domingo, 18 de noviembre de 2018

Todo puede ser enderezado




Una noche como de costumbre me hacia el aguja o pobrecillo, y me iba a tomar con un amigo muy estimado. El era profesor de varias academias y de universidad según se ahora, y ponía las chelas y conversábamos sobre muchas cosas que en común nos interesaban. En la vida cotidiana nos gustaba divertirnos y como todo hombre de letras hablar de cultura, de libros y de todas esas cosas que creía me hacían fuerte. Nos embriagábamos sanamente, pero  todo cambiaba cuando intercambiábamos percepciones sobre la izquierda y  nuestras experiencias disonantes. Vivimos una realidad de jovenzuelos en donde vimos la miseria de la izquierda en la juventud, que tanto alarde hizo de expectorar a Fujimori del poder. El era un joven chapado a la antigua y de buenas intenciones, que era consejero estudiantil. Tenía tanta chamba, que el que les habla y otro pata le hacíamos la campaña a nuestros representantes visitando cada salón de la facultad, y haciendo lo que nadie hacia, presentar un ideario y discutirlo brevemente con los estudiantes. Nosotros no éramos oradores profesionales, pero como había chispa efervescente en nuestros rostros, y lo que decía era algo original, pues empataba con el cambio generacional y destapar la esclerosis de los movimientos de izquierda. Además, no había plata para hacer propaganda, o tirar como buenos revolucionarios avisos del cielo como cancha todos los días. Lo que hicimos fue centrarnos en actos de humildad, y usar las emociones de la gente para ganar silenciosamente. Yo me encargue de redactar el ideario que siempre discutíamos y que se lanzo en el debate de listas, y mi pata era el mercenario que sabia como atacar el orgullo de los foquistas, y saber a quien conversar o como proyectar a los lideres que teníamos.

Uno de ellos era este profesor amigo mío, que demostró hidalguía y afán rebelde al renunciar a un grupo que profesaba trasgredir el orden de cosas, pero que en la practica tenia mucho miedo de ser lo que la historia dice que seamos los jóvenes, héroes de cambio.  Bueno, siempre recordaba eso en las conversaciones con chela en mano, y cuando ya me daba cuenta que me seguía la corriente, pues mi amigo podrá leer diez mil libros, pero siempre pensara a la antigua, me ponía a contar e inventar cosas disparatadas sobre la realidad del país. Una noche en el Monarca estuvimos cheleando de lo mas chévere con otros dos amigos de su profesión. Cuando llegamos a temas de izquierda, sin desparpajo alguno dije que no tienen imaginación, y que esa idea de que la lucha de clases es la mayor expresión de la teoría resulta una consigna para asesinos. Para que dije esto. Los dos amigos como de mi edad se pararon como para mechar, pues eran de Patria roja, y me conminaron a que me disculpara. Yo no les hice caso pues estaba picado, y había mucha gente en el bar. Solo recuerdo de loco puse un pequeño cuchillo en la mesa que siempre llegaba en mis bolsillos y les dije en son de sarcasmo “háblenle al cuchillo, yo no discuto con religiosos”. Al verme que no era presuntamente alguien que cediera, se aparataron y como niños que justifican sus malos actos le dijeron a mi pata que hacia con lúmpenes a su lado, que otra vez que me vieran te vamos a gomear.  Y ya no oía sus voces pues se fueron a la selva a jugar a guerrilleros. Mi pata no se enfureció, pero como no era amigo de Patria Roja, de alguna manera se rio conmigo, pero me tenia miedo y a la vez cariño.

