Entre vendajes
He echado unas piedras al estanque De tus lamentos infinitos Y de ese modo he logrado transpirar Tus engaños matutinos Hace tiempo que no me acosa el recuerdo De tus labios melifluos y farsantes Y con eso me he sacudido tu sicuta A mitad de una canción rebelde y jactansiosa Me enrolado en los marasmos de invierno Para así descargar mi alma de cariño Y sentir por un instante Si Dios me regala un milagro en la avenida Pero se hace vieja mi pluma libertina De tanto amar cuerpos a centavos Y no sé si en aquellas osamentas No termino sino buscar tu perfume alariego Quise conquistar las selvas del ocaso Con unas coplas y armarios de libros infantiles Y talvez en tu amanecer espectral He despertado incubos y demonios He naufragado con duendes y roales Buscando el sabor de las montañas sagradas Y en un guiño palaciego Me he visto tumbado en la cárcel del dolor Otra vez intento sobrepasar a las hadas Para sentir el impulso de los sabios Y otra vez sin oxigeno y terror Tal vez me acerque a...