miércoles, 3 de abril de 2019

Sentimientos encontrados. Cuando los hombres lloran.





Una noche un amigo vino a visitarnos a nuestro cubil de los Olivos completamente ebrio, y desgarrado por un sentimiento que lo había vuelto mudo y afiebrado. Conmovido José y el que cuenta esta narración lo abrazamos y luego como valientes lo pechamos para que soltara la sopa. Se mantenía silencioso y remecido por un dolor intenso que lo hacía inaccesible a cualquier interpelación o fuego testimonial. José que era más ducho en hacer hablar a los achicharrados por alguna frustración, prendió su cigarro y lo pincho varias veces hasta sacarlo de sus casillas….”Ya, ya carajo, voy a hablar, pero no me gusta llorar”.

Nos contó una historia existencial y hasta ridícula, que luego de terminar desato la carcajada ruin y fría de José, que con el pucho en la mano lo miraba como si fuera todo el tiempo un niño de pecho.  “carajo no hay nada que unas buenas chelas no arreglen”. Los sacamos hacia la Av. Izaguirre ya de noche, esquivando a los tranquilitos de esas zonas, y  caímos en un Huarike cerca de la Plazuela principal a liquidar y olvidar.

Recuerdo que aquella noche, ya se manifestaba en José y Enrique una idea suicida de mover cosas en la zona. Cada uno a su modo habilitado en el Estado había construido una red de contactos basándose en la amistad y la disipación personal. Pero Enrique esa noche había sido picado por el veneno mortal del dulce romanticismo y estaba irreconocible. Al apurar los tragos su semblante era un desastre total, demacrado y angustiado era presa de los celos y de una vertiginosa idea de revancha, que yo en mi calidad de amigo lo desinflaba. Este huevetas se había enamorado de una anfitriona colombiana, y ella en seco lo había terminado de una forma brutal.

“La había conocido en el sur. Como saben me gusta ir hacia las discotecas de Asia, y las más caletas de Cerro Azul. Estaba todo ese día veraneando con mi jefe. Un hijo de fruta que siempre  me jalaba para la playa para que le cuide se negoció y así despistar a su mujer, una señora en todo el sentido de la ´palabra. Me estaba quemando con el sol abrazador y mientras el muy ladino sacaba sus tarjetas doradas en la arena para atraer la atención de las chicas, me metí al mar para refrescarme. No sé cómo la corriente subió y en medio de una vorágine la ola me batió contra la arena y caí encima de una sirena, que al chocar nuestros cuerpos la fría corriente se convirtió en una profunda electricidad de miradas corporales. Ella sonrío, pues mi cabeza termino en sus bombones celestiales, y se alejó hacia su grupo de amigos unos metros más alla de mi soledad incandescente.

En ese momento el mundo de la bulla, y el trago que llegaba de mi patrón no me importaban. Miraba de reojo, y a veces con desparpajo criminal hacia ese clan de tucos que la rodeaba, buscando delirantemente que su mirada secuestrada por unos lentes oscuros se posara en mi febril mirada asesina. Como no conseguía lo que deseaba, ya estaba dispuesto a acercarme y hacerle la lora, cuando fui testigo de algo que conmovió mis sentidos. Eran como las 4 de tarde y una empleada del hogar, cuidaba a un nene rubio en las orillas del mar. Todo iba bien, hasta que a la sobrina se le ocurrió jugar un poco con las olas, mientras se cercioraba del nene.  Para que hizo eso?....DE algún lado que no tengo idea, una enjuta señora invadida por el odio de la formalidad le dijo “ Que haces serrana de mierda, tu tarea es cuidar a mi hijo, y no estar malogrando mi playa con tus patas. No sé para qué te he traído?, cuando ya esté bien de noche si quieres te bañas con los cangrejos, y ahora obedece y lárgate de mí vista”

Como ya estaba medio sazonado por el trago  me pare, y ustedes me conocen, e hice una cosa que exalto a la doña… Agarre del brazo a la chica, y sin pensarlo dos veces la bese con todas las fuerzas incontenibles de mi justicia interna, y la deje muda a la Ñorsa.  De inmediato le dije: “esta chibola de seguro besa mejor que usted. Perdone se me antojo. Apostamos?” Cuando hice eso sentí la risotada general de la playa, y la Ñorsa roja como un tomate desapareció entre el gentío completamente humillada.
-          Perdona seguro ya perdiste tu empleo, amiguita
-          Ya joven no se preocupe, igual uno siempre sabe defenderse, gracias por el beso…Jjajajjjaja,- y avergonzada se metió de nuevo al mar, como pa seguir jodiendo.

