrañas. Andres nunca supo si Carlos era real o si era una alucinación, pues a él nadie venía a visitarlo. Pensó Andres quizás si estoy loco o era mi ángel guardián.

Perdió la universudad y dejó esas ideas de locos,  y se dedico a la carpintería y a la cocina. Poco a poco con un tratamiento adecuado y el cariño de sus padres salió adelante. Se hizo de una novia que comprendió su condición y decidieron no tener ningún hijo, por el mal de Andres. Las alucinaciones y su conducta efervescente no volvieron.  Y hoy Andres es un conocido empresario forestal. Ahora este loco solo ve los espíritus de la selva cada vez que arrasa con un árbol. 

jueves, 8 de abril de 2021

La chica del club.

 



Cuando era un adolescente de 14 años todos los veranos íbamos con mi abuela, mi tío y mi hermano menor a un club de la policía llamado el Changrila. Eran los días sábados que íbamos a ese lugar de esparcimiento con piscina y cancha de fulbito. Ahi los parientes de los sub oficiales de la policía solían pasar gratamente el verano entre amigos y familiares.


Recuerdo que para llegar salíamos  de los Barrios Altos hacia la avenida Gran y tomabamos el microbus que llevaba a Condevilla y bajamos en el hospital del empleado para latear hasta la avenida San Felipe,  donde al lado del canal 2 se hallaba el club mencionado en toda una esquina. Mi abuela era socia por ser madre de policías e ingresabamos raudo a los vestidores para chapucear en la enorme piscina del club.

Era chevere nadar en la piscina o quizás fingirlo. Pero me acuerdo que así como veía tremendas ballenas en traje de baño resaltaba una que otra vez alguna sirena de aquellas que solo miran fijamente y con presunción. En parte yo me la pasaba en el agua para espiar a una chica en específico que venía justo en aquellas tardes de los noventas a lucir su febril belleza.

Cuando trataba de fijar mi mirada en su rostro y que ella me viera,  lo hacía con desinterés y me hacía desplantes con su enorme cabellera. Se recogía la cabellera y se esparcia en toda la orilla de la piscina solo para que los bábozos de los muchachos nos quedáramos embobados por su extravagante presencia. Era un espectáculo ver lucir su figura. Era una chiquilla como de unos quince años,  blanca como un cisne y un rostro con unos ojos que solo miraban flores. Siempre que trataba  de cruzarme con ella me hacía unos amagues tan dolorosos que mi corazón hervía de cólera.

Una tarde después de comer en el restaurante  del club llegaron dos hermanos hijos de un policía  y nos retaron a mi hermano y a mi a jugarnos un pichanguita y quien perdía invitaba las gaseosas. Llegamos a la loza de fulbito y de inmediatos esos morenajes sacaban tantos pases con efecto y velocidad que el marcador ya estaba a tres cero. A pesar que yo protegía la defensa y trataba de filtrar mágicos pases con mi pierna derecha a mi hermano que conocía el oficio de delantero, pronto todos mis lances y jugadas eran neutralizados por esos monstruos del fulbito. Recuerdo que a pesar de mis esfuerzos perdimos 5 a 3. Con solo dos goles de mi hermano y un gol de mi patada con efecto. Pero eso no era la sorpresa. Pues esa chiquilla había estado todo el tiempo mirando el encuentro con sus hermanitos menores. Con razón escuchaba una risita burlona cada vez que marcaba a aquellas fieras del fútbol.

Al final del encuentro pagamos las gaseosas a los morenajes y de la nada se me acerco la susodicho nena cerca a donde descansaba en la tribuna y me dijo:

-  no sabía que esa carta de payasito existiera  todo un gran pelotero. - hizo esto y me dio un beso en la mejilla izquierda huyendo de inmediato hacia la piscina a seguir rompiendo ojos. Me quedé estupefacto y una sonrisa ingenua se dibujo en mi sudado rostro. Me quedé unos minutos remecido en la loza deportiva mientras mi hermano y mi tío que era menor me jodian con ese chabola que estaba más bueno que el pan.