Otra noche que el ponía las chelas, y a veces de conchudo le pedía comer un pan con jamón, vino a sentarse con nosotros un joven con su chica que recién había obtenido el grado de Licencia con una tesis sobre la historia de la izquierda. Hablamos largamente sobre sus descubrimientos y hablaba maravillas de leyendas que para mi nunca lo fueron. Yo solo me limitaba a escuchar  y aprender a través de el como razonaban mis sabios revoltosos. Cuando mi pata me pidió mi opinión conté una historia de un profesor al que respeto mucho, que cuando estábamos en plena Toma del 2000 me converso que era clave tomar Derecho y Letras, y luego cerrar acuerdos y silenciar la revuelta de los estudiantes. Yo lo escuchaba y le decía claro, copiado profe, no se preocupe, pero se queda?--- No, no tengo que llegar a mi camioneta y salir a enseñar es ya demasiado de noche. Y sigilosamente se escabullo del parque Cívico donde conversamos con otro amigo.  Luego le hice recordar que había un finado polemista que cuando las papas quemaban y la Plaza Francia convulsionaba de ardientes guerreros, y precursores de la hora loca, el se ,mandaba una proclama incendiaria y luego zas, desaparecía del lugar.

Cuando conté estas anécdotas el joven que no era ningún imberbe en el tema, me golpeo la mesa cerca de mi, como queriendo intimidarme. Yo solo bebí un vaso de cerveza, y le dije “Hermanito, tengo que “chicar”, cuando regrese yo que te estimo mucho espero que te disculpes, sino tu jeba va a tener que ponerte curitas en la cara”. Me levante, fui a chicar en la Rokola, y cuando regrese todo palaciego y conchudo, me pidió disculpas mencionando mi nombre. Hasta su chica que en todo ese instante no era precisamente una buena compañera, pues en toda la charla, le quitaba la mano al joven, se asusto, comentaron unas cosas y se escurrieron a bailotear, en algunos de esas discos improvisadas del centro de Lima. Ahí si mi pata me dijo..” Que barbaridad! Tu no vas a cambiar”

Otra noche ya mas alegre, pues el se  guardaba como a las 12pm, y yo la seguía en el Cono Norte o Miraflores, estábamos tertuliando con otro amigo de geografía. Un líder de aquellos que hasta ahora no se da cuenta que lo es. A los dos yo los quiero mucho, pues eran amigos de mi origen supuestamente ideológico. Pero a ellos la realidad no los hacia alterar sus creencias ortodoxas y objetivas, ellos metían a la realidad en los libros que leían. Yo aprendía de ellos, pues siempre la mejor forma de respetar a alguien es aprender, y luego soltar una idea que promueva el debate, pero ellos eran como ahora el face: Un dialogo de sordos, cada uno en su isla. A Mi amigo de geografía que mas se parecía a un líder religioso mormón, le seguía la corriente, y a mi otro pata profesor, bueno le ensalzaba sus logros, y lo calmaba cada vez que se sentía conflictuado con algo muy personal que le embargaba toda su vida.

Estábamos cheleando cuando de pronto se precipitaron en la sala unos diez jovenzuelos entre chicas y chicos de Bellas Artes. Venían vestidos como hippies, y en desorden cada uno ya avanzaditos en los tragos. Recuerdo que se sentaron, saludaron a su profesor de historia, y empezaron a conversar de política de su alma mater, y había una chica muy atractiva y desembozada que siempre me ha gustado que al escuchar a mi pata de Geografía, y algunas peroratas sobre estética que me sabia de puro curioso, nos invito a hablar en Bellas Artes, y luego como adormilada se quedo dormida. La perorata seguía y eran pintores y artistas ya de buena madera. Me enseñaban sus dibujos y sus habilidades, y me contaban historias con la marihuana y sus perdiciones hasta quemar el último cartucho.  Nadie se callaba, ni había alguien que en silencio calculara y se hiciera el astuto. Era una conversa riquísima, pues las chicas, los chicos, un gay chico y dos lesbianas hablaban de sus ideas sobre el arte y su sentir del arte vanguardista, y de el arte conceptual. Yo que “naca la piriñaca”1 con las tendencias artísticas y menos mis amigos previos que solo sabían de lo suyo en política y proselitismo, me quede impresionado por la energía que le ponían a sus argumentaciones, y esa noche aprendí muchos de ellos.