“Jjajajjajajaj eso hiciste Virus” ya sigue contando que paso con la sirena…. Me percate medio con roche si había visto el papelón de mi felonía y en esa zona donde estaba reposando esos jardines tan intensos, ya no había nada. Me Salí con mi Jefe a jironear por el boulevard, y el muy pendejo estaba mamadazo. Tuve que llevarlo a su chalet, y luego me Salí ya casi de noche a deambular por los comercios. Tenia mucha hambre, y como le había sacado algunos dólares al viejo empresario, me acerque a una fuente  de helados exóticos en el centro del boulevard, mientras divisaba ya el movimiento en las cercanías de las discotecas. Cuando pague esa noche un helado de 25 soles, alguien como una saeta de sensualidad perfumada se paró a mi lado, y sentí ese calorcito tropical que salía de sus labios.

----¿Asi que te gustan las cholas?
Volteé dinamitado por el frio y la sorpresa, y luego de tragar saliva---Todas las mujeres son lindas, claro el cafecito con aroma de mujer no lo he saboreado---
---Jjajajjaa, como sabes que soy colombiana?----
----Nadie tiene esos tanques de fuego que atraen tanto en mi país----
---- Tanques te refieres a mis bubis?---y la muy traviesa las movió haciendo que la sangre me recorriera todo el cuerpo. Temblé un rato, pero luego me puse fuerte.
----Esta noche hay salsa de la Charanga Habanera en Voces….Soy anfitriona de eventos de cerveza. Si quieres te jalo y nos conocemos?
-----La verdad no soy un chico fácil, pero ¿qué gano con que me jales? Debes tener varios buitres detrás de ti. Eso no lo hace chévere.

----Vente, siempre hay más peces en el mar, además es salsa, siempre hay posibilidad para que el cuerpo hable----Me dejo absorto, y con los labios que miraban esa boquita rosadita, le dije que si…

No estaba precisamente con mica para el zarandeo, así que me arregle lo mejor que pude, con mis zapatillas achoradas, y me metí en una tienda de multiservicios a las afueras de boulevard, y sin que nadie lo percatara abrí una botella de aceite de oliva, y me la empuje para sostener cualquier pepa abusiva que mi distracción no avistara…..Ingrese a la discoteca, y el animalon de seguridad me dejo entrar,  cuando le dije que venía de Parte de Verónica, la colombiana. “Puta ahora recoge vagos, que suerte tienes”----Que pasa Guta…? Si sale te debo un cebichito.—sale vago, pero no te veo clase….
Ingrese como a las Diez de la noche, y la espectacular Verónica estaba sentada en la barra con una minifalda de infarto, promocionando la chela Cristal. Aun no se escuchaba la timba cubana, y ya varios galanes estaban conversando y azuzando a ese ángel, que arremetía todas mis malas intenciones. Me senté lejos de la escena, y me enyucaron una jarra de cerveza. Cuando deje de escuchar el aburrido reggaetón,  e ingreso los soneros de la Cuba, el esqueleto se me exorcizo, y la pista se llenó de verdaderos timberos, muchos de ellos extranjeros, dominicanos y colombianos. Como saben yo tiro mi salsa casino, así que para atraer la atención de Verónica que era una estrella en ese firmamento de sonoridad caribeña, saque retadoramente a una lady que estaba en un clan de tucos, sin que me importara ser respetuoso más que con la chica misma.---Que dices amiga, sazonamos la pista?---Obvio.

La Charanga tocaba “Mala Mujer” y con mucho ritmo pero sin alocarme, la llevaba con armonía romántica a la lady, claro sin mirarla, alejándome y haciendo contactos furtivos al ritmo de las melodías con el cuerpo de la damita, que sorprendida me jalo la cara, y en una vuelta déjala que siga---# Estoy aquí patán, funca quieres”. Entonces retado, en un mix hacia una guaracha timbera de “Pa Bravo Yo” raro en la timba empecé a darle vueltas como trompo, y hacer figuras de achorado tomándola de la cintura, y jugando deletéreamente con su cabello y con su respiración agitada, mientras en las bajaditas estridentes, sus labios, y sus ojos cerrados apuntaban a un desenlace de confusión apasionada. Cuando se detuvo el son, nuestras bocas se hallaron, e iba evadir el beso, cuando la damita, presa de un fervor anímico me tiro del polo, y me estampo un chape tan sabroso, que su siguiente idea, fue darme una cachetada para borrar las huellas de su orgullo alterado. “Patán, solo eres un vago….” Regreso a su mesa, y como Nancy que verta volvi mis ojos hacia el trono de la narca. Nuestros ojos se hallaron y pude distinguir una sonrisita de reto ocultada tras un pisco sour, de cuya copa sentí un envidia tremebunda.

Volví a mi mesa y para darle más calorcito al corazón, y como si fuera un niño tras un dulce pedí un Baccardi. No sé cómo mientras apuraba un vaso y el calor me invadía los pensamientos, dos jóvenes bien fintosos se me sentaron en mi mesa, y luego de poner un cohete en mi delante, me dijeron “Oe gracioso, no nos ha gustado que un pacharaco como tu trate a una de las nuestras con esas confianzas…. Sino te vas, te quebramos huevon” --- Así, tú y cuantos más----Estas advertido.