Me resistí a volver a la piscina pues andaba con roche. Así que espere a que mi abuela Maria me viniera a buscar y me fuera del club completamente embrujado por esa niña traviesa.  Cuando se acercó el siguiente sábado no fui. Mi hermano me contó que tampoco aquel día la había visto. "Seguro tiene novio, no te ilusiones hernano" me decía mi ecuánime hermanito mientras ya se acercaban los días para el regreso al colegio Lasalle.  Volví a ir al club con mi abuela pero ya no había asomado su presencia por aquel lugar. Solo recuerdo que pregunte como se llamaba al administrador y el solo me decía que era hija de un coronel. No sabía su nombre. Así que me decidí olvidaría y ponerme a estudiar duro y parejo pata mi tercer año de secundaria.

Un día mientras nos regresábamos en la custer de San Bartolo a mi hogar de Surco se subieron una patota de chiquillos y llenaron los asientos. No pude ocultar mi sorpresa cuando de entre los muchos adolescentes subió aquella sirena en shorcito y se sentó a mi lado solo para Joder la pita. 

Me hice el que no la conocía. Me dispuse a solo mirar las calles por las lunas de la custer, pero era imposible. Los chicos pusieron tecno a todo volumen y esa chiquilla empezó a bailar en el asiento chocando sus caderas con mi hombro.
- ¿acaso no te acuerdas de mi payasito? En el club la chica a la que venerabas.
- me voltie y le insisti que no me molestara
- ¿ que acaso no tienes huevos para hablarle a una chica? Que estés planchadito no quita que seas bien piedra.
-  si eres la chica que me dio un beso en la cara, ¿pero acaso de algo sirve?
De inmediato les contaba a sus amigos por mi timidez y todos me vacilaban con bulla y bailes en el pasillo de la custer.
- eres un tonto, yo te esperaba en la piscina y tu te desapareciste. Ahora el destino hace que nos reencontramos. 
- te me pones en bandeja.
- si y ¿ que vas hacer?

La tome del rostro con mis dos manos y le estampe  un beso que que duro una eternidad. Ella respondió y por espacio de unos segundos reino el silencio, hasta que reinicio el escándalo " así se hace hermanito" grito mi hermano. Y todos gritaron en el acto. Nos besamos por largos minutos y nos decíamos que nos volvamos a ver. Cuando baje de la custer todo se envolvió en una promesa y un teléfono que ella me escribió en mi brazo izquierdo.

Al llegar a mi casa aún muy pensativo mi hermano menor me dijo que la llamara. Pero algo pasó en mi. Una fuerza extraña que hasta ahora me impide ser feliz  me hizo que pasara el tiempo hasta que me decidí a no hacerlo. Era el empiezo de una timidez hacia el amor y de una vida bohemia con las desconocidas. Lo clandestino me atrapó. Ese beso fue como el beso de dos perfectos desconocidos. 

miércoles, 7 de abril de 2021

Pacto de sangre.

 



Yo siempre le tuve un gran cariño a mi amigo José. No sólo fuimos colegas sino amigos de fiestas y aventuras. A él lo conocí a fines del primer año de economía.  Conversamos varias horas y luego nos fuimos chelear.  El es un galán que con solo mirar a una mujer tiene la facilidad para seducirla. Yo en cambio soy más tranquilo y confío en la fuerza de una genial conversación para atraer a una mujer. Con el tiempo nos fuimos distanciando al culminar la carrera, pero sucedió algo que estuvo a punto de terminar con nuestra larga amistad.


Durante los últimos tres años de universidad yo tuve un romance con una chica llamada Sonia. Ella era jefa de prácticas en filosofía y nos sentíamos bien juntos haciendo el amor con la música de metálica. Nuestras vidas se cruzaron porque ella era una genio y una belleza que lo hacía interesante. La verdad es que no se como nos hicimos enamorados. Solo se que una mañana hasta le hice el habla en un paradero de la puerta 3 de Unuversitarua a la emblemática Sonia, y le habrá gustado mis lances de colegial que el amor prendió y pronto hacíamos todo juntos sin que nadie sospechara de nuestro romance en la ubuversudas.