Ya me había fijado en una chica que estaba al otro extremo de la mesa, que era un angelito, y muy bellos ojos cafes. Me hice el que tenia que chicar, y luego, viendo que cada uno ya estaba en su viaje al éter de los alcoholicos, me sente a su lado y le converse como si la conociera de toda la vida. Ella se llamaba Susana, y era lesbiana. Su pareja otra jovencita al lado suyo que estaba recontra ebria, ni se incomodo que yo le hablara.

-¿Cómo se llama usted?
-        -  Rodrigo, pero en los misterios me llaman Vag…..
-         - Jjajjaja, con que usted hace esas cosas, no parece pues es como si fuera un niño.
-        -  Bueno “cara de niño con alma de hombre, quiero amarte para siempre ….”
-         - Jejejjeje Salsa, bonita pero no me gusta, a mi me gusta el rock, y el trans.
-         - Y tu que haces en Bellas Artes, eres muy jovencita,  tienes como que 30 años?- Me golpeo el hombro riéndose…
-         - No, tengo 19 años, y me gusta el arte desde niña, pero mis viejos nunca me han apoyado. He hecho lo que he querido. Estuve en el Mali, y ahora estoy en Bellas Artes, y ella es mi pareja- Como poniéndome el parche, con la chica.
-          -Y como así nunca has probado a un real chico- bajándole el ton a mis palabras.
-          De niña tuve la curiosidad, pero luego ella me gusto y se porta bien conmigo, es muy ardiente- el licor ya se le había subido a la cabeza- además mis padres no me entienden y me hacen sufrir- sentí su perplejidad y le toque el hombro para apoyarla
-         - Si entiendo, pues ahí donde me ves yo también soy gay, si me tocas la pierna te vas a dar cuenta….
-          - Jajjajaja así,. Me sintió el animal,
-          Perio esta grande- 
a      -así se me ha puesto por el gordo que esta acá mi lado le tengo unas ganas locas.
-          -Qué pasaría si nos acercamos?, yo se reconocer un gay por lo ojos-
-          A ver, - Y cuando nos mirábamos fijo le toque las piernas, y le di un beso rico, y ella me mordió los labios, y toque sus partes intimas, y una sonrisita sonrojada se dibujo en su rostro.
-         - Tu no eres, gay eres, un bandido. Pero me has gustado.- Yo le hice un guiño para irnos a seguirla a otra `parte y nadie decía nada.

En ese momento el amigo con el quien había venido grito desde el otro lado de la mesa, que yo era un pendejo, y su pareja lesbiana dio un salto y se metieron con la chica al baño donde escuche medio picado ya por el pare a pelearse gran rato. Tuve un poco de roche y me Sali con mi pata el gordo a la calle y nos fuimos seguirla a Miraflores. Me había malogrado el plan pues yo le iba a proponer tener intimidad. Esa carita rojita me había gustado mucho y la  busque en redes por varios días pero no logre hallarla. Lo que se es que la teoría de reconvertir  a  una lesbiana era cierta. Y mi amigo José hubiera  estado muy alegre de haberle contado dicha historia.


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1 comentario:

  1. Me gustó tu artículo por los temas que tocas. Sobre todo los dizque "rebeldes vanguardistas" comunistoides, que repiten ideas del siglo XIX y fórmulas fracasadas incluso desde la Edad Media. Lo de las lesbianas, creo que hasta cierto punto las que son así tienen tendencias bisexuales ¡Pero está muy bien! Siempre será bueno que las bisex se regresen "a donde debe ser" jaja y entre más hombres gays y lgbt ¡Mejor! Así nos quedan más mujeres a todos los demás.
    Un colega que fue mi profesor, (pero no de escuela XD) tratando de ligar a una morra, ella le dijo "pero yo soy lesbiana" y el respondió "¿Y eso qué? Tu vas a andar conmigo" ¿Y sabes qué? Se la logró conseguir jajajaja. Por detalles como esos es que el se volvió mi profesor, y le aprendí bien hasta superar al maestro, que para eso está la educación.

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