Ya eran como la 1 am, y como el ambiente estaba más relajado alrededor de Verónica que reía con un bien plantado caballero madurito, me arme de valor inusitado, con la copa en mano, y luego de saludar con sumo respeto a la competencia, le hice un lance de invitación a bailar a Verónica que en toda la noche nadie se había atrevido a sacarla. Ella me hizo con las manos que luego, pero yo con el ingenio en el alma, me retraje un paso, me agarre el corazón como si sintiera un paro cardiaco, y una sonrisa jadeante se dibujó en su rostro. Con la mirada la jale pa la pista, y justo ya en forma de guaracha cubana, tocaban Rumbera de Willy Chirinos.
 
La danza fue un hallazgo de pieles hambrientas y que no respetan las formas del sonido. Cuando la cogi de la cintura, su cuerpo engatusado por el aroma de su alma era una selva de movimientos envolventes e impredecibles que rompían las arremetidas de lance bailante de mi propia flexibilidad sobre la melodía. Ella se soltaba y al son de los estribillos del soneo, y los rumores caldeados del ambiente invadido por el juego de luces y sombras parpadeantes, su osamenta era pura brujería de seducción maquinal sojuzgada por una música. Su cabello negro azabache al sabor de mis lances de cuerpo que se acercaba y se iba, exponía un rostro expuesto a l la vanidad de una boca, y unos ojos inyectados por el fragor de sentirse deseada y acechada que  nuestra comunicación corporal era un juego de hilaridad e inventiva pura, que cuando colisionábamos sentía el yugo de su piel, sobre mis brazos, y todo mi cuerpo temblaba de una emoción inusitada. Era solo un anexo de un deseo ferviente hecho danza y forma que no tiene formas. Justo tocaron una salsita de “ay que amor” y en ese momento retado por la fuerza de un freno inmarcesible de poder, la arrebate de la masa de secuaces bailantes y la estreche contra mi piel impensante, aligerando esa osamenta con el canto hecho delirio de esa salsita tan directa y envolvente. Su silencio fantasmal, atenazado entre mi piel descargada de electricidad era solo un cuerpo inclinado a escuchar la embriaguez precisa de una palabra y el mundo empezaba a cantar. “Sigamos habiendo el amor” y el molino satánico de un más allá de las palabras se convirtió en una escena donde mis labios encendidos recibieron el impacto de un Cali ponzoñoso.

----Salimos, no me importa quien seas, este presente es infinito….
---Lo que tú digas delincuente, yo solo soy un mar donde tú eliges bañarte.
---- Al mar? Buena idea en la noche, todo es más sentimental…
----Arrástrame y húndeme, solo soy un arma---- Y de inmediato caminos abrazaditos hacia el mar de Asia en aquella noche donde  La luna esquivaba nuestras miradas, y la respiración agitada de nuestras osamentas inundaba el ambiente de un silencio a punto de estallar.

 Llegamos y ella se  soltó de mis brazos involuntarios, se sacó la minifalda, y me jalo al encabritado mar donde su enigmática silueta de bandolera serenaba el mar, y su perfume de hembra era más penetrante que el roció estival del agua salada…..Nos refocilamos en la orilla, sintiendo el frio bautismal de esas aguas discretas que no apagaban el fuego de miradas y besos ardientes que me estampaba en la boca. Era solo un marino extraviado en aquellas curvas malignas que ni la noche podía ocultar con su velo de sonidos envolventes….Cuando el deseo irrefrenable me llamaba a desnudarla, ella se apretujaba contra mi pecho, y solo me comía la boca con una efervescencia tan sutil y a la vez violenta que el solo verla en esa ecuación solitaria llamada tierra, me quede completamente enamorado de ella…Me bastaba con sentir sus contoneos festivos sobre mi cuerpo remecido, y estar contemplando como al capricho de las espumeantes olas, sus ojos grandes como la noche, me comunicaban un sentimiento de candor inocente, deseoso de poseerla, pero  a  la vez de protegerla…..

-----Hoy la danza me despertó algo en el pecho que no se decir que es?
----Igual yo bandolera, no sé quién eres, pero sé que eres?
----Quien soy entonces? Atrevido plebeyo----
----Un demonio de sensaciones ocultas, alguien queme embrujado
----Quieres poseerme?----
----Si con toda la fuerza de mi imparable locura----
----Yo también quiero, pero este momento es mágico, aun somos personas---
----Eres alguien, impredecible, eres un encanto así no sepa la audacia de tu propia anatomía
----Jjajajaaja, ya sabré de tu magia, por abrázame y que esa Luna celosa nos espié como dos eternos amantes enfurecidos por el fuego de la pasión---- Me beso otra vez, y sus piernas grandotas como cortezas blanquecinas de árboles sagrados me enlazaron las piernas y la cintura.
Se recogió sobre mi cuello, y casi dormitando sentí su abrazo descomunal, aquietado solo por una palabra secreta que tanto temía…..----Te amo vago!