Lo que paso es que Jose por accidente le echo el ojo a Sonia y por resultar muy interesante le daba sus lances de incorregible seductor. Ella sabía que era mi amigo y que le hiciera el pare, cosa que no podía hacer pues se revelaría el susodicho lazo de amor que me unía a Sonia.

Lo que hice fue llevarlo a chapar a uno de los huariques de Pando y tomando y tomando, y cantando boletos cantineros le revele en secreto que Sonia era mi enamorada. El lo tomó como una gran sorpresa y prometió no interponerse más en mi relación con ella. Para ellos nos cortamos con las botellas de Pilsen las manos derechas y juramos bajo pacto de sangre no meternos nunca con la novia de un amigo.

Todo iba bien hasta que el poligamia de mi amigo le sacó la vuelta a su enamorada con la hija de su jefe de trabajo, y ella vino de frente a decirme que no lo alcahuetara nunca más. La vi tan indignada que no se me ocurrió otra cosa que sacar un roncito que tenia en mi mochila y los tomamos juntos para ahogar las penas. Yo prometí nunca volver a tapar a mi amigo pero me la ponía difícil porque eramos compañeros de aventuras.

Como vio en mi rostro la duda de acogerme a su pedido de mujer despechada me contó una historia que jamás pude confirmar porque yo y Sonia ya habíamos terminado. Me contó que entre mi amigo y Sonia había surgido una relación ocasional. No le creí de inmediato pues Sonia despreciaba  a José, pero pronto me asalto la duda. Mientras así estábamos chupando ya cervezas Favi mi amiga y enamorada de José me dio un beso en la boca y pronto lo que era solo odio y desahogo termino en una noche de sexo casual que me impresionó mucho.

En los siguientes días evite a José y lo vi rogando a Favi para que volvieran. Se me acerco después y lo tuve que proteger pues estaba tan desesperado por los celos que buscaba en cada rincón de la facultad al supuesto partidor de su noviazgo con Favi. Para serenarse lo lleve a chapar unas chelas y lo vi con que sentimiento cantaba, que tuve que revekarle quien era el supuesto nuevo novio de Favi. Con la cólera también de que el se había metido primero con Sonia y eso rompía nuestro pacto de sangre.

- oye huevon- te metiste con Sonia, así que yo me metí con Favi, pues rompiste nuestro juramento, ojo por ojo cuño. 
- ya te fragaste salgamos de acá a liarnos a golpes. A lo que accedí pues estaba también con rabia y borracho.

Todo fue un show. Dos borrachos peleándose tratando de asestar siquiera un golpe. El me asesto varios golpes en el cuerpo y yo una patada y un rodillas en el estómago. Estábamos así peleando entre una multitud de mirones que de la nada surgió Favi a meter más candela al lío de amigos. Ella decia:

- matense si son hombres, agarren piedras y matense si tienen huevos.

 Lo gritaba tantas veces que nos hizo reaccionar. Nos miramos fijamente entre amigos con nuestras caras ensangrentadas por la pelea y fuimos tras Favi. La cargamos entre ambos y la arrojamos a un charco que había en esa pampa de Pando. Mientras ella gritaba para zafarse y en rabia por estar toda todo empapada de barro aparecieron entre la multitud dos bellezas que no paraban de reír por el espectáculo que protagonizamos. Nos acercamos a ellas y les invitamos unas chelas mientras los imperdibles amigos tararreaban un bolerito de Alci Acista para enamorarnos. Lo que sucedió es arena de otro costal . Solo se que nue nuestra amistad se distanció, pues así es la vida nos deja con pocos amigos. 

domingo, 4 de abril de 2021

Anecdotas de congreso. Año 2000.

 



Voy a contar una de las travesuras de mi amigo José en un congreso de economía en el año 2000. El me había emborrachado para saber si cortejaba a Janet, cosa que le dije era imposible pues era mi amigo. Este pendejo se sentaba todos los días al lado de ella para que lo aceptara. Y a pesar de que sus amigas le advertían que era un mujeriego ella al final lo acepto. Yo retire mi ataque pues me gustaba y se hicieron enamorados.


