Sentimientos encontrados. Cuando los hombres lloran.
Una noche un amigo vino a
visitarnos a nuestro cubil de los Olivos completamente ebrio, y desgarrado por
un sentimiento que lo había vuelto mudo y afiebrado. Conmovido José y el que
cuenta esta narración lo abrazamos y luego como valientes lo pechamos para que
soltara la sopa. Se mantenía silencioso y remecido por un dolor intenso que lo hacía
inaccesible a cualquier interpelación o fuego testimonial. José que era más
ducho en hacer hablar a los achicharrados por alguna frustración, prendió su
cigarro y lo pincho varias veces hasta sacarlo de sus casillas….”Ya, ya carajo,
voy a hablar, pero no me gusta llorar”.
Nos contó una historia
existencial y hasta ridícula, que luego de terminar desato la carcajada ruin y
fría de José, que con el pucho en la mano lo miraba como si fuera todo el
tiempo un niño de pecho. “carajo no hay
nada que unas buenas chelas no arreglen”. Los sacamos hacia la Av. Izaguirre ya
de noche, esquivando a los tranquilitos de esas zonas, y caímos en un Huarike cerca de la Plazuela
principal a liquidar y olvidar.
Recuerdo que aquella noche, ya se
manifestaba en José y Enrique una idea suicida de mover cosas en la zona. Cada
uno a su modo habilitado en el Estado había construido una red de contactos
basándose en la amistad y la disipación personal. Pero Enrique esa noche había
sido picado por el veneno mortal del dulce romanticismo y estaba irreconocible.
Al apurar los tragos su semblante era un desastre total, demacrado y angustiado
era presa de los celos y de una vertiginosa idea de revancha, que yo en mi
calidad de amigo lo desinflaba. Este huevetas se había enamorado de una
anfitriona colombiana, y ella en seco lo había terminado de una forma brutal.
“La había conocido en el sur.
Como saben me gusta ir hacia las discotecas de Asia, y las más caletas de Cerro
Azul. Estaba todo ese día veraneando con mi jefe. Un hijo de fruta que
siempre me jalaba para la playa para que
le cuide se negoció y así despistar a su mujer, una señora en todo el sentido
de la ´palabra. Me estaba quemando con el sol abrazador y mientras el muy
ladino sacaba sus tarjetas doradas en la arena para atraer la atención de las
chicas, me metí al mar para refrescarme. No sé cómo la corriente subió y en
medio de una vorágine la ola me batió contra la arena y caí encima de una
sirena, que al chocar nuestros cuerpos la fría corriente se convirtió en una
profunda electricidad de miradas corporales. Ella sonrío, pues mi cabeza
termino en sus bombones celestiales, y se alejó hacia su grupo de amigos unos
metros más alla de mi soledad incandescente.
En ese momento el mundo de la
bulla, y el trago que llegaba de mi patrón no me importaban. Miraba de reojo, y
a veces con desparpajo criminal hacia ese clan de tucos que la rodeaba, buscando
delirantemente que su mirada secuestrada por unos lentes oscuros se posara en
mi febril mirada asesina. Como no conseguía lo que deseaba, ya estaba dispuesto
a acercarme y hacerle la lora, cuando fui testigo de algo que conmovió mis
sentidos. Eran como las 4 de tarde y una empleada del hogar, cuidaba a un nene
rubio en las orillas del mar. Todo iba bien, hasta que a la sobrina se le ocurrió
jugar un poco con las olas, mientras se cercioraba del nene. Para que hizo eso?....DE algún lado que no
tengo idea, una enjuta señora invadida por el odio de la formalidad le dijo “
Que haces serrana de mierda, tu tarea es cuidar a mi hijo, y no estar
malogrando mi playa con tus patas. No sé para qué te he traído?, cuando ya esté
bien de noche si quieres te bañas con los cangrejos, y ahora obedece y lárgate
de mí vista”
Como ya estaba medio sazonado por
el trago me pare, y ustedes me conocen,
e hice una cosa que exalto a la doña… Agarre del brazo a la chica, y sin
pensarlo dos veces la bese con todas las fuerzas incontenibles de mi justicia
interna, y la deje muda a la Ñorsa. De
inmediato le dije: “esta chibola de seguro besa mejor que usted. Perdone se me
antojo. Apostamos?” Cuando hice eso sentí la risotada general de la playa, y la
Ñorsa roja como un tomate desapareció entre el gentío completamente humillada.
-
Perdona seguro ya perdiste tu empleo, amiguita
-
Ya joven no se preocupe, igual uno siempre sabe
defenderse, gracias por el beso…Jjajajjjaja,- y avergonzada se metió de nuevo
al mar, como pa seguir jodiendo.
