Cuando empecé a trabajar en las torres del Empresarial de Camino Real,
pasaron anécdotas bien divertidas y disparatadas. Pertenecía al turno de noche desde las 11 pm
hasta las 7 am. Mi primera noche fue algo complicada, pues ya el supervisor que
me enseño mis labores, me dispuso a cargo del segundo nivel del club. Tenia que
encargarme del aseo del restaurant, el vestíbulo, el bar, las oficinas, los
apartados para negociaciones, y un sector de los administrativos, donde siempre
me quedaba observando la foto de una secretaria apellidada Oyarce, que era
demasiada bella para ser realidad. Esa noche sude la gota gorda, pues creía que
nunca terminaría a tiempo, mientras mis otros compañeros les era papayita el
trabajo. Con el tiempo me acostumbre, y burlando la seguridad de las cámaras me
tomaba los wsikis del bar, o me introducía en la cocina para atragantarme de
los dulces que los comensales dejaban en las refrigeradoras.
La comida era mala, y siempre que
llegaba a las 11pm comíamos unos guisos todos frios y donde varias veces habían
cucarachas bien sazonadas. Ñulfo un
personal de limpieza, que venia en las madrugadas de los Lunes a encargarase
del mantenimiento de la cocina, nos preparaba tortillas y algunas galletas que
sobraba. El ñorse era algo monse pero de buenos sentimientos. No hablaba mucho
y se limitaba a cumplir su trabajo en aquellos desagües apestosos que la grasa
y los desperdicios de la comida traían. Conversaba con el cuando terminaba mi
chamba como las 5 am, y me recuerdo que contaba historias de espectros y
aparecidos en esos lares. Y que uno de los mozos, un tipo medio raro que
siempre cuando la atención del restaurant se prolongaba hasta mas alla de su
turno, se me quedaba mirando como su
fuera una dona norteamericana. “Ese chivo es pendejo, cuidado jovencito”…
Siempre no se de donde sacaba cañazo y nos calentábamos la garganta en aquellas
noches lúgubres de Agosto.
Recuerdo que también bajaba al
primer nivel a hacer travesuras. A mi ayacuchana de los arañazos en la espalda
la habían cambiado de turno, y bueno yo me precipitaba en el gimnasio del club
a conversar con Pool, un Cuzqueño de mi edad que se encargaba de la limpieza
del primer nivel. Como no había cámaras en aquel lugar me las arreglaba para
ejercitarme todos los días, y jugaba a las vencidas con aquel paisano. Nunca le
ganaba. Pero recuerdo que siempre con nostalgia me contaba de su tierra, sus
comarcas, y su mamacha a la que había dejado por probar suerte en lima. Me acuerdo
que cobraba y ahorraba en el cajero de la misma Av. Camino real, y le mandaba
su giro a su madrecita para el cuidado de sus vaquitas. Entre broma y broma un
dia nos fuimos a los golpes, y el cuzqueño era recio como albañil de
construcción civil. Nos matábamos de risa, y lo asustaba con eso de las almas
que paseaban por estos lares.
En un fin de mes le tocaba sus
vacaciones de un mes a al encargado del tercer
piso, y trasladaron de la empresa de limpieza a Raúl, un Apurimeño de
San Juan de Lurigancho, con el cual trabamos una buena amistad, Siempre llegaba
tarde no se porque razón y el supervisor de la madrugada le llamaba la atención,
y el siempre cuando nadie lo veía le mostraba el dedo medio. Como nuestro
trabajo era duro pero ya nos habíamos acostumbrado
a culminarlo con una hora y media de anticipación este travieso, me traía sus
revistas de pornografía, y me contaba sus encuentros con travestis de la Av.
Arequipa…
.
-“!Oe Huevón no seas cochino!,
esas pendejadas traen mala suerte… te hago la cruz. ¿Que no te gustan las
mujeres?”
- Claro que me gustan las hembras,
pero se ponen una pantaloncitos las ñucas que dan ganas de levantarlas. Además
son mas cariñosas-
-Ya huevetas, ¿por eso llegas
tarde, por tus perdidas^. Oe pero cuéntate otra pues hermano, no creo que seas
tan malogrado.