Cuando sucedió lo del congreso en la ciudad de Huancayo yo no pude asistir. En ese tiempo trabajaba en las madrugadas de limpieza en un hotel de Camino Real, y no tenía permiso de mis jefes. Solo les desie a mis amigos que les fueran bien.

Muchos de mis amigos llegaron a Husncayo no para asistir a las conferencias o grupos de debate, sino para pasearse y para la noche ir a las discotecas de la ciudad. Al regreso de José el mismo me contó todas las travesuras que había hecho sin querer. El me contaba con una sonrisa en la boca. 

'Cuando llegue a Husncayo no supe cuantas de las chicas de mi salón se morían por mi. En mi cuarto se me metió Sabrina y no supe hasta allí que era ninfomana. Todss las noches hacíamos el amor en la ducha mientras en los pasillos un gay gritaba quiero un hombre quiero un hombre. Yo me reía y la pasaba bien con Sabrina que se iba al cuarto de otro chico a seguir complaciendose. 

Cuando por fin me deshacía de esta melosa llegue a la discoteca y en una noche de juerga y alcohol se me acercaron Charito y luisa totalmente ebrias a besarme. Yo me deshice de ellas pues estaban como gatas en celo y me fui a la barra a tomarme un trago.  Ahí se me acerco Lizeth y me invito tequilas para marearme y aprovecharse de mi borrachera. Tome varios tequilas y cuando me propuso chapar en la calle, se presentó su enamorado por atrás, y ella entró corriendo a la discoteca gritando que me había aprovechando de ella. Era el acabose. Me escape de esa escena de chantaje y me fui a dormir a mi cuarto donde me esperaba Sabrina para seguir el coito de todas las noches.

Al día siguiente yo quería dejar la diversión a un lado. Quería escuchar las conferencias y participar en los grupos de debate. Estaba en recepción medio resaqueado cuando el encargado del hotel me dijo que unas señoritas que acababan de llegar necesitaban información del congreso. Cuando voltie a verlas eran cuatro chiclayanas hermosas. Me les acerque y les mostré ls información de mi carpeta del congreso. Fuimos a una de las conferencias hasta que después de escuchar dos de ellas , una de ellas propuso ir a un bar a tomar unas chelas. Yo acepte en el acto pues eran unas mamacitas.  Cuando ya el licor nos subió a la cabeza me propusieron seguirla en su cuarto del hotel cosa que yo accedí. Entramos y pusieron música trans para tonear. No se como luego de beber ron yo bailaba desnudo con las cuatro chicas también desnudas, y empezó la orgia. No se como me distribuía para dar placer a estas cuatro mujeres, solo se que mi animal travieso quedó rojo y alicaído. Ellas se quedaron jato, y yo estaba a mis anchas durmiendo entre tanta belleza.

Tenía que salir de ahí. Cuando estaba saliendo en los pasillos varios de mis amigos me vieron que salía de un cuarto extraño y me dijeron buena José. Yo me escurri a mi cuarto y me quedé dormido hasta bien entrado la noche. Ya solo quedaban una noche más y acababa el congreso de economía. Y yo ya tenía varios anticuados.

Cuando llegue a Lima y regrese a la universidad Janet me separo para un apartado y me dio una cachetada que me la tenia bien merecida. Perdí a mi enamorada y desde entonces me senté en otro lugar del salón. Todos me preguntaron de mis aventuras cosa que solo hice contigo, pues eres el más discreto. Fueron unos días locos'

Cusndo escuche el relato de José no me pude aguantar la risa. A pesar que yo estaba detrás de Sabrina no me importo demasiado, así que le propuse a José tomarnos unas chelas esa tarde, y así terminó la historia de mi amigo al que chalequie varias veces en nuestros años de universidad. 

La desunion de una familia

  Hace unos meses conversaba con una vecina que es adulto mayor. Le decía que a pesar de tener 75 años se le veía muy conservada y fortaleci...