Era ya casi las 4 am y la convencí para salir de ahí…El frio era bastante molesto, y caminamos de nuevo abrazaditos como dos niños, y la acompañe hasta su condominio, donde en la entrada el vigilante y una amiga de seguro la recibió con el ánimo de quien encuentra algo muy valioso-----Me miro un rato, y luego se desaparecieron en los interiores de aquel conjunto de edificios, y me sentí como si el alma perdiera consistencia en mi ser---

Cogí aire de esa noche tropical y casi sin saber a dónde iba, me ubique en la misma Panamericana sur, chape el Soyuz y me iba cantando cual cojudo, un bolero antiguo de Héctor Lavoe. Estaba completamente enamorado de una desconocida a la cual le bese el alma, sin haberme fusilado en esas curvas arcaicas de poder inusitado…..Solo pensé en toda la madrigada y el día Domingo en ella.  Su aroma, su agitación febril, su tesitura al tacto de mis manos traviesas, ese cabello virgen y azabache, esa boca y ojos tan míticos que invitaban al dolor más placentero. Era como sentir en mi algo que no podía pensar, sin romper en esa plazuela secreta y sentirme verdaderamente un animal celestial…..
Dormí en mi cuarto de Lince, y cuando me disponía a ducharme, un papelito cayo de mi bolsillos…Me cerciore como insuflado por un presentimiento furibundo y era el cel de Verónica,…..Me bañe con el cuerpo sin orbita, me Salí a tomar mi lonche de maca con mis panes con Torreja. Mientras devoraba mis alimentos con fruición su mirada fija y profunda como los manantiales se insertaban en mi mente, y algo extraño me tronaba de ansiedad el cuerpo, y el pecho se me hinchaba de suspiros incontenibles…..Me iba a apurar a llamarla e invitarla a salir. Lo pensé como un plan maquiavélico, una, dos tres veces, pero luego depuse mis ideas y delirios y deje que ´pasara una semana, como para intrigarla, darme mas valor y frialdad.

Cuando luego de un trabajo duro en el sur me detuve a pensarlo, sensaciones encontradas y una fuerza de atracción descomunal a esa piel perfumada por el olor de miles de impulsos malignos me conmocionaron y empecé a tiritar de inseguridad y  a la vez de osadía maquinal…Cuando tenia el numero en mis manos, el celular era en si una prolongación, el camino prohibido a ese hola juguetón, y a la propuesta más sutil  e indecorosa que se me pudiera ocurrir… Mientras pensaba que decirle con espíritu de  osadía orgullosa, su boca ardiente y fresquita como los manjares ya me devoraba el alma. La llame de golpe, y su hola, luego al rebelarme, me hicieron danzar en un remolino de ilusiones infantiles….cuando me dijo “ jaajjaaja, poeta salsero, claro, ponle hora y fecha, siempre tuya Verónica, un lugar bonito ah”…

Me endiable en hallar un lugar bonito. Algo a la altura de esa colombiana bógalo, donde solo existiera su atención sobre mis lances de ajedrecista engalanado, y luego sorprenderla en su seguridad con alguna propuesta que desramara su natural arrogancia, y urgiera de mi protección y seducirla….Halle el lugar perfecto y discreto, y luego la naturaleza hablaría.. A veces los accidentes son la mejor forma de romper los pensamientos y pasar a una redada de verdaderos contactos corporales, solo hay que saber cómo provocarlos, lo demás es instinto desatado.

Era un miércoles de Enero. El sol brillaba y hacía un calor sofocante en  Miraflores. Llegue puntual a  la alemana y estaba parado en el cine Pacifico. Pasaban los minutos y la colocha no aparecía. Lo segundos me hacían sudar frio y por un rato me fastidiaba tener que estar ahí como un Pedro navaja y mis lentes oscuros de Las Malvinas. Cuando ya el orgullo me ganaba y miraba de reojo a una dama del Haití, ella apareció como un hechizo de verano. Estaba al cohete, radiante, con un jean guerrero azul y una blusita escarlata que delataba su ombliguito merenguero. Su cabello azabache flameaba como el de una diosa. Y su rostro sin maquillaje era la inocencia insinuando tatuajes de caricias. Me saludo con un amor, y silencioso la tome de la mano y la jale a un rinconcito junto al cielo que siempre visitaba. Ella coqueta y altanera no decía nada. Cuando pasábamos por cada lugar público su mirada de bruja se desconcertaba. Ladeamos por Berlín. Y ella me dijo “Que me quieres embriagar?” –No confía, no importa el lugar sino a donde queremos llegar.  Escogí un café de literatos y encuentros y nos pusimos tomar unos Machupichu. .Ella era canchera así que no me contradijo nada. Apuro su primer vaso, se echó para atrás de su silla, y su cabello oculto su ojo izquierdo. Su silencio era un pergamino sagrado donde mis lances de escritor debían derribar esa secuestrada arrogancia que tanto me atraía.