“Jjajajjajajaj eso hiciste Virus”
ya sigue contando que paso con la sirena…. Me percate medio con roche si había
visto el papelón de mi felonía y en esa zona donde estaba reposando esos
jardines tan intensos, ya no había nada. Me Salí con mi Jefe a jironear por el
boulevard, y el muy pendejo estaba mamadazo. Tuve que llevarlo a su chalet, y
luego me Salí ya casi de noche a deambular por los comercios. Tenia mucha
hambre, y como le había sacado algunos dólares al viejo empresario, me acerque
a una fuente de helados exóticos en el
centro del boulevard, mientras divisaba ya el movimiento en las cercanías de
las discotecas. Cuando pague esa noche un helado de 25 soles, alguien como una
saeta de sensualidad perfumada se paró a mi lado, y sentí ese calorcito
tropical que salía de sus labios.
----¿Asi que te gustan las
cholas?
Volteé dinamitado por el frio y
la sorpresa, y luego de tragar saliva---Todas las mujeres son lindas, claro el
cafecito con aroma de mujer no lo he saboreado---
---Jjajajjaa, como sabes que soy
colombiana?----
----Nadie tiene esos tanques de
fuego que atraen tanto en mi país----
---- Tanques te refieres a mis
bubis?---y la muy traviesa las movió haciendo que la sangre me recorriera todo
el cuerpo. Temblé un rato, pero luego me puse fuerte.
----Esta noche hay salsa de la
Charanga Habanera en Voces….Soy anfitriona de eventos de cerveza. Si quieres te
jalo y nos conocemos?
-----La verdad no soy un chico
fácil, pero ¿qué gano con que me jales? Debes tener varios buitres detrás de ti.
Eso no lo hace chévere.
----Vente, siempre hay más peces
en el mar, además es salsa, siempre hay posibilidad para que el cuerpo
hable----Me dejo absorto, y con los labios que miraban esa boquita rosadita, le
dije que si…
No estaba precisamente con mica
para el zarandeo, así que me arregle lo mejor que pude, con mis zapatillas
achoradas, y me metí en una tienda de multiservicios a las afueras de
boulevard, y sin que nadie lo percatara abrí una botella de aceite de oliva, y
me la empuje para sostener cualquier pepa abusiva que mi distracción no
avistara…..Ingrese a la discoteca, y el animalon de seguridad me dejo
entrar, cuando le dije que venía de
Parte de Verónica, la colombiana. “Puta ahora recoge vagos, que suerte
tienes”----Que pasa Guta…? Si sale te debo un cebichito.—sale vago, pero no te
veo clase….
Ingrese como a las Diez de la
noche, y la espectacular Verónica estaba sentada en la barra con una minifalda
de infarto, promocionando la chela Cristal. Aun no se escuchaba la timba
cubana, y ya varios galanes estaban conversando y azuzando a ese ángel, que arremetía
todas mis malas intenciones. Me senté lejos de la escena, y me enyucaron una
jarra de cerveza. Cuando deje de escuchar el aburrido reggaetón, e ingreso los soneros de la Cuba, el
esqueleto se me exorcizo, y la pista se llenó de verdaderos timberos, muchos de
ellos extranjeros, dominicanos y colombianos. Como saben yo tiro mi salsa
casino, así que para atraer la atención de Verónica que era una estrella en ese
firmamento de sonoridad caribeña, saque retadoramente a una lady que estaba en
un clan de tucos, sin que me importara ser respetuoso más que con la chica
misma.---Que dices amiga, sazonamos la pista?---Obvio.
La Charanga tocaba “Mala Mujer” y
con mucho ritmo pero sin alocarme, la llevaba con armonía romántica a la lady,
claro sin mirarla, alejándome y haciendo contactos furtivos al ritmo de las
melodías con el cuerpo de la damita, que sorprendida me jalo la cara, y en una
vuelta déjala que siga---# Estoy aquí patán, funca quieres”. Entonces retado, en
un mix hacia una guaracha timbera de “Pa Bravo Yo” raro en la timba empecé a
darle vueltas como trompo, y hacer figuras de achorado tomándola de la cintura,
y jugando deletéreamente con su cabello y con su respiración agitada, mientras
en las bajaditas estridentes, sus labios, y sus ojos cerrados apuntaban a un
desenlace de confusión apasionada. Cuando se detuvo el son, nuestras bocas se
hallaron, e iba evadir el beso, cuando la damita, presa de un fervor anímico me
tiro del polo, y me estampo un chape tan sabroso, que su siguiente idea, fue
darme una cachetada para borrar las huellas de su orgullo alterado. “Patán,
solo eres un vago….” Regreso a su mesa, y como Nancy que verta volvi mis ojos
hacia el trono de la narca. Nuestros ojos se hallaron y pude distinguir una
sonrisita de reto ocultada tras un pisco sour, de cuya copa sentí un envidia
tremebunda.
Volví a mi mesa y para darle más
calorcito al corazón, y como si fuera un niño tras un dulce pedí un Baccardi.
No sé cómo mientras apuraba un vaso y el calor me invadía los pensamientos, dos
jóvenes bien fintosos se me sentaron en mi mesa, y luego de poner un cohete en
mi delante, me dijeron “Oe gracioso, no nos ha gustado que un pacharaco como tu
trate a una de las nuestras con esas confianzas…. Sino te vas, te quebramos
huevon” --- Así, tú y cuantos más----Estas advertido.
