Todo puede ser enderezado
Una noche como de costumbre me
hacia el aguja o pobrecillo, y me iba a tomar con un amigo muy estimado. El era
profesor de varias academias y de universidad según se ahora, y ponía las
chelas y conversábamos sobre muchas cosas que en común nos interesaban. En la
vida cotidiana nos gustaba divertirnos y como todo hombre de letras hablar de
cultura, de libros y de todas esas cosas que creía me hacían fuerte. Nos
embriagábamos sanamente, pero todo
cambiaba cuando intercambiábamos percepciones sobre la izquierda y nuestras experiencias disonantes. Vivimos una
realidad de jovenzuelos en donde vimos la miseria de la izquierda en la
juventud, que tanto alarde hizo de expectorar a Fujimori del poder. El era un
joven chapado a la antigua y de buenas intenciones, que era consejero
estudiantil. Tenía tanta chamba, que el que les habla y otro pata le hacíamos
la campaña a nuestros representantes visitando cada salón de la facultad, y
haciendo lo que nadie hacia, presentar un ideario y discutirlo brevemente con
los estudiantes. Nosotros no éramos oradores profesionales, pero como había
chispa efervescente en nuestros rostros, y lo que decía era algo original, pues
empataba con el cambio generacional y destapar la esclerosis de los movimientos
de izquierda. Además, no había plata para hacer propaganda, o tirar como buenos
revolucionarios avisos del cielo como cancha todos los días. Lo que hicimos fue
centrarnos en actos de humildad, y usar las emociones de la gente para ganar
silenciosamente. Yo me encargue de redactar el ideario que siempre discutíamos
y que se lanzo en el debate de listas, y mi pata era el mercenario que sabia
como atacar el orgullo de los foquistas, y saber a quien conversar o como
proyectar a los lideres que teníamos.
Uno de ellos era este profesor
amigo mío, que demostró hidalguía y afán rebelde al renunciar a un grupo que
profesaba trasgredir el orden de cosas, pero que en la practica tenia mucho
miedo de ser lo que la historia dice que seamos los jóvenes, héroes de
cambio. Bueno, siempre recordaba eso en
las conversaciones con chela en mano, y cuando ya me daba cuenta que me seguía
la corriente, pues mi amigo podrá leer diez mil libros, pero siempre pensara a
la antigua, me ponía a contar e inventar cosas disparatadas sobre la realidad
del país. Una noche en el Monarca estuvimos cheleando de lo mas chévere con
otros dos amigos de su profesión. Cuando llegamos a temas de izquierda, sin
desparpajo alguno dije que no tienen imaginación, y que esa idea de que la
lucha de clases es la mayor expresión de la teoría resulta una consigna para
asesinos. Para que dije esto. Los dos amigos como de mi edad se pararon como
para mechar, pues eran de Patria roja, y me conminaron a que me disculpara. Yo
no les hice caso pues estaba picado, y había mucha gente en el bar. Solo
recuerdo de loco puse un pequeño cuchillo en la mesa que siempre llegaba en mis
bolsillos y les dije en son de sarcasmo “háblenle al cuchillo, yo no discuto
con religiosos”. Al verme que no era presuntamente alguien que cediera, se
aparataron y como niños que justifican sus malos actos le dijeron a mi pata que
hacia con lúmpenes a su lado, que otra vez que me vieran te vamos a
gomear. Y ya no oía sus voces pues se
fueron a la selva a jugar a guerrilleros. Mi pata no se enfureció, pero como no
era amigo de Patria Roja, de alguna manera se rio conmigo, pero me tenia miedo
y a la vez cariño.
Otra noche que el ponía las chelas,
y a veces de conchudo le pedía comer un pan con jamón, vino a sentarse con
nosotros un joven con su chica que recién había obtenido el grado de Licencia
con una tesis sobre la historia de la izquierda. Hablamos largamente sobre sus
descubrimientos y hablaba maravillas de leyendas que para mi nunca lo fueron.
