Te echo de menos
A veces en tus ardides
Se me incendian un poco las caricias
A veces solo se que ríes
Y en las sombras estalla tu piel
De tus dulces soy un siervo
Y en tu mapa alariego
Oigo a tu corazón expulsarme
Un poco
He ultrajado a la palabra
Para maquillar un poco mis desvelos
He reunido cicatrices
Para esconderlas de tus ojos palaciegos
Y tan solo un poco he dormido al mar
Para sorprender a tus enormes ojos.
Pero mi arrojo no conmueve
Al refrenar de tus locuras
Quizás si me embarró de malicia
Tenga más suerte mi verso travieso
Y con jugar un poco a Dios
Tenga por fin acceso al secreto de tu ser
Aunque nunca estaré seguro
De si al quemar a mi palabra
Me haga merecer tus rincones inauditos.
Te oigo reir mientras tiemblo
Y solo así te hurto el beso de tus ojos
Y la curiosidad de tus labios.
Intento asesinar tu mente
Con mis trabalenguas de soberbios
Y así se que esa sonrisa
Se vuelve un deseo escurridizo
Este apatrida de enormes arrogancias
Ha golpeado el pasado sin decirte
Al derramar la espuma de mi vientre
Solo quiere olvidarte y huir
Pero algo que me arrastra a tu alma
Deja una duda enfermiza
Y tal vez una promesa febril.
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