Ya eran como la 1 am, y como el
ambiente estaba más relajado alrededor de Verónica que reía con un bien
plantado caballero madurito, me arme de valor inusitado, con la copa en mano, y
luego de saludar con sumo respeto a la competencia, le hice un lance de
invitación a bailar a Verónica que en toda la noche nadie se había atrevido a
sacarla. Ella me hizo con las manos que luego, pero yo con el ingenio en el
alma, me retraje un paso, me agarre el corazón como si sintiera un paro
cardiaco, y una sonrisa jadeante se dibujó en su rostro. Con la mirada la jale
pa la pista, y justo ya en forma de guaracha cubana, tocaban Rumbera de Willy
Chirinos.
La danza fue un hallazgo de
pieles hambrientas y que no respetan las formas del sonido. Cuando la cogi de
la cintura, su cuerpo engatusado por el aroma de su alma era una selva de
movimientos envolventes e impredecibles que rompían las arremetidas de lance
bailante de mi propia flexibilidad sobre la melodía. Ella se soltaba y al son
de los estribillos del soneo, y los rumores caldeados del ambiente invadido por
el juego de luces y sombras parpadeantes, su osamenta era pura brujería de
seducción maquinal sojuzgada por una música. Su cabello negro azabache al sabor
de mis lances de cuerpo que se acercaba y se iba, exponía un rostro expuesto a
l la vanidad de una boca, y unos ojos inyectados por el fragor de sentirse
deseada y acechada que nuestra
comunicación corporal era un juego de hilaridad e inventiva pura, que cuando
colisionábamos sentía el yugo de su piel, sobre mis brazos, y todo mi cuerpo
temblaba de una emoción inusitada. Era solo un anexo de un deseo ferviente
hecho danza y forma que no tiene formas. Justo tocaron una salsita de “ay que
amor” y en ese momento retado por la fuerza de un freno inmarcesible de poder,
la arrebate de la masa de secuaces bailantes y la estreche contra mi piel
impensante, aligerando esa osamenta con el canto hecho delirio de esa salsita
tan directa y envolvente. Su silencio fantasmal, atenazado entre mi piel
descargada de electricidad era solo un cuerpo inclinado a escuchar la
embriaguez precisa de una palabra y el mundo empezaba a cantar. “Sigamos
habiendo el amor” y el molino satánico de un más allá de las palabras se
convirtió en una escena donde mis labios encendidos recibieron el impacto de un
Cali ponzoñoso.
----Salimos, no me importa quien
seas, este presente es infinito….
---Lo que tú digas delincuente,
yo solo soy un mar donde tú eliges bañarte.
---- Al mar? Buena idea en la
noche, todo es más sentimental…
----Arrástrame y húndeme, solo
soy un arma---- Y de inmediato caminos abrazaditos hacia el mar de Asia en
aquella noche donde La luna esquivaba
nuestras miradas, y la respiración agitada de nuestras osamentas inundaba el
ambiente de un silencio a punto de estallar.
Llegamos y ella se soltó de mis brazos involuntarios, se sacó la
minifalda, y me jalo al encabritado mar donde su enigmática silueta de
bandolera serenaba el mar, y su perfume de hembra era más penetrante que el roció
estival del agua salada…..Nos refocilamos en la orilla, sintiendo el frio
bautismal de esas aguas discretas que no apagaban el fuego de miradas y besos
ardientes que me estampaba en la boca. Era solo un marino extraviado en
aquellas curvas malignas que ni la noche podía ocultar con su velo de sonidos
envolventes….Cuando el deseo irrefrenable me llamaba a desnudarla, ella se
apretujaba contra mi pecho, y solo me comía la boca con una efervescencia tan
sutil y a la vez violenta que el solo verla en esa ecuación solitaria llamada
tierra, me quede completamente enamorado de ella…Me bastaba con sentir sus
contoneos festivos sobre mi cuerpo remecido, y estar contemplando como al
capricho de las espumeantes olas, sus ojos grandes como la noche, me
comunicaban un sentimiento de candor inocente, deseoso de poseerla, pero a la
vez de protegerla…..
-----Hoy la danza me despertó
algo en el pecho que no se decir que es?
----Igual yo bandolera, no sé quién
eres, pero sé que eres?
----Quien soy entonces? Atrevido
plebeyo----
----Un demonio de sensaciones
ocultas, alguien queme embrujado
----Quieres poseerme?----
----Si con toda la fuerza de mi
imparable locura----
----Yo también quiero, pero este
momento es mágico, aun somos personas---
----Eres alguien, impredecible,
eres un encanto así no sepa la audacia de tu propia anatomía
----Jjajajaaja, ya sabré de tu
magia, por abrázame y que esa Luna celosa nos espié como dos eternos amantes
enfurecidos por el fuego de la pasión---- Me beso otra vez, y sus piernas
grandotas como cortezas blanquecinas de árboles sagrados me enlazaron las
piernas y la cintura.