Yo solo me limitaba a escuchar y
aprender a través de el como razonaban mis sabios revoltosos. Cuando mi pata me
pidió mi opinión conté una historia de un profesor al que respeto mucho, que
cuando estábamos en plena Toma del 2000 me converso que era clave tomar Derecho
y Letras, y luego cerrar acuerdos y silenciar la revuelta de los estudiantes.
Yo lo escuchaba y le decía claro, copiado profe, no se preocupe, pero se
queda?--- No, no tengo que llegar a mi camioneta y salir a enseñar es ya
demasiado de noche. Y sigilosamente se escabullo del parque Cívico donde
conversamos con otro amigo. Luego le
hice recordar que había un finado polemista que cuando las papas quemaban y la
Plaza Francia convulsionaba de ardientes guerreros, y precursores de la hora
loca, el se ,mandaba una proclama incendiaria y luego zas, desaparecía del
lugar.
Cuando conté estas anécdotas el
joven que no era ningún imberbe en el tema, me golpeo la mesa cerca de mi, como
queriendo intimidarme. Yo solo bebí un vaso de cerveza, y le dije “Hermanito,
tengo que “chicar”, cuando regrese yo que te estimo mucho espero que te
disculpes, sino tu jeba va a tener que ponerte curitas en la cara”. Me levante,
fui a chicar en la Rokola, y cuando regrese todo palaciego y conchudo, me pidió
disculpas mencionando mi nombre. Hasta su chica que en todo ese instante no era
precisamente una buena compañera, pues en toda la charla, le quitaba la mano al
joven, se asusto, comentaron unas cosas y se escurrieron a bailotear, en
algunos de esas discos improvisadas del centro de Lima. Ahí si mi pata me
dijo..” Que barbaridad! Tu no vas a cambiar”
Otra noche ya mas alegre, pues el
se guardaba como a las 12pm, y yo la
seguía en el Cono Norte o Miraflores, estábamos tertuliando con otro amigo de geografía.
Un líder de aquellos que hasta ahora no se da cuenta que lo es. A los dos yo
los quiero mucho, pues eran amigos de mi origen supuestamente ideológico. Pero
a ellos la realidad no los hacia alterar sus creencias ortodoxas y objetivas,
ellos metían a la realidad en los libros que leían. Yo aprendía de ellos, pues
siempre la mejor forma de respetar a alguien es aprender, y luego soltar una idea
que promueva el debate, pero ellos eran como ahora el face: Un dialogo de
sordos, cada uno en su isla. A Mi amigo de geografía que mas se parecía a un
líder religioso mormón, le seguía la corriente, y a mi otro pata profesor,
bueno le ensalzaba sus logros, y lo calmaba cada vez que se sentía conflictuado
con algo muy personal que le embargaba toda su vida.
Estábamos cheleando cuando de
pronto se precipitaron en la sala unos diez jovenzuelos entre chicas y chicos
de Bellas Artes. Venían vestidos como hippies, y en desorden cada uno ya
avanzaditos en los tragos. Recuerdo que se sentaron, saludaron a su profesor de
historia, y empezaron a conversar de política de su alma mater, y había una
chica muy atractiva y desembozada que siempre me ha gustado que al escuchar a
mi pata de Geografía, y algunas peroratas sobre estética que me sabia de puro
curioso, nos invito a hablar en Bellas Artes, y luego como adormilada se quedo
dormida. La perorata seguía y eran pintores y artistas ya de buena madera. Me
enseñaban sus dibujos y sus habilidades, y me contaban historias con la
marihuana y sus perdiciones hasta quemar el último cartucho. Nadie se callaba, ni había alguien que en
silencio calculara y se hiciera el astuto. Era una conversa riquísima, pues las
chicas, los chicos, un gay chico y dos lesbianas hablaban de sus ideas sobre el
arte y su sentir del arte vanguardista, y de el arte conceptual. Yo que “naca
la piriñaca”1 con las tendencias artísticas y menos mis amigos previos que solo
sabían de lo suyo en política y proselitismo, me quede impresionado por la
energía que le ponían a sus argumentaciones, y esa noche aprendí muchos de
ellos.