---- Esa noche en la playa nuestros cuerpos hablaron, pero no…
---No pasó nada porque sentí que estaba ante alguien que me trato distinto.
----Yo solo hice lo que mi alma pedía, abrazarte y que el mar espiara nuestros besos…
---Eso no me pone…Ya no me digas nada que me Halague  demuéstrame delincuente lo que eres.
--Eres una fiera. Sazonemos nuestro cuerpo y veremos lo que alcohol y otros pases nos hacen hacer….
--- Eso me gusta.
Apuramos cuatro rondas más, y luego vinieron tres shocks de tequila… ya estaba mirando a tres mujeres delante mío, cuando se sentó junto a mí y saco unos porritos…
----Fuma delincuente a ver si de este despertar eres capaz de corromper mi mente.
---Ya mi reina malosa…
Me reanime y al estar junto a ese cuerpo escultural, herí su orgullo para que no pensara que era la más bella. La señorita que nos atendía era una Puertoriqueña también muy hermosa. Cada vea que llegaba, como estaba jalado le hacía un guiño, y Verónica me daba un golpe en la barriga.
--- Es basurita Verónica, mis ojos son solo para ti, tanto que ya me has vuelto miope…
.-----jajajajaa si pendejo. Bien que te imaginas un trio…
----No para nada, que no sabes que el trago me pone medio medio…Se me moja la canoa
----Jajjajaja como así
--Me gusta tu blusita pero a mi queda mejor, me gusta tu brasier a pero a mí me queda mejor, y me gusta tu candado maestro pues a mi me queda mejor--- Y había una florcita en la mesa y me la puse en el cabello solo para joderla, y le toque sutilmente la pierna----Vez yo tengo más piernas que tu…..---Mientras eso pasaba la mesera se mataba de la risa, y con sus dedos me señalaba que la siguiera..
----Eres muy listo y juguetón, pero no me gustan los maricas, así que toma esto----Me tiro una cachetada y luego me dio un chape de aquellos que la sensación de la marihuana me altero lo sentidos y todo mi cuerpo se estremeció. ---“Temblando, con los ojos temblando….”
----jjajajjjajja eres un accidente, me robas el corazón…
-----Si y luego de comer el perfume que lleva el dolor lo hare anticucho….
-----Oe loquito, sorpréndeme, pues así de fácil no vas a llegar a los campos Elíseos.
---Yo no quiero los campos elíseos, quiero desatar  una guerra por mi Helena de Troya. Una isla para dos….
----Atrévete, pues ladrón de mi amor….
Cuando estaba ya por sacarla del barcito ese, por efecto del alcohol y la marihuana me entro el diablito y me acerque a los servicios higiénicos. Cuando estaba ocupado en esperar que el mapachon se durmiera, la atrevida mesera entro, y como haciéndose la loca… cerró la puerta me miro un  rato que pareció una eternidad---- Ella no es más sórdida que yo, pendejo----Pero ella es mi reina-----Pues vamos a probar el cetro de esa reina---- Se agacho y como poseída por os celos fue 100% algo muy travieso…No sé cuánto tiempo estuvo así con ella, pero cuando me entro ganas de escribir en su piel de salsera, la bote del cuarto, y me señalo el dedo del medio. “Idiota”…
Volví luego de diez minutos creo. Cuando me senté junto a mi colocha ella estaba iracunda pero a la vez tremendamente intrigada. Su silencio me asombro un momento. Cuando iba a justificarme me tapo la boca y me dijo----Se lo que ha pasado pero no me importa, demuéstrame lo animal que eres y luego una explosión de sensaciones pasara---
---Seamos Adán y Eva….le dije---La mesera le grito perra….
---Me jalo de la camisa, y bajamos hacia el mar, que ya a media tarde lucia vació. De Pronto se puso algo nostálgica…Miraba el sol crepuscular y se abrazó a mi cuerpo como si buscara un refugio en medio de tanto desaliento…

---Esa noche en Asia sentí que había hallado un hombre que fuera mi expansión, mi escape a esta mentira de fingir ser una modelo…Y al mirarme un minuto largo a los ojos---y creo que lo he hallado. No vales nada, pero eres alguien que demuestra que el poder, ni el dinero, ni la fama conducen a la verdadera pasión, seamos amantes y que el universo nos castigue…
----Tu eres mi reina, ahora dejemos que nuestros cuerpos rían, y que nuestras mentes soberbias dejen de existir----La abrasé, y silenciosamente le recite unos versos que su majestad me inspiro. Mi mano escrutaba ya sus piernas y mi boca la sentir la proeza de esas letras, hurgaba su cuello de cisne. Ella se estremecía, y me buscaba con sus labios. Le hacia la cobra, y la hurgaba con caricias sensibles su espalda…----Ah el ombliguito ahí si voy con más desvergüenza---No loco, ya es hora que la privacidad desate y conozca nuestra historia,