Se recogió sobre mi cuello, y
casi dormitando sentí su abrazo descomunal, aquietado solo por una palabra
secreta que tanto temía…..----Te amo vago!
Era ya casi las 4 am y la convencí
para salir de ahí…El frio era bastante molesto, y caminamos de nuevo
abrazaditos como dos niños, y la acompañe hasta su condominio, donde en la
entrada el vigilante y una amiga de seguro la recibió con el ánimo de quien
encuentra algo muy valioso-----Me miro un rato, y luego se desaparecieron en
los interiores de aquel conjunto de edificios, y me sentí como si el alma
perdiera consistencia en mi ser---
Cogí aire de esa noche tropical y
casi sin saber a dónde iba, me ubique en la misma Panamericana sur, chape el
Soyuz y me iba cantando cual cojudo, un bolero antiguo de Héctor Lavoe. Estaba
completamente enamorado de una desconocida a la cual le bese el alma, sin
haberme fusilado en esas curvas arcaicas de poder inusitado…..Solo pensé en
toda la madrigada y el día Domingo en ella.
Su aroma, su agitación febril, su tesitura al tacto de mis manos
traviesas, ese cabello virgen y azabache, esa boca y ojos tan míticos que
invitaban al dolor más placentero. Era como sentir en mi algo que no podía
pensar, sin romper en esa plazuela secreta y sentirme verdaderamente un animal
celestial…..
Dormí en mi cuarto de Lince, y
cuando me disponía a ducharme, un papelito cayo de mi bolsillos…Me cerciore
como insuflado por un presentimiento furibundo y era el cel de Verónica,…..Me
bañe con el cuerpo sin orbita, me Salí a tomar mi lonche de maca con mis panes
con Torreja. Mientras devoraba mis alimentos con fruición su mirada fija y
profunda como los manantiales se insertaban en mi mente, y algo extraño me
tronaba de ansiedad el cuerpo, y el pecho se me hinchaba de suspiros
incontenibles…..Me iba a apurar a llamarla e invitarla a salir. Lo pensé como
un plan maquiavélico, una, dos tres veces, pero luego depuse mis ideas y
delirios y deje que ´pasara una semana, como para intrigarla, darme mas valor y
frialdad.
Cuando luego de un trabajo duro
en el sur me detuve a pensarlo, sensaciones encontradas y una fuerza de
atracción descomunal a esa piel perfumada por el olor de miles de impulsos
malignos me conmocionaron y empecé a tiritar de inseguridad y a la vez de osadía maquinal…Cuando tenia el
numero en mis manos, el celular era en si una prolongación, el camino prohibido
a ese hola juguetón, y a la propuesta más sutil
e indecorosa que se me pudiera ocurrir… Mientras pensaba que decirle con
espíritu de osadía orgullosa, su boca
ardiente y fresquita como los manjares ya me devoraba el alma. La llame de
golpe, y su hola, luego al rebelarme, me hicieron danzar en un remolino de
ilusiones infantiles….cuando me dijo “ jaajjaaja, poeta salsero, claro, ponle
hora y fecha, siempre tuya Verónica, un lugar bonito ah”…
Me endiable en hallar un lugar
bonito. Algo a la altura de esa colombiana bógalo, donde solo existiera su
atención sobre mis lances de ajedrecista engalanado, y luego sorprenderla en su
seguridad con alguna propuesta que desramara su natural arrogancia, y urgiera
de mi protección y seducirla….Halle el lugar perfecto y discreto, y luego la
naturaleza hablaría.. A veces los accidentes son la mejor forma de romper los
pensamientos y pasar a una redada de verdaderos contactos corporales, solo hay
que saber cómo provocarlos, lo demás es instinto desatado.
Era un miércoles de Enero. El sol
brillaba y hacía un calor sofocante en Miraflores.
Llegue puntual a la alemana y estaba
parado en el cine Pacifico. Pasaban los minutos y la colocha no aparecía. Lo
segundos me hacían sudar frio y por un rato me fastidiaba tener que estar ahí
como un Pedro navaja y mis lentes oscuros de Las Malvinas. Cuando ya el orgullo
me ganaba y miraba de reojo a una dama del Haití, ella apareció como un hechizo
de verano. Estaba al cohete, radiante, con un jean guerrero azul y una blusita
escarlata que delataba su ombliguito merenguero. Su cabello azabache flameaba
como el de una diosa. Y su rostro sin maquillaje era la inocencia insinuando tatuajes
de caricias. Me saludo con un amor, y silencioso la tome de la mano y la jale a
un rinconcito junto al cielo que siempre visitaba. Ella coqueta y altanera no
decía nada. Cuando pasábamos por cada lugar público su mirada de bruja se
desconcertaba. Ladeamos por Berlín. Y ella me dijo “Que me quieres embriagar?”
–No confía, no importa el lugar sino a donde queremos llegar. Escogí un café de literatos y encuentros y
nos pusimos tomar unos Machupichu. .Ella era canchera así que no me contradijo
nada. Apuro su primer vaso, se echó para atrás de su silla, y su cabello oculto
su ojo izquierdo. Su silencio era un pergamino sagrado donde mis lances de
escritor debían derribar esa secuestrada arrogancia que tanto me atraía.
---- Esa noche en la playa
nuestros cuerpos hablaron, pero no…
---No pasó nada porque sentí que
estaba ante alguien que me trato distinto.
----Yo solo hice lo que mi alma pedía,
abrazarte y que el mar espiara nuestros besos…
---Eso no me pone…Ya no me digas
nada que me Halague demuéstrame
delincuente lo que eres.
--Eres una fiera. Sazonemos nuestro
cuerpo y veremos lo que alcohol y otros pases nos hacen hacer….
--- Eso me gusta.
Apuramos cuatro rondas más, y
luego vinieron tres shocks de tequila… ya estaba mirando a tres mujeres delante
mío, cuando se sentó junto a mí y saco unos porritos…
----Fuma delincuente a ver si de
este despertar eres capaz de corromper mi mente.
---Ya mi reina malosa…
Me reanime y al estar junto a ese
cuerpo escultural, herí su orgullo para que no pensara que era la más bella. La
señorita que nos atendía era una Puertoriqueña también muy hermosa. Cada vea
que llegaba, como estaba jalado le hacía un guiño, y Verónica me daba un golpe
en la barriga.
--- Es basurita Verónica, mis
ojos son solo para ti, tanto que ya me has vuelto miope…
.-----jajajajaa si pendejo. Bien
que te imaginas un trio…
----No para nada, que no sabes
que el trago me pone medio medio…Se me moja la canoa
----Jajjajaja como así
--Me gusta tu blusita pero a mi
queda mejor, me gusta tu brasier a pero a mí me queda mejor, y me gusta tu
candado maestro pues a mi me queda mejor--- Y había una florcita en la mesa y
me la puse en el cabello solo para joderla, y le toque sutilmente la
pierna----Vez yo tengo más piernas que tu…..---Mientras eso pasaba la mesera se
mataba de la risa, y con sus dedos me señalaba que la siguiera..
----Eres muy listo y juguetón,
pero no me gustan los maricas, así que toma esto----Me tiro una cachetada y
luego me dio un chape de aquellos que la sensación de la marihuana me altero lo
sentidos y todo mi cuerpo se estremeció. ---“Temblando, con los ojos
temblando….”
----jjajajjjajja eres un
accidente, me robas el corazón…
-----Si y luego de comer el
perfume que lleva el dolor lo hare anticucho….
-----Oe loquito, sorpréndeme,
pues así de fácil no vas a llegar a los campos Elíseos.
---Yo no quiero los campos
elíseos, quiero desatar una guerra por
mi Helena de Troya. Una isla para dos….
----Atrévete, pues ladrón de mi
amor….
Cuando estaba ya por sacarla del
barcito ese, por efecto del alcohol y la marihuana me entro el diablito y me
acerque a los servicios higiénicos. Cuando estaba ocupado en esperar que el
mapachon se durmiera, la atrevida mesera entro, y como haciéndose la loca… cerró
la puerta me miro un rato que pareció
una eternidad---- Ella no es más sórdida que yo, pendejo----Pero ella es mi
reina-----Pues vamos a probar el cetro de esa reina---- Se agacho y como
poseída por os celos fue 100% algo muy travieso…No sé cuánto tiempo estuvo así
con ella, pero cuando me entro ganas de escribir en su piel de salsera, la bote
del cuarto, y me señalo el dedo del medio. “Idiota”…
Volví luego de diez minutos creo.
Cuando me senté junto a mi colocha ella estaba iracunda pero a la vez tremendamente
intrigada. Su silencio me asombro un momento. Cuando iba a justificarme me tapo
la boca y me dijo----Se lo que ha pasado pero no me importa, demuéstrame lo
animal que eres y luego una explosión de sensaciones pasara---
---Seamos Adán y Eva….le dije---La
mesera le grito perra….
---Me jalo de la camisa, y
bajamos hacia el mar, que ya a media tarde lucia vació. De Pronto se puso algo
nostálgica…Miraba el sol crepuscular y se abrazó a mi cuerpo como si buscara un
refugio en medio de tanto desaliento…
---Esa noche en Asia sentí que
había hallado un hombre que fuera mi expansión, mi escape a esta mentira de
fingir ser una modelo…Y al mirarme un minuto largo a los ojos---y creo que lo
he hallado. No vales nada, pero eres alguien que demuestra que el poder, ni el
dinero, ni la fama conducen a la verdadera pasión, seamos amantes y que el
universo nos castigue…
----Tu eres mi reina, ahora
dejemos que nuestros cuerpos rían, y que nuestras mentes soberbias dejen de
existir----La abrasé, y silenciosamente le recite unos versos que su majestad
me inspiro. Mi mano escrutaba ya sus piernas y mi boca la sentir la proeza de
esas letras, hurgaba su cuello de cisne. Ella se estremecía, y me buscaba con
sus labios. Le hacia la cobra, y la hurgaba con caricias sensibles su
espalda…----Ah el ombliguito ahí si voy con más desvergüenza---No loco, ya es
hora que la privacidad desate y conozca nuestra historia,
Subimos hacia la avenida Larco y
bajamos en un hotel cerca de Aramburu. Yo creí que sería el sismo corporal ahí,
pero seguimos y entramos en un edificio. Subimos por el ascensor hasta el sexto
piso. Mientras ella casi fuera de si me besaba y me quería desnudar. Salimos al
corredor y había una familia que pasaba. A Verónica no le intereso, abrió su
departamento y me arrojo en su alfombra persa. Cerro la puerta y con una mirada
de tigresa, se hizo la gata que acecha su presa, y me dijo---no somos este
lugar, así que sin compasión dejemos nuestras huellas, y que el mundo se pierda nuestra pasión…..---Ya
mi Narca, serenos esa montaña donde se pierden los amantes y hasta los Dioses
nos envidian
.
De pronto perdí el pensamiento y
nuestras pieles se hurgaban con tiranía. Desnudos y en formas que desafiaban
las reglas de la armonía primitiva, lo hicimos en todos los lugares de ese departamento.
Su cuerpo perfecto como el de un ángel que se aburrió del cielo, me transmitía
por momentos un candor de caricias
suaves, y por otra parte desataba mi instinto de pureza criminal. Sus
lenguajes soeces y su mirada que siempre me desafiaba, me enloquecían, al punto
que ya no éramos solo cuerpos fusionados, sino pura energía, calor abrazador. Cuando
la tenía encima mío, pues ella ya hacia lo que quería, yo estaba hipnotizado
con el espectáculo de esa sensualidad salvaje que nunca quitaba la mirada de
mis ojos, empecé a retarle---Quien eres?---No jodas déjame concentrarme.
Puse más presiona mis asestadas y
su gemido la arrojo sobre mi boca. Su cabellera y sus ojos desorbitados por el
placer que encendíamos----¿Quién eres? Carajo---Así que sabes el arte de Venus,
el perfume sagrado----No pienses, dime quien eres---Me cogió del cabello con
violencia y sentada sobre mi sin perder, esa fusión que nos derretía, sentí con
extrañeza un gran calor, una energía que me hizo vibrar. Su rostro que hasta
ese momento lucia hermoso, pero consumido por la lujuria cambio y el hechizo de
sus ojos empezó a brillar. Mi cuerpo también se hizo más fuerte e irradiaba una
energía desconocida. Nos besábamos y
abrazábamos con mucha intensidad, y en nuestros genitales sentí una sombría
presencia, un calor que me hizo temblar, y solo cerré lo ojos. Ella se hizo
para atrás y perdió la conciencia….algo como una cuerda invisible nos ataba, y
me quedé estupefacto. Ella reacciono y con los ojos inyectados de sangre, me
dijo—Ahora una explosión cósmica ha sucedido, tu sabiduría, mentiroso es ahora
mi fuerza. Nunca seremos más bellos que esta noche---Sentí un gélido viento
recorrerme y algo como voces extrañas se sucedieron en la estancia…La aleje de mí,
y algo abrazador me recorrió el cuerpo, me duche y mi cuerpo resplandecía de
color azul, y no sé cómo entre visiones o figuras veía un cáliz y el cielo
abriéndose…Me metí un puñete, pues creí era la marihuana la que me estaba volviendo
loco…
.
Salí desnudo del baño y Verónica
como el fresco que nadie podría pintar yacía dormida en es cama que yo ya sabía
era de algún amante. No quería despertarla, y quería decirle aquella palabra
que nunca se dice, pero es la cura para todo… Me vestí y cuando abandonaba la
alcoba, ella vocifero---Delincuente te amor, ahora vete, El universo sabrá sin
nos volvemos a hallar.
Salí raudo y en la custer en la
que iba estaba alelado pero con una energía descomunal que atraía la mirada
como nunca de otras damas. Legue a Lince a mi cuartucho, y completamente
espasmódico me tome un ansiolítico y me quede profundamente dormido. En sueños
una serpiente me mordía, y luego nos extraviamos en la selva. Desperté sudando
frio, y a la vez remecido por temblores
inexplicables que inundaban mi ser. Me sumergí en la duche y quise no volver a
recordarla, pero era inevitable. Salí luego de ducharme y la llame. Su celular
timbraba pero no respondía. Llame cuatro, cinco veces y el resultado era el
mismo. Pensé en ir a buscarla a la misma Asia donde trabajaba, pero algo me
retuvo. De pronto un dolor incomodo en la base de la coronilla me invadió, y me
tumbo en la cama. Medo mareado, llame a uno de ustedes para que me viniera a
ver, pero no lo conseguí. Al otro, día
retorne al trabajo y al contrario del día anterior me sentía muy vital y
vigoroso. Empecé a trabajar en el almacén y ya los comentarios
de la gente no me importaban, Veía el mundo en otras dimensiones. Las horas
pasaron volando y una serenidad y alerta se apoderaron de mí ser. Comí en la
calle cerca de la Plaza Bolognesi, y volví a marcarle.
---Si mi delincuente?
----Porque no me contestaste
antes!
---Estaba seguro dormida
--- Y ahora podemos vernos?
---No tengo que ver a mis padres,
y luego toda la semana animar eventos en varios lugares, no me vas ser de marca
no?
---Por supuesto que no, pero me
enloquece no poder verte y volver a danzar contigo en la inmensidad de la piel-….
----Jajjajaaaj aquí no te has
dado cuenta de lo que te he dado….No importa yo te llamare, tu no mandas.
---Pero….—y me colgó con una
risita maledicente que no le había escuchado nunca.
Me sentía morir. Me hice le
fuerte e indiferente y me puse a trabajar horas extras para agotarme y no
pensar en esa colombiana mágica que no se quitaba de mi sangre. No sé cómo
cuando la supervisora que nunca me pasaba me llamo a recibir mi quincena, al
verla en ropas ligeras una sensación extraña de posesión se inyecto en mi
mirada, y la hipnotice, procediendo a devorarnos ambos. No era como la
colombiana pero todos mis sentidos se habían amplificado y mi fuerza sexual la hacía
estremecerse. Al salir de ahí, me mordió el labio. Y me dijo: No eres de sangre azul pero lo haces como
los reyes. 200 soles más para la próxima.
Habían pasado doce días desde que
no la había visto. La había estado llamando, y sabía que eso la hacía que
perdiera interés en mí. Pero estaba agobiado por no volver a sentir esa piel y
esa energía de diosa entre mis sentidos. Cuando me respondió había planeado
sacarla a bailar a Kimbara de Miraflores y reconciliarnos si alguna falta había
cometido. Me dijo que nos veríamos y que nuestra conversación seria la precisa
y lo mejor para loa dos. Que me extrañaba y que el sueño nunca es mejor que la
realidad---Te quiero Verónica--- No lo sé. Me colgó
.
Era un sábado en la noche y nos
hallamos en el Starbucks de Larco. El lugar andaba lleno y podía ver la
indiferencia de Verónica hacia mí. Estaba radiante como siempre, con un vestido
negro, y unos lentes grises que escondían su mirada de mis percepciones. Nos
compramos unas bebidas de chocolate y
nos sentamos en un lugar a fuera, como si una capitulación fuera a producirse.
Alguien se comunicaba con ella por mensajito. Cuando empezó a hablar me dijo: Sabes
lo nuestro fue estupendo, maravilloso, eres un buen chico, pero luego pasaron
los días y ese sentimiento de delirio que despertaste se fue de inmediato. No quería
aceptarlo, pero no eres tu soy yo, creo que esto debe terminar. ----Pero
podemos arreglarlo, tú me sigues gustando, sé que no tengo nada para bajarte
las estrellas, pero por lo menos alegremos el esqueleto esta noche, acá
salsoteando. Reserve dos lugares y será como una despedida, sino me quieres, ya
no importa pero cédeme este deseo..----No puedo mi vida---Y alguien la llamo, y
susurraban de que la iban a buscar en algún automóvil, fuera de Lima, y ella le
dio un te quiero ligerito
.
Me encolerice, pero no lo demostré.
Mire al suelo como dos látigos minutos sin responderle lo que me argollaba, y
reaccione: Ahora vas conmigo un rato a bailar a muerte y luego nos volvemos
desconocidos se quieres.---No estás loco, pero mira la gente, estas mal.
La arrastre hacia el local por la
calle de las pizzas, entre el tumulto de curiosos que miraban, y como ya los
zamborjas del lugar me manyaban entre rápido y nos sentamos fríamente sin si
quiera hablar. Pedí dos tragos del ron más cargado para calentarme más, y ella
ni lo miro.—Me vas a tener encarcelada aquí, tengo que estar en Punta hermosa
en tres horas---Aya, no sabía, así que eras tú y no yo----Bueno toma tu trago y
te dejo ir---
Tomo su trago como buena catadora, la jale a la pista que estaba media vacía, pues
eran casi las 10 pm no hubo más remedio
que bailar a pesar suyo. Estaba fastidiada y no dejaba que la apretara contra
mi cuerpo, a pesar que en el fondo yo sentía que había dejado huella en ella.
Cuando no sé dónde tocaron una bachata de Romeo Santos, y nuestras mentes se
esparcieron en la pista ennegrecida y psicodélica como dos cuerpos fusionados
por una música que destruye todos los odios y que seduce hasta el más tirano.
Ella no me miraba a la cara, pero estábamos tan juntos que podía percibir que
vibraba cada vez que al mover las caderas introducía mis piernas entre sus
piernas, y suavemente le hablaba versos hirientes en el cuello. Ella me odiaba,
y a la vez su cuerpo flameaba de deseo. Quiso despegarse de mí, pero la jale
contra mi cuerpo, y una banda de palomillas sentados por ahí: gritaban así se
trata hermano--- No es tu problema ¡Carajo¡…..Bailamos
hasta terminar la melodía, y nos íbamos a besar cuando simplemente mi orgullo
de rufián le negó el beso que hubieses sido veneno…. Le dije que me esperara en
la mesa, y me fui a los servicios higiénicos a mojarme la cara. Lo que vi no me
gusto. Mi rostro lucia lleno de malicia y de una rudeza que traslucía violencia
y estética de voracidad. Sai empapado mi cabello de ahí, y ella estaba sentadita
llena de miedo. Antes que llegara, vi a una bella mujer sentada con sus amigas
y le pedí con mucho respeto si me acompañaba a darnos un bailongo. La jale a la
pista y justo tocaban esa salsita “Sácala a bailar y apriétala”--- Ella era
hermosa y charapa por su asentó, baile en la cara de Verónica para que se
encendiera de pura rabia, y cuando ante mis asestadas de danzante el cuerpo de
aquella compañera se envolvía de sensaciones florales, ella saco un arma de su
cartera y me la apunto directamente al cuerpo.
Como la charapa estaba extasiada
y la luz era gris y ennegrecida, le señale el rostro de aquella chica y le dije
con señas de mis labios y de mis manos
que ella era más bella, más hermosa. Deje a la chica entre sus amigas sin
atreverme a joderla. Me acerque a donde estaba Verónica, y apuntándome en el
rostro aun, le dije: Sabes el trago me
ha hecho ver lo fea que eres, se puede ver la realidad a través de una botella.
Ahora vete donde tú quieras eres libre o esclava del dinero. Me dio una
cachetada, y dejo el arma en el suelo.
Me quede sentado un rato ahí, y sentí unas ganas enormes de llorar.
Nunca me había pasado amigos, pero Salí del local pudiéndome disiparme ahí, y
vine para acá hasta el cono norte a buscarlos para meternos una helenas y que
me escucharan, he llorando en todo el camino en verdad quería apasionadamente a
esa mujer que eligió el dinero al poder de
la seducción.
----Huevon dio José así es la
vida. Billetera mata Galán, pero cuando nadie ve es al revés… Vas ver, en unos
meses cuando se infeliz te va buscar para un remember, ya tú decides si darle
curso o botarla como debe ser…Yo le dije…
---Hay que seguir tomando aunque
mal paguen. Vamos al club
----Vamos dijo--- José---enrique
tomaba y como estaba triste el trago el subía rápido.-Antes que le diera el
aire vimos que tres jebas estaban en los previos en el bar y le aventamos
nuestra compañía. Cada uno en lo suyo, risas iban risas venían, pero aunque ya
se besaba Enrique con una de ellas, su rostros lucia desencajado y apunto de
gritar lenguajes incomprensibles. Beso de nuevo a su acompañante y se precipito
hacia la calle, sin saber mas de el.. Iba ir tras el pero José me recordó que ya
no era un niño que el se recuperaría pronto.
Regresemos la mesa y aquella
noche estas tres jebitas nos enseñaron reggaetón en una discoteca de
Eizagiurre, y luego los elixires mágicos donde la mente muere en mil pedazos y
solos somos animales hambrientos. José nunca tuvo remordimientos, para mi cada
experiencia era algo maquinal y dulce. Las dejemos dormiditas, y nos fuimos de ahí. Nos preocupamos por
Enrique y lo llamamos. Contesto estaba en su cuarto dizque entrenándose y
habiendo dado el siguiente paso cerrar todo capítulo de esa historia. Un día
nos contó que cuando pasaba por su mercado en Lince la colombiana apareció en
delante suyo, y silenciosa y altiva, lo miro fijamente—Que quieres ahora, no
que estarías en el mar Mediterráneo con algún iluminati---No fue como yo
esperaba, no pude olvidarte, cuando te vi con esa perra me di cuenta que te amaba.
Me fui porque tenía que hacerlo----Y ahora que ha decidido--- Perdóname, te lo
juro no me importa quien seas… Nos contó que la cogió súbitamente del rostro y
acerco sus labios a los suyos sin cerrar los ojos. Le dijo: Solo eres bella, nada más, lárgate de aquí, nunca
perdono a las traidoras. Se fue velozmente de aquel lugar y Enrique sintió una
gran liberación. Desde aquella mañana se unió a nuestras juergas y mejoro en
sus empleos y como estudiaba para barman consiguió un lugar en Aura, a donde
llegamos una par de veces con José.
El amor es algo raro, todo está
hecho para impresionar a la mujer para que los hombres se sientan seguros de
que pueden confiar en ellas. Pero he conocido historias y he sido parte de
varias de ellas donde la civilización no ha sido un buen invento para impresionar
sus ojos o sus afanes de belleza interminable. La racionalidad ha matado a la
pasión, o hace que los reales héroes que aún creen en el amor y saben despertarlos
vivan en los no lugares. Como dice la salsita “Hay el amor cosa tan rara,
cuando lo alejas, pronto se acerca”
Comentarios
Publicar un comentario