Ya me había fijado en una chica
que estaba al otro extremo de la mesa, que era un angelito, y muy bellos ojos
cafes. Me hice el que tenia que chicar, y luego, viendo que cada uno ya estaba
en su viaje al éter de los alcoholicos, me sente a su lado y le converse como
si la conociera de toda la vida. Ella se llamaba Susana, y era lesbiana. Su
pareja otra jovencita al lado suyo que estaba recontra ebria, ni se incomodo
que yo le hablara.
-¿Cómo se llama usted?
- - Rodrigo, pero en los misterios me llaman Vag…..
- - Jjajjaja, con que usted hace esas cosas, no
parece pues es como si fuera un niño.
- - Bueno “cara de niño con alma de hombre, quiero
amarte para siempre ….”
- - Jejejjeje Salsa, bonita pero no me gusta, a mi
me gusta el rock, y el trans.
- - Y tu que haces en Bellas Artes, eres muy
jovencita, tienes como que 30 años?- Me
golpeo el hombro riéndose…
- - No, tengo 19 años, y me gusta el arte desde
niña, pero mis viejos nunca me han apoyado. He hecho lo que he querido. Estuve
en el Mali, y ahora estoy en Bellas Artes, y ella es mi pareja- Como poniéndome
el parche, con la chica.
- -Y como así nunca has probado a un real chico- bajándole
el ton a mis palabras.
-
De niña tuve la curiosidad, pero luego ella me
gusto y se porta bien conmigo, es muy ardiente- el licor ya se le había subido
a la cabeza- además mis padres no me entienden y me hacen sufrir- sentí su
perplejidad y le toque el hombro para apoyarla
- - Si entiendo, pues ahí donde me ves yo también soy
gay, si me tocas la pierna te vas a dar cuenta….
-
- Jajjajaja así,. Me sintió el animal,
-
Perio esta grande-
a -así se me ha puesto por el
gordo que esta acá mi lado le tengo unas ganas locas.
- -Qué pasaría si nos acercamos?, yo se reconocer un
gay por lo ojos-
-
A ver, - Y cuando nos mirábamos fijo le toque
las piernas, y le di un beso rico, y ella me mordió los labios, y toque sus
partes intimas, y una sonrisita sonrojada se dibujo en su rostro.
- - Tu no eres, gay eres, un bandido. Pero me has
gustado.- Yo le hice un guiño para irnos a seguirla a otra `parte y nadie decía
nada.
En ese momento el amigo con el
quien había venido grito desde el otro lado de la mesa, que yo era un pendejo,
y su pareja lesbiana dio un salto y se metieron con la chica al baño donde
escuche medio picado ya por el pare a pelearse gran rato. Tuve un poco de roche
y me Sali con mi pata el gordo a la calle y nos fuimos seguirla a Miraflores.
Me había malogrado el plan pues yo le iba a proponer tener intimidad. Esa carita
rojita me había gustado mucho y la busque en redes por varios días pero no logre
hallarla. Lo que se es que la teoría de reconvertir a una
lesbiana era cierta. Y mi amigo José hubiera estado muy alegre de haberle contado dicha
historia.
-
Me gustó tu artículo por los temas que tocas. Sobre todo los dizque "rebeldes vanguardistas" comunistoides, que repiten ideas del siglo XIX y fórmulas fracasadas incluso desde la Edad Media. Lo de las lesbianas, creo que hasta cierto punto las que son así tienen tendencias bisexuales ¡Pero está muy bien! Siempre será bueno que las bisex se regresen "a donde debe ser" jaja y entre más hombres gays y lgbt ¡Mejor! Así nos quedan más mujeres a todos los demás.
ResponderEliminarUn colega que fue mi profesor, (pero no de escuela XD) tratando de ligar a una morra, ella le dijo "pero yo soy lesbiana" y el respondió "¿Y eso qué? Tu vas a andar conmigo" ¿Y sabes qué? Se la logró conseguir jajajaja. Por detalles como esos es que el se volvió mi profesor, y le aprendí bien hasta superar al maestro, que para eso está la educación.