-
Así, ¿sabes que acá a las 6: 30 am llega temprano un Zamborja, que es el
que cuida la entrada del club?
- Si Claro es Cirilo, es un buen
hombre lastima que lo tengan de esclavo.
- De esclavo, se hace el huevón.
Cuando tú te bañas con el jabón liquido que robas de los servicios exclusivos,
al morenaje lo joden que se levanta a la secretaria mas guapa de este club en
secreto.
-Que?....Que? no te lo creo, como
Así, pero si es una belleza. Una srta. Yo siempre me la quedo mirando en su
foto, y se nota a lo lejos que es de buena familia.
- Sera, como tu dices, pero yo ya
me he ganado dos veces donde le arrima el piano a Astrid. Asi le dicen a ella.
Le gusta ese negro bembón.
“Un dia me lo confirmas”--- “No
puede se”r pensé, y yo que tenia ganas de hacerle ojitos a esa princesa, y no
sabia que le gustaba el cafecito. Cuando entre a asearme lo miraba de reojo al
negro Cirilo. Se ponía su uniforme de recepcionista circense, de inmediato los
mozos de esa mañana los jodían, y le preguntaban temas muy íntimos, y obscenos.
Hasta el gay que era mozo casi todo el día se le sentaba al zamborja en las
piernas, y Cirilo lo fastidiaba, y lo botaba todo molesto. El se callaba la
boca y solo se limitaba a sonreír y decir:
“Ella esta enamorada de mi, siempre me lo dice, que nos vamos a escapar,
además no es racista, eso quiere decir que cree en el amor”
-
Y si te botan del trabajo negro, te pueden hasta
acusar de violador, esa hembra es de buena familia. Su padre es directivo de
club, puedes acabar en cana negro.
-
No, no ella me ha prometido que vamos a tener
una relación, no es de esas tucas que siempre me tuercen la nariz cuando las
hago pasar al club.
Y en coro….!Eres un negro
cojinova!...
Me quedaba escuchando la
inocencia de Cirilo, y su prisa por Salir de ahí y casi ponerle una alfombra a
la Srta Oyarce. Me quede esperando un rato para ganarme que pasaba cuando se
saludaban en la entrada. Y me daba cuenta que en Cirilo se producía una mirada
de amor incontrolable, mientras que en la Srta Oyarce, toda una sensual
secretaria, no pasaba nada, ni siquiera lo miraba o le respondía el saludo. Por
un momento deje de creerle a los Mozos que lo jodían de lejos, entonces le hice
caso a mi compañero de turno.
-
Todo pasa los Sábados a las 6am. El abre la
puerta del club, y ella siempre viene caminando desde Camino real. Se meten en la oficina del primer piso que la
abren recién a las siete y ahí en media hora la lleva al Nirvana…..
-
Hasta no ver no creer.
Le hice caso. Nos quedamos
sentados en los sillones confortables de los Dueños, y fumando unos tronchitos
sigilosamente vimos entrar a la secretaria, con sus gafas negras hacia la
oficina del primer nivel. Luego casi al
instante, Cirilo, entrecerraba la puerta y se metía como galgo detrás de ella… “No
hagas bulla….Vamos a sapear pero en silencio se concentran tanto que nada
existe”…
Cuando nos acercamos hacia el
fondo de la oficina encima de unos de los escritorios, el Cirilo, un zamborja
alto y curtido la tenia encima suyo, totalmente embelezada en las arremetidas
violentas y naturales del macho chinchano. La secretaria se hallaba tan fuera
del mundo que lo tenia cogido del cabello, y se movía como una licuadora….El
zamborja tenia que taponearle la boca, pues Cirilo era tan anaconda que la
hacia gritar, y quejarse de placer. Yo cerré por un momento los ojos, pues la
escena era sinceramente salvaje y grotesca, pero Raúl, todo morboso, y cagándose
de risa. Mira a la Lady si que es bien democrática…”Viva Cirilo”….Estaban tan
ido del mundo, fusionados en una sexualidad tan efervescente y salvaje,
que Cirilo hacia todo lo que ella le pedía.