Subimos hacia la avenida Larco y bajamos en un hotel cerca de Aramburu. Yo creí que sería el sismo corporal ahí, pero seguimos y entramos en un edificio. Subimos por el ascensor hasta el sexto piso. Mientras ella casi fuera de si me besaba y me quería desnudar. Salimos al corredor y había una familia que pasaba. A Verónica no le intereso, abrió su departamento y me arrojo en su alfombra persa. Cerro la puerta y con una mirada de tigresa, se hizo la gata que acecha su presa, y me dijo---no somos este lugar, así que sin compasión dejemos nuestras huellas, y  que el mundo se pierda nuestra pasión…..---Ya mi Narca, serenos esa montaña donde se pierden los amantes y hasta los Dioses nos envidian
.
De pronto perdí el pensamiento y nuestras pieles se hurgaban con tiranía. Desnudos y en formas que desafiaban las reglas de la armonía primitiva, lo hicimos en todos los lugares de ese departamento. Su cuerpo perfecto como el de un ángel que se aburrió del cielo, me transmitía por momentos un candor de caricias  suaves, y por otra parte desataba mi instinto de pureza criminal. Sus lenguajes soeces y su mirada que siempre me desafiaba, me enloquecían, al punto que ya no éramos solo cuerpos fusionados, sino pura energía, calor abrazador. Cuando la tenía encima mío, pues ella ya hacia lo que quería, yo estaba hipnotizado con el espectáculo de esa sensualidad salvaje que nunca quitaba la mirada de mis ojos, empecé a retarle---Quien eres?---No jodas déjame concentrarme.

Puse más presiona mis asestadas y su gemido la arrojo sobre mi boca. Su cabellera y sus ojos desorbitados por el placer que encendíamos----¿Quién eres? Carajo---Así que sabes el arte de Venus, el perfume sagrado----No pienses, dime quien eres---Me cogió del cabello con violencia y sentada sobre mi sin perder, esa fusión que nos derretía, sentí con extrañeza un gran calor, una energía que me hizo vibrar. Su rostro que hasta ese momento lucia hermoso, pero consumido por la lujuria cambio y el hechizo de sus ojos empezó a brillar. Mi cuerpo también se hizo más fuerte e irradiaba una energía desconocida.  Nos besábamos y abrazábamos con mucha intensidad, y en nuestros genitales sentí una sombría presencia, un calor que me hizo temblar, y solo cerré lo ojos. Ella se hizo para atrás y perdió la conciencia….algo como una cuerda invisible nos ataba, y me quedé estupefacto. Ella reacciono y con los ojos inyectados de sangre, me dijo—Ahora una explosión cósmica ha sucedido, tu sabiduría, mentiroso es ahora mi fuerza. Nunca seremos más bellos que esta noche---Sentí un gélido viento recorrerme y algo como voces extrañas se sucedieron en la estancia…La aleje de mí, y algo abrazador me recorrió el cuerpo, me duche y mi cuerpo resplandecía de color azul, y no sé cómo entre visiones o figuras veía un cáliz y el cielo abriéndose…Me metí un puñete, pues creí era la marihuana la que me estaba volviendo loco…
.
Salí desnudo del baño y Verónica como el fresco que nadie podría pintar yacía dormida en es cama que yo ya sabía era de algún amante. No quería despertarla, y quería decirle aquella palabra que nunca se dice, pero es la cura para todo… Me vestí y cuando abandonaba la alcoba, ella vocifero---Delincuente te amor, ahora vete, El universo sabrá sin nos volvemos a hallar.