Esa Princesa, sabia todo el Kamasutra, y lo tenia como cohete de inyección al
pobre zamborja, que parado, y no se como aguantaba hasta media hora los
movimientos de merengue de esa fiera. Le tenia que tapar la boca. Pues lo
arañaba, y le mordia la mano, susurrando…..!Ya, ya, ya,” y sus ojos
desorbitados, clamaron, mientras Raul y yo nos reímos….!Dios.Dios!...Llego al
Nirvana…Abrio los ojos y nos miro, y una sonrisita para nada vergonzosa se poso
en los mirones. Su mirada era de otro planeta, bella, pero poseída por el momento.
Le había fascinado que la miraran en secreto…. Cirilo, tirado contra la pared,
mostraba su anaconda, ya en reposo, Y Raul decía… “Ptmare que envidia”…
Salimos corriendo, de ahí, pues
ya era casi las seis y media. Y nos metimos al vestidores a que los duchazos nos quitaran las escenas de
erotismo Comunista que nos había embriagado. Envuelto en las lagrimas de la
ducha, pensaba en ese mujeron, en todo su cuerpo perfecto, y un vuelco en mis
emociones y mi piel se manifestaba en mi animal emprendedor…Pensaba ese
zamborja, “debería cantar como Frank Sinatra”.
Que gran Chica, no le importa que sea solo un portero”… Sali de ahí, y
de casuela, me cruce con la Secretaria ya toda planchadita y vuelta a la
formalidad. No percibi ni roche, ni orgullo. Solo se que cuando Sali del club
empresarial el Cirilo me quería matar, pero a la vez lo felicitaba “Cuando se casan, cuando otro café con leche?…”-….. Me quería
perseguir, pero enamorado el cojinova se le escapaban las risas… Raúl había desaparecido.
Unos días después Cirilo ya no
estaba en los vestidores, como siempre. Ni en la puerta como portero
circense. Entre los mozos se comentaban
con risas que lo había despedido, porque le habiia faltado el respeto a una
Doña ficha que venia siempre al Gimnasio, por solo quererle recoger su tomatodo
que se le había caído… Y ella le dijo “Negro asqueroso”. Mientras escuchaba
eso, me escurri y los mozos, gente que ganaba unos propinones me preguntaron… “Sabes
algo flaquito?”- “Nancy que verta”. Y
fugue de ahí…. Sabia porque en realidad lo habían botado. Estaba furioso por algún
desplante. Cuando me quede un mes más, ya no veía las fotos de la Srta Oyarce. En
su escritorio. Creo que la habían cambiado, o escuche que se había fugado de
viaje a Paris…
Medio palteado rememoro esta anécdota
algo baja, para recordar que los de
abajo algunas veces ganan en los no lugares, pero en la realidad siempre
pierden. Cuando lo volvi a ver a Cirilo, de portero del Casino Atlanty City, y
una vez entre ahí por unos amigos, me saludo, pero ya no era el hombre, reilon
y amable que siempre fue. El menosprecio hacia su condición racial, y los
desplantes de una vida dura, y cruel lo habían chupado, y encanecido. “Me saludo, y me dio un abrazo, que
correspondi con todo cariño”---- Solo le dije, “Saca el Callao que tienes
dentro”. Me miro cerro los ojos y me afirmo con un movimiento del rostro. Ahí con
mi mica veraniega, miraba ese espectáculo de las apuestas y el lujo excesivo, y
solo sonreía, sonreía. Bueno la compañía de mi lado lo merecía… Pero eso es
otra historia…Como dijo por ahí un sabio bibliómano de la calle Berlin; “En la
oscuridad todos nos deseamos, en la luz publica todos nos odiamos” Eso es Lima,
pensé.
Me gusta. Tu narrativa es sensacional, te felicito.
ResponderEliminarSe le agradece Angela Quila, intentare superarme mas y mas por mis amigos y amigas.... Coniderate una persona grata para mi
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