Salí raudo y en la custer en la que iba estaba alelado pero con una energía descomunal que atraía la mirada como nunca de otras damas. Legue a Lince a mi cuartucho, y completamente espasmódico me tome un ansiolítico y me quede profundamente dormido. En sueños una serpiente me mordía, y luego nos extraviamos en la selva. Desperté sudando frio, y  a la vez remecido por temblores inexplicables que inundaban mi ser. Me sumergí en la duche y quise no volver a recordarla, pero era inevitable. Salí luego de ducharme y la llame. Su celular timbraba pero no respondía. Llame cuatro, cinco veces y el resultado era el mismo. Pensé en ir a buscarla a la misma Asia donde trabajaba, pero algo me retuvo. De pronto un dolor incomodo en la base de la coronilla me invadió, y me tumbo en la cama. Medo mareado, llame a uno de ustedes para que me viniera a ver, pero no lo conseguí.  Al otro, día retorne al trabajo y al contrario del día anterior me sentía muy vital y vigoroso.  Empecé a  trabajar en el almacén y ya los comentarios de la gente no me importaban, Veía el mundo en otras dimensiones. Las horas pasaron volando y una serenidad y alerta se apoderaron de mí ser. Comí en la calle cerca de la Plaza Bolognesi, y volví a marcarle.
---Si mi delincuente?
----Porque no me contestaste antes!
---Estaba seguro dormida
--- Y ahora podemos vernos?
---No tengo que ver a mis padres, y luego toda la semana animar eventos en varios lugares, no me vas ser de marca no?
---Por supuesto que no, pero me enloquece no poder verte y volver a danzar contigo en la inmensidad de la piel-….
----Jajjajaaaj aquí no te has dado cuenta de lo que te he dado….No importa yo te llamare, tu no mandas.
---Pero….—y me colgó con una risita maledicente que no le había escuchado nunca.
Me sentía morir. Me hice le fuerte e indiferente y me puse a trabajar horas extras para agotarme y no pensar en esa colombiana mágica que no se quitaba de mi sangre. No sé cómo cuando la supervisora que nunca me pasaba me llamo a recibir mi quincena, al verla en ropas ligeras una sensación extraña de posesión se inyecto en mi mirada, y la hipnotice, procediendo a devorarnos ambos. No era como la colombiana pero todos mis sentidos se habían amplificado y mi fuerza sexual la hacía estremecerse. Al salir de ahí, me mordió el labio. Y me dijo:   No eres de sangre azul pero lo haces como los reyes. 200 soles más para la próxima.

Habían pasado doce días desde que no la había visto. La había estado llamando, y sabía que eso la hacía que perdiera interés en mí. Pero estaba agobiado por no volver a sentir esa piel y esa energía de diosa entre mis sentidos. Cuando me respondió había planeado sacarla a bailar a Kimbara de Miraflores y reconciliarnos si alguna falta había cometido. Me dijo que nos veríamos y que nuestra conversación seria la precisa y lo mejor para loa dos. Que me extrañaba y que el sueño nunca es mejor que la realidad---Te quiero Verónica--- No lo sé. Me colgó
.
Era un sábado en la noche y nos hallamos en el Starbucks de Larco. El lugar andaba lleno y podía ver la indiferencia de Verónica hacia mí. Estaba radiante como siempre, con un vestido negro, y unos lentes grises que escondían su mirada de mis percepciones. Nos compramos unas bebidas de chocolate y  nos sentamos en un lugar a fuera, como si una capitulación fuera a producirse. Alguien se comunicaba con ella por mensajito. Cuando empezó a hablar me dijo: Sabes lo nuestro fue estupendo, maravilloso, eres un buen chico, pero luego pasaron los días y ese sentimiento de delirio que despertaste se fue de inmediato. No quería aceptarlo, pero no eres tu soy yo, creo que esto debe terminar. ----Pero podemos arreglarlo, tú me sigues gustando, sé que no tengo nada para bajarte las estrellas, pero por lo menos alegremos el esqueleto esta noche, acá salsoteando. Reserve dos lugares y será como una despedida, sino me quieres, ya no importa pero cédeme este deseo..----No puedo mi vida---Y alguien la llamo, y susurraban de que la iban a buscar en algún automóvil, fuera de Lima, y ella le dio un  te quiero ligerito
.
Me encolerice, pero no lo demostré. Mire al suelo como dos látigos minutos sin responderle lo que me argollaba, y reaccione: Ahora vas conmigo un rato a bailar a muerte y luego nos volvemos desconocidos se quieres.---No estás loco, pero mira la gente, estas mal.
La arrastre hacia el local por la calle de las pizzas, entre el tumulto de curiosos que miraban, y como ya los zamborjas del lugar me manyaban entre rápido y nos sentamos fríamente sin si quiera hablar. Pedí dos tragos del ron más cargado para calentarme más, y ella ni lo miro.—Me vas a tener encarcelada aquí, tengo que estar en Punta hermosa en tres horas---Aya, no sabía, así que eras tú y no yo----Bueno toma tu trago y te dejo ir--- 

Tomo su  trago como buena catadora, la  jale a la pista que estaba media vacía, pues eran casi las 10 pm  no hubo más remedio que bailar a pesar suyo. Estaba fastidiada y no dejaba que la apretara contra mi cuerpo, a pesar que en el fondo yo sentía que había dejado huella en ella. Cuando no sé dónde tocaron una bachata de Romeo Santos, y nuestras mentes se esparcieron en la pista ennegrecida y psicodélica como dos cuerpos fusionados por una música que destruye todos los odios y que seduce hasta el más tirano. Ella no me miraba a la cara, pero estábamos tan juntos que podía percibir que vibraba cada vez que al mover las caderas introducía mis piernas entre sus piernas, y suavemente le hablaba versos hirientes en el cuello. Ella me odiaba, y a la vez su cuerpo flameaba de deseo. Quiso despegarse de mí, pero la jale contra mi cuerpo, y una banda de palomillas sentados por ahí: gritaban así se trata hermano--- No es tu problema  ¡Carajo¡…..Bailamos hasta terminar la melodía, y nos íbamos a besar cuando simplemente mi orgullo de rufián le negó el beso que hubieses sido veneno…. Le dije que me esperara en la mesa, y me fui a los servicios higiénicos a mojarme la cara. Lo que vi no me gusto. Mi rostro lucia lleno de malicia y de una rudeza que traslucía violencia y estética de voracidad. Sai empapado mi cabello de ahí, y ella estaba sentadita llena de miedo. Antes que llegara, vi a una bella mujer sentada con sus amigas y le pedí con mucho respeto si me acompañaba a darnos un bailongo. La jale a la pista y justo tocaban esa salsita “Sácala a bailar y apriétala”--- Ella era hermosa y charapa por su asentó, baile en la cara de Verónica para que se encendiera de pura rabia, y cuando ante mis asestadas de danzante el cuerpo de aquella compañera se envolvía de sensaciones florales, ella saco un arma de su cartera y me la apunto directamente al cuerpo.

Como la charapa estaba extasiada y la luz era gris y ennegrecida, le señale el rostro de aquella chica y le dije con señas  de mis labios y de mis manos que ella era más bella, más hermosa. Deje a la chica entre sus amigas sin atreverme a joderla. Me acerque a donde estaba Verónica, y apuntándome en el rostro aun, le dije:   Sabes el trago me ha hecho ver lo fea que eres, se puede ver la realidad a través de una botella. Ahora vete donde tú quieras eres libre o esclava del dinero. Me dio una cachetada, y dejo el arma en el suelo.  Me quede sentado un rato ahí, y sentí unas ganas enormes de llorar. Nunca me había pasado amigos, pero Salí del local pudiéndome disiparme ahí, y vine para acá hasta el cono norte a buscarlos para meternos una helenas y que me escucharan, he llorando en todo el camino en verdad quería apasionadamente a esa mujer que eligió el dinero al poder de  la seducción.

----Huevon dio José así es la vida. Billetera mata Galán, pero cuando nadie ve es al revés… Vas ver, en unos meses cuando se infeliz te va buscar para un remember, ya tú decides si darle curso o botarla como debe ser…Yo le dije…
---Hay que seguir tomando aunque mal paguen. Vamos al club
----Vamos dijo--- José---enrique tomaba y como estaba triste el trago el subía rápido.-Antes que le diera el aire vimos que tres jebas estaban en los previos en el bar y le aventamos nuestra compañía. Cada uno en lo suyo, risas iban risas venían, pero aunque ya se besaba Enrique con una de ellas, su rostros lucia desencajado y apunto de gritar lenguajes incomprensibles. Beso de nuevo a su acompañante y se precipito hacia la calle, sin saber mas de el.. Iba ir tras el pero José me recordó que ya no era un niño que el se recuperaría pronto.

Regresemos la mesa y aquella noche estas tres jebitas nos enseñaron reggaetón en una discoteca de Eizagiurre, y luego los elixires mágicos donde la mente muere en mil pedazos y solos somos animales hambrientos. José nunca tuvo remordimientos, para mi cada experiencia era algo maquinal y dulce. Las dejemos dormiditas,  y nos fuimos de ahí. Nos preocupamos por Enrique y lo llamamos. Contesto estaba en su cuarto dizque entrenándose y habiendo dado el siguiente paso cerrar todo capítulo de esa historia. Un día nos contó que cuando pasaba por su mercado en Lince la colombiana apareció en delante suyo, y silenciosa y altiva, lo miro fijamente—Que quieres ahora, no que estarías en el mar Mediterráneo con algún iluminati---No fue como yo esperaba, no pude olvidarte, cuando te vi con esa perra me di cuenta que te amaba. Me fui porque tenía que hacerlo----Y ahora que ha decidido--- Perdóname, te lo juro no me importa quien seas… Nos contó que la cogió súbitamente del rostro y acerco sus labios a los suyos sin cerrar los ojos. Le dijo:  Solo eres bella, nada más, lárgate de aquí, nunca perdono a las traidoras. Se fue velozmente de aquel lugar y Enrique sintió una gran liberación. Desde aquella mañana se unió a nuestras juergas y mejoro en sus empleos y como estudiaba para barman consiguió un lugar en Aura, a donde llegamos una par de veces con José.
El amor es algo raro, todo está hecho para impresionar a la mujer para que los hombres se sientan seguros de que pueden confiar en ellas. Pero he conocido historias y he sido parte de varias de ellas donde la civilización no ha sido un buen invento para impresionar sus ojos o sus afanes de belleza interminable. La racionalidad ha matado a la pasión, o hace que los reales héroes que aún creen en el amor y saben despertarlos vivan en los no lugares. Como dice la salsita “Hay el amor cosa tan rara, cuando lo alejas, pronto se